3323 Misión extraordinaria.... Luz....

10 de noviembre de 1944: Libro 43

Una misión inusual también requiere una formación inusual y esta es dada al ser humano por Dios Mismo, cuya alma se ofrece a Dios para esta misión. Esta extraordinaria tarea consiste en dar a los humanos un ejemplo vivo de la obra del Espíritu en los últimos días, en la próxima batalla de la fe, en darles pruebas de la conexión entre el mundo terrenal y el espiritual, de la conexión directa de Dios con los humanos en la Tierra. Esta no es una tarea fácil, porque los humanos tienen que trabajar duros en sí mismos para alcanzar un grado de madurez que permita esta prueba. Debe vivir de acuerdo con la voluntad de Dios para poder ser utilizado como Su instrumento, y debe absorber un gran conocimiento para poder testificar el amor, la sabiduría y la omnipotencia de Dios.

La enseñanza de este conocimiento sucede a través de instrucciones regulares, que el ser humano tiene que aceptar con total libertad. Tiene que querer, es decir, desear la sabiduría de Dios, de lo contrario no se la puede ofrecer. Por lo tanto, la misión depende completamente de su libre albedrío, y es esta voluntad que permite al ser humano llevar a cabo la tarea que se le ha encomendado, porque sólo una voluntad fuerte se mantendrá firme y perseguirá constantemente si objetivo en el periodo final de la lucha de fe, El conocimiento que se presenta al humano en nombre de Dios y por Dios Mismo le da un conocimiento claro del principio original y del fin de toda obra de creación y por tanto también del ser humano mismo.

Pero tan pronto como el ser humano se encuentra en la cognición, se esfuerza por Dios y, a través de una vida en amor, se conecta con Él. Y ahora la luz una la fuerza fluyen hacia él.... el Espíritu de Dios puede obrar en el ser humano, entonces el ser humano mismo puede dar testimonio del amor , la sabiduría y la omnipotencia de Dios. Pero tal testimonio puede ayudar a los incrédulos a creer. Y este es el propósito, es la tarea que corresponde al ser humano que es entrenado por Dios Mismo para su misión. Debe usar todo su conocimiento y cognición para convertir la incredulidad en fe transmitiendo su conocimiento, sirviendo como ejemplo a sus semejantes de los éxitos que puede traer una vida de fe y de cuán cerca puede llegar un humano a Dios si él se mantiene en la fe correcta, es decir, que también vive lo que exige la fe correcta.

Para demostrar convincentemente la verdad al semejante, un ser humano mismo debe ponerse como ejemplo, debe ser capaz de establecer una conexión con Dios en cualquier momento y el éxito de dicha conexión debe ser evidente para su semejante, entonces le será fácil creer, y esta es una ayuda extraordinaria para los incrédulos que Dios concede a quienes sólo escuchan a Sus siervos y no los rechazan sin ser escuchados.

Y, sin embargo, es una misión que requiere una voluntad fuerte, porque para alcanzar este grado de madurez que le permita ser apto para esta obra como verdadero siervo de Dios, debe esforzarse constantemente hacia arriba, debe dejar que su voluntad se active continuamente, porque no es influenciado u obligado a adquirir un conocimiento en contra su voluntad, sino que debe adquirirlo por sí mismo, debe esforzarse por cada instrucción divina con total libre albedrío, pedirla y ponerse en un estado en el que pueda escuchar la voz de Dios. Es un proceso extraordinario, pero también extraordinariamente eficaz si tan sólo se presta atención al respecto. La voluntad del ser humano le aporta conocimiento, y este conocimiento a su vez, debe estimular la voluntad de sus semejantes para alcanzar el mismo estado de madurez espiritual.

Los humanos sólo pueden ser puestos en un estado de luz a través de la transmisión de las sabidurías del reino espiritual, porque la luz viene de los cielos, pero la Tierra permanece en la oscuridad mientras la luz de los cielos no la toque. La oscuridad es ignorancia, la oscuridad es un estado sin ningún conocimiento espiritual y por lo tanto un estado de distanciamiento de Dios, porque Dios Mismo es la luz, Dios es sabiduría y estar cerca de Dios significa cognición de la pura verdad.

Y esta verdad debe ser transmitida a los humanos alejados de Dios, para que la distancia de ellos a Dios puede reducirse.... siempre que el humano tenga la voluntad de acercarse a Él. Pero lo que actualmente se presenta de humano a humano en la Tierra ya no es la pura verdad, sino que a menudo está contaminada por enseñanzas erróneas y adiciones que no corresponden a la verdad. Como resultado el rayo de luz se nubla, ya no tiene el efecto de su poder original, es un crepúsculo en el que los humanos caminan, indecisos sobre el camino que deben tomar y difícilmente reconociendo el camino correcto.

Y es extremadamente difícil traer un rayo de luz brillante a este crepúsculo porque a los humanos no les gusta recibir un portador de luz, se sienten cómodos en su estado crepuscular y temen que un rayo de luz brillante puede revelar lo que les gustaría mantener oculto. Y es por eso que a un portador de luz lo caminos no serán muy bien aplanados, y si Dios Mismo no le llevará de la mano, su intento sería infructuoso, la luz se apagaría antes de que pudiera surtir efecto. Y es por eso que se necesita una voluntad fuerte, una conexión constante con Dios, la Luz eterna, una recepción constante de luz y poder en el libre albedrío y una creencia profunda e inquebrantable de que con la ayuda de Dios poder llevar a cabo esta misión.

Y Dios encuentra tal voluntad y una gozosa devoción hacia Él, allí también la transferencia del conocimiento del reino espiritual puede tener lugar, y todos los seres de luz espirituales están listos para transmitir este conocimiento, la verdad espiritual, a los humanos en nombre de Dios. Así que tenía que comenzar un trabajo que parecía extraordinario para los humanos en la Tierra, pero que también iniciaba una misión extraordinaria.... llevar a los humanos a la verdad pura, ofrecer algo puramente espiritual a los humanos de mentalidad terrenal para llevarlos a la cognición correcta. Este es un proyecto extraordinario y, sin embargo, debe emprenderse para llevar la salvación a las almas descarriadas que no se cierran completamente a los efectos de los rayos de la luz antes de que llegue el fin, que es inminente....

amén

Traducido por: Hans-Dieter Heise

Este comunicación no se menciona en ninguna folleto temático.

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