4307 “Quiero que seáis bendecidos”....
20 de mayo de 1948: Libro 51
Quiero que seáis bendecidos.... Mi objetivo no es la bienaventuranza terrenal, porque la vida terrenal es corta comparada con la eternidad. Pero se os concederá una vida eterna en bienaventuranza, y esta vida eterna será la recompensa de vuestra prueba en la Tierra. Nada en la Tierra debe pareceros más deseable, vuestra mirada debe dirigirse hacia la vida después de la muerte, y si podéis renunciar a todo con un corazón ligero, estaréis listos para la eternidad. El corazón debe saber desprenderse de las cosas terrenas; debéis saber sacrificar lo que os es querido en la Tierra, no por obligación, sino voluntariamente; y debéis esforzaros con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma por lo que pertenece al reino espiritual, bienes que os niega el mundo terrenal, que nadie os pode ofrecer excepto Yo solo y que os ofrezco porque quiero haceros bienaventurados.
Aprended a estimar los bienes espirituales y a despreciar los bienes terrenales.... y tened la seguridad de que Yo os daré los bienes terrenales que necesitáis para poder cumplir vuestra tarea terrena. Entregaos completamente a Mí y Yo cuidaré de vosotros en todo, Yo os consideraré terrenal y espiritualmente y no os dejaré morir de hambre, pero para ser bendecida, vuestra alma necesita primero el alimento espiritual, que le asegurará la vida en la eternidad.
Vosotros, los humanos, ponéis en primer lugar las necesidades terrenales y creéis no poder sobrevivir sin una preocupación excesiva.... Pero Yo sé que os falta mucho más la provisión espiritual, y tenéis que esforzaros por conseguirla vosotros mismos, porque Yo no os la puedo imponer debido a vuestro libre albedrío. La comida y la bebida terrenales sólo sustentan vuestro cuerpo por corto tiempo y nunca podréis prolongar vuestra vida en la Tierra, si Yo os llamo que salgáis de la Tierra. El alimento espiritual, por otra parte, os asegura la vida eterna.... Y cualquier alimento que hayáis recibido una vez, nunca perecerá ni se volverá ineficaz; Lo lleváis con vosotros hasta la eternidad y construís vuestra vida sobre ello.
Para vivir eternamente en la dicha, es necesario también realizar una actividad feliz y para ello se necesita un capital con el que se pueda trabajar, que se pueda distribuir entre los necesitados; se necesita una riqueza espiritual que no se disminuye sino que siempre se aumenta cuanto más se da. Y os daré una riqueza espiritual, para que seáis bendecidos eternamente. Pero sólo podréis aceptarla si vuestro corazón está completamente vacío, donde Mis tesoros pueden extenderse, porque los tesoros espirituales son incompatibles con los tesoros terrenales, un corazón no puede contener ambos, y vosotros sois libres de decidir para qué bienes queréis mantener libres en vuestros corazones.
Pero si os amo y quiero haceros bienaventurados, Yo, como Padre sabio, debo también aconsejar a Mis hijos y ayudarles a limpiar las cámaras de sus corazones de bienes inútiles que desplazan los verdaderos tesoros y hacen imposible la recepción. Y por eso quiero ayudaros a liberaros de lo que el mundo os ofrece, lo que vuestro corazón aún desea pero que os impide la vida eterna.... Y por eso considerad todos los fracasos terrenales como un medio de Mi parte para liberaros del mundo y de sus bienes aparentes, reconoced en ellos Mi cuidado, que sólo se aplica a vuestro fin final, a hacer de vosotros seres libres, sumamente felices, que no conocerán nunca más dolor ni preocupación en la eternidad, sino que serán siempre bienaventurados y vivirán.... es decir, estarán constantemente activos en la obra del amor. Quiero que seáis bendecidos, quiero poder brindaros alimento espiritual porque lo necesitáis para la vida eterna....
amén
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