Siehe, mein Kind, wohl Tausende versuchen, sich ein klares Bild zu machen von der Unendlichkeit und ihren sie beherrschenden Gesetzen, und vermögen es doch nicht zu ergründen, jedoch kann ein einziger Augenblick genügen, um ihnen voll und ganz Aufschluß zu geben vom göttlichen Walten und Wirken. Und alle Menschen können diesen Augenblick sich selbst bereiten, wenn sie in ihrem Leben ihr Augenmerk nur darauf richten, unentwegt nach Vollkommenheit zu streben. Fällt dann die menschliche Hülle, der irdische Körper, von der Seele, dann erblickt diese das große Wunderwerk Gottes mit lichtvollster Helligkeit und erfaßt blitzschnell, was hier ein Mensch auf Erden nimmermehr zu erkennen vermag.... Und diese Vollkommenheit anzustreben ist euer irdisches Ziel. Wollt ihr nun euch ganz dem Geistigen hingeben, so schaffet ihr euch dadurch eine Möglichkeit, für euer Dasein auf Erden euch auch eine geistige Vorausschau anzueignen, die euch wieder in diesem geistigen Schaffen förderlich ist und euch wirksam unterstützt in eurer Geistesarbeit. Denn so ihr einmal die Sphäre durcheilet habt, die euch wie mit Ketten an der Erde.... an der Materie.... festzuhalten schien.... werdet ihr leicht und frei werden, und euer Schaffen wird von nun an ein rein geistiges sein; doch leget der Herr euch ans Herz, der irdischen Pflichten nicht zu vergessen, wo immer ihr benötigt werdet. Denn wie ihr immer erst eure für die Erde gestellte Aufgabe erfüllen müßt, so wird euch auch im Jenseits die Arbeit der Liebe erwarten, und ein im regen Schaffen vorgebildeter Mensch wird sich auch dort leicht und gewissenhaft der ihn erwartenden Liebes-Pflichten unterziehen.... An der Arbeit der Erde erprobt ihr eure Kraft, der Herr gibt euch Seinen Beistand, auf daß ihr bewältigen könnt eure Aufgabe, und wendet ihr euch im Gebet an Ihn um Seinen Segen, so wird Er euch diesen nicht vorenthalten.... und niemals dürfet ihr verzagt sein, daß euch die Kraft mangeln könnte zu eurer Tätigkeit auf Erden, wenn geistiges Wirken auch euer Herz gefangennimmt und sich die Seele voll Verlangen nach oben wendet.... Der Erde schönster Lohn ist das Bewußtsein erfüllter Pflicht auf irdischem Gebiet, und des Himmels süßester Lohn erwartet euch nach Ablauf der Erdenzeit für eures Geistes Schaffen.... Und so lasset beides sich entfalten.... Die Erde fordert euch, solange ihr auf Erden weilt.... doch wird euch alles leicht werden, vergesset ihr die Seele nicht und euren für euch immer bereiten Herrn und Heiland, Der überall helfend eingreift, wo ihr Seine Hilfe erfleht. An Seiner Liebe werdet ihr Kraft und Stärkung finden jederzeit....
Amen
ÜbersetzerEscucha, hija mía, habrá miles de hombres que intentarán tener una idea exacta del infinito y las leyes que lo rigen, aunque no lo conseguirán pese a que bastaría un solo instante para que conocieran cabalmente el gobierno y la actuación de Dios. Todos ellos podrían prepararse para la experiencia de la muerte por sí mismos si durante su vida se preocupasen sólo de su perfección. Después que el cuerpo humano se separa del alma y se queda atrás, esta descubrirá la gran obra milagrosa de Dios, envuelta en un mar de luz, y comprenderá en un instante todo lo que el hombre jamás pudo comprender en la Tierra. Desvivirse por alcanzar esta perfección es vuestra finalidad en ella. Si estáis preparados para dedicaros enteramente a lo espiritual, entonces podréis adquirir, todavía en vuestra andadura terrenal, una visión espiritual previa que, por su parte, fomentará vuestra actividad espiritual. Porque una vez que hayáis pasado esa esfera que parecía haberos atado con cadenas a la Tierra, a lo material, quedaréis aliviados y libres, y, en adelante, vuestra actividad será puramente espiritual. Pero aun así, el Señor os recuerda que no olvidéis vuestras obligaciones terrenales, siempre que os corresponda y dondequiera que se os necesite. Pues de la misma manera que en la Tierra tenéis que cumplir ante todo la tarea que os está asignada, también en el Más Allá os espera la actividad en el amor. Y un hombre ya acostumbrado a esta actividad viva en la Tierra, también se someterá fácilmente en el Más Allá a las obligaciones que el ámbito del amor le imponga. Mediante el trabajo en la Tierra ejercitáis vuestra fuerza y el Señor os asiste para que podáis cumplir vuestra tarea. Si en vuestras oraciones os dirigís a Él y le rogáis que os dé su Bendición, seguro que no os privará de ella. Mientras vuestra actividad espiritual mantenga vuestro corazón ocupado, y el alma se dirija con ansias hacia arriba, nunca temáis que os puedan fallar las fuerzas para cumplir vuestra tarea en la Tierra. La mayor recompensa en ella es la consciencia de haber cumplido la obligación terrenal; por la actividad de vuestro espíritu os espera, nada más dejarla atrás, la dulcísima recompensa del Cielo. ¡Luchad por ambas! La Tierra os desafiará mientras caminéis por ella, pero todo os resultará más fácil si no olvidáis el alma ni a vuestro Señor y Salvador que siempre está a vuestra disposición, dondequiera que solicitéis su ayuda. Y su Amor siempre os confortará.
Amén.
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