Die Gaben des Geistes sind zu bewerten als reinste Wahrheit. Sie müssen vorbehaltlos als reinste Wahrheit anerkannt werden, denn der Geist aus Gott kann sich nicht irren und wird nur die Wahrheit dem Menschen vermitteln, weil das, was er vermittelt, göttlichen Ursprungs ist. Folglich wird der Mensch niemals anders als wahrheitsgemäß bedacht werden, so der Geist aus Gott wirksam ist. Ob aber der Geist aus Gott wirkt, ist daran zu erkennen, daß dem Menschen geistiges Gut vermittelt wird, das lediglich der Seele zum Heil gereicht, daß also jeglicher irdische Vorteil ausscheidet. Ferner ist als Beweis für sein Wirken anzusehen die Art und Weise der Vermittlung von geistigen Gütern.... Es wird dem Menschen von lehrenden Kräften, die der Erde nicht mehr angehören, ein Wissen vermittelt, das jegliches Schulwissen weit übertrifft. Und es wird dieses Wissen in Form von Niederschriften geboten (empfangen?) die mühelos und korrekt entstehen.... Es sind also unleugbar Kräfte tätig, die selbst über ein solches Wissen verfügen. Diese Kräfte stehen mit dem Geist im Menschen ständig in Verbindung und leiten durch diesen Geist der Seele des Menschen ein außergewöhnliches Wissen zu, also vermehren sie dessen Besitz an geistigen Gütern ohne Einwirken eines Mitmenschen. Geistiges Gut wird immer nur durch den Geist vermittelt werden können, denn selbst wo solches auf dem Wege des Studiums erworben wird, kann es auch erst dann wirklich als Geistesgut angesprochen werden, wenn der Mensch Stellung dazu genommen hat und seine Gedankentätigkeit wieder von dem Geist in sich geleitet wird.... es dem Menschen also nun erst begreiflich wird. Immer muß der Geist in ihm tätig werden, um Geistesgut empfangen zu können, d.h., Geistiges kann nur vom Geist begriffen werden. Was also zum Geist im Menschen dringen soll, muß vom göttlichen Geist ausgehen.... und was von Gott ausgeht, also in Ihm seinen Ursprung hat, muß wieder vom göttlichen Geistesfunken im Menschen aufgenommen werden.... Es kann niemals der Körper als solcher das entgegennehmen, was Gott der Seele (dem Geist) zugedacht hat.... wie umgekehrt aber auch niemals die Seele (der Geist) etwas entgegennehmen kann, das nicht vom Geist aus Gott ausgegangen ist. Geistesgut ist lediglich Anteil des Geistes, weshalb immer nur vollkommene Wesen Spender geistiger Güter sein können und der Geist im Menschen nur allein fähig ist, dieses Geistesgut von ihnen entgegenzunehmen....
Amen
ÜbersetzerLos dones del Espíritu deben ser valorados como la verdad más pura. Deben ser reconocidos sin reservas como la verdad más pura, porque el Espíritu de Dios no puede equivocarse y sólo transmitirá la verdad al hombre, porque lo que imparte es de origen divino. En consecuencia, el hombre nunca será considerado de otra manera que verdaderamente cuando el Espíritu de Dios está obrando. Pero si el Espíritu de Dios obra, se puede reconocer por el hecho de que se imparten al hombre bienes espirituales, que sólo traen la salvación al alma, de modo que se elimina cualquier ventaja terrenal. Además, la manera en que se imparten los bienes espirituales debe verse como prueba de su obra... Al hombre se le imparte conocimiento mediante fuerzas docentes que ya no pertenecen a la tierra, que supera con creces cualquier conocimiento escolar.
Y este conocimiento se ofrece (¿se recibe?) en forma transcripciones que surgen sin esfuerzo y correctamente... Por lo tanto, es innegable que hay fuerzas obrando que disponen de tal conocimiento ellas mismas. Estas fuerzas están constantemente en contacto con el espíritu en el ser humano y a través de este espíritu transmiten conocimientos extraordinarios al alma del ser humano, por lo que aumentan su posesión de bienes espirituales sin la intervención de un prójimo. El bien espiritual solo podrá ser impartido a través del espíritu, porque cuando aún éste se adquiera en el camino del estudio, sólo entonces podrá realmente ser tratado como propiedad espiritual cuando la persona haya tomado una posición al respecto y su actividad de pensamiento ha sido guiado nuevamente por el espíritu dentro de él... así que sólo ahora se vuelve comprensible para el ser humano.
El espíritu debe estar siempre activo en él para poder recibir el conocimiento espiritual. Es decir, las cosas espirituales sólo pueden ser comprendidas por el espíritu. Entonces, lo que se supone que se debe llegar al espíritu humano debe emanar del Espíritu divino... y lo que emana de Dios, es decir, lo que tiene su origen en Él, debe ser absorbido nuevamente por la chispa espiritual divina en el ser humano... El cuerpo nunca puede aceptar lo que Dios ha destinado para el espíritu (alma)... así como viceversa, el alma (espíritu) nunca puede aceptar nada que no haya emanado del espíritu de Dios. El bien espiritual es meramente parte del Espíritu, por lo que solo los seres perfectos pueden ser donantes de bienes espirituales y solo el espíritu humano es capaz de aceptar este bien espiritual de ellos...
amén
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