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Mi guía y protector, el espíritu de vigilancia. Relación entre el alumno y el profesor
Percibe las Palabras de tu Señor.
La continuación de tu vida está controlada. Siempre cuando tu corazón lo desea, se realizará un intercambio puramente espiritual. Percibirás Enseñanzas divinas, y la Gracia del Señor te facilitará la plena comprensión de lo que anotas. Pues no son pocos los que están preparados para darte, los que quieren participar en tu trabajo espiritual. Cada vez más reconocen la tarea que te está encomendada. Con un afán diligente están deseosos de transmitirte bienes espirituales mediante la conexión íntima.
En el grupo de doctrinadores y mensajeros encargados por Dios se encuentra uno que parece del todo a tu naturaleza y que te tiene mucho afecto. Cada vez de nuevo se dedica a ti, con toda entrega, observando tu trabajo y animándote en tus aspiraciones. Su tarea más importante en el Más Allá está dedicada a aquellos que, voluntarios, consagran sus actividades al Señor; pues se esfuerza continuamente por fomentarlos. Todas las Enseñanzas espirituales que ahora te llegan, él las examina minuciosamente; de modo que mientras él te atienda a ti y tu labor, estarás bien protegida.
Los diversos seres que te rodean están igualmente preocupados por ti, porque cada uno desea surtir efecto mediante tu ayuda... para que mediante un ser terrenal solícito puedan aplicar sus actividades amorosas a las almas ignorantes confiadas a ellos.
Las condiciones espirituales en que se encuentra la humanidad precisan urgentemente del apoyo por seres espirituales amorosos - sólo que estos pocas veces están escuchados por los humanos; y menos aún encuentran ayuda directa por seres humanos solícitos.
Una vez que un alma se haya unido tan intensivamente con el Más Allá que se ha hecho capaz y dispuesta para recibir Enseñanzas espirituales, entonces hay muchos seres espirituales que quisieran servirse de esta disposición... Todos quieren comunicarse, y por eso siempre se mantienen cerca de ti. Pero tu espíritu de vigilancia –tu guía y protector– debe agraciarte conforme a tus fuerzas. Pues, tu voluntad es buena, pero tus fuerzas son todavía insuficientes.
El Amor del Señor hace que continuamente te llegue su Palabra, de modo que serás instruida y te harás receptiva para Enseñanzas y Sabidurías divinas que dentro de poco te llegarán más fácilmente - eso siempre que te entregues a tu tarea con amor y, lleno de confianza, a tu protector espiritual. Este se ha encargado de presentarte todas las Enseñanzas del Salvador, y su preocupación por ti es continua. Gracias a su amor inmenso al Salvador, también su actividad amorosa es sumamente animada y abarca a todas las almas que subordinan su voluntad incondicionalmente al Señor. Siendo así, puede surtir efecto sobre los corazones y avivar en ellos el amor al Salvador divino, hasta que el protector y el protegido se complementen en este amor. Así la comunicación de todo lo espiritual resulta cada vez más fácil, el ser terrenal aprende fácilmente lo que le está comunicado desde Más Allá, y en su profundo amor al Salvador se dedica más y más abnegadamente a su tarea. Porque hasta qué punto las Enseñanzas divinas encuentren acogida en el corazón humano, esto siempre depende del grado de amor.
De modo que si el realizador de la transmisión de lo espiritual aplica su obra de amor a un ser humano amoroso y dispuesto, el amor de este al Salvador arderá cada vez más vivamente, con lo que en tal amor ardiente todas las Sabidurías y Enseñanzas divinas siempre serán recibidas y acogidas en el corazón. En este plan el ser humano de la Tierra debe formar y desarrollarse, ¡porque el alumno debe hacerse parecido a su maestro!
El único deber que un profesor pone a su alumno debe ser resuelto a la satisfacción del Maestro divino, por lo que, incansablemente, te atiende la fuerza espiritual que te fue otorgada como guía y protector - la que desempeña su misión con gran alegría...
El ser que continuamente te rodea, que conduce tus pensamientos y que te aprecia mucho es el servidor más querido del Señor, es Juan...
Amén.
Traductor
My guide and protector.... Spirit of Control.... Student - Teacher....
Hear the words of your Lord.... Your life henceforth is established. A pure spiritual exchange will take place whenever your heart desires it.... You will hear Divine teachings, and the grace of the Lord will give you the full knowledge of what you receive. Because there are not few, which are ready to give to you.... who all would like to take part in your spiritual work.... they recognize ever more the task, which is given to you, and in eager striving they are anxious to obtain spiritual property through an intimate connection with you.
In the multitude of teachers and commissioned messengers of God surrounding you, there is one who corresponds to your whole nature and is very devoted to you. He turns to you again and again with full participation, paying attention to your work and encourage you in your striving. For his greatest task in the hereafter is for those who willingly consecrate their services to the Lord; he is constantly striving to develop them. Whatever spiritual teachings you now receive is conscientiously controlled by him.... and if he looks after you and your work, you are in good hands.
The various beings that surround you are equally concerned about you, since each one wants to work through you.... in order to exercise their love-activities on the ignorant souls entrusted to them through an earthly child that is compliant with them. The spiritual constitution of people is in urgent need of the support of dear spirit-beings, but these find so little hearing with men and still much less direct help through willing earthly children. If now a soul has so connected itself with the hereafter that it has become receptive and willing for spiritual teachings, then so many spiritual beings want to take possession of such a readiness.... All want to make themselves known and are therefore always near you....
But your guiding spirit.... your leader and protector, must consider you according to your powers.... your will is probably good, but your powers are not yet strong enough.... The love of the Lord sends you His Word unceasingly, and so you will be trained and become receptive to Divine teachings and wisdom, which will soon come to you easily and effortlessly, if only you devote yourself to your work always with love and trustingly surrender yourself to your spiritual protector....
He has taken it upon himself to submit to you all the teachings of the Savior, and his concern is for you without interruption..... By virtue of his exceedingly great love for the Savior, his loving activity is also an extraordinarily moving one and encompasses all the souls who submit their will entirely to the Lord.... There he is able to have an effect on the hearts and to stir up love for the Divine Saviour in them until protector and protégé complement each other in this love in such a way that the mediation of everything spiritual only becomes easier and easier and the being on earth learns quite easily to understand the otherworldly transmission and dedicates itself in fervent love for the Saviour more and more devotedly to it's assignment.
Because the degree of love is always decisive of how far the Divine teachings are received in the human heart.... And if the transmitter of all spiritual exercises his work of love on a child willing to love, this child will become ever increasingly more passionate in love with the Savior and will then always receive all Divine wisdom, all teachings and instructions in the heart in such burning love.... And so such an earthly child must now form and develop....
The student must become similar to his teacher. The only task that a teacher sets for his pupil is to be solved to the satisfaction of the divine teacher, and therefore the spiritual power that has been assigned to you as a leader and protector, and that performs it's office with great joy, tirelessly tends to and teaches you.... The being that always surrounds you, that guides your thoughts, is well-disposed towards you.... It is the Lord's dearest servant John....
Amen
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