Voi uomini dovete avere la chiarezza che non esiste nessuna sostituzione per l’agire nell’amore, che non potete conquistare l’eterna beatitudine attraverso null’altro finché disattendete l’adempimento del Mio Comandamento dell’amore, finché non siete attivi nell’amore disinteressato per il prossimo. Tutto ciò che vi viene raccomandato al di fuori di questo agire nell’amore come salvifico oppure promettente la beatitudine, è senza valore, e non vi conduce oltre di un passo nel vostro perfezionamento. E vi verrà presentato molto come portante la benedizione. Perciò sovente non badate a ciò che unicamente vi aiuta alla benedizione. Non ho preteso da voi uomini nient’altro che osservare i Miei Comandamenti d’amore. Non vi ho dato ulteriori Comandamenti che solo quelli che pretendono sempre il vostro amore per il prossimo, vi ho predicato solo tali Insegnamenti, che hanno lo scopo di un migliore rapporto fra voi ed i vostri prossimi, perché volevo solo accendere in voi l’amore che manca a voi uomini, cosa che quindi è motivo del vostro stato infelice. Così la Mia Preoccupazione è anche soltanto per aumentare la vostra volontà di amare, perché in voi tutti dimora la capacità di amare, ma la volontà di esercitare l’amore fra voi uomini è estremamente debole. Perciò un Mio vero rappresentante sulla Terra può essere unicamente colui che predica solo l’amore come Me, perché lui solo indica agli uomini la retta via che conduce a Me, alla Beatitudine. Ma non dovete credere di poter sostituire l’agire d’amore attraverso altre azioni o usi; non dovete credere che Mi accontenti con l’adempimento di leggi che Io non ho rilasciate ed il cui adempimento senza amore è totalmente inutile. Non vi conquistate nessuna “Grazia” perché non considero tali azioni ed usi, e da ciò non viene nemmeno salvata nessuna anima, perché queste sono solo delle promesse umane che Io non posso mai sanzionare. L’amore soltanto vi salva dalla ricaduta nell’abisso, l’amore soltanto vi conduce al perfezionamento e l’amore si manifesterà sempre in opere, perché l’amore spinge l’uomo dall’interno di attivarsi nell’Ordine divino. Ma voi uomini siete afferrati da una certa indifferenza nei confronti dei Miei Comandamenti dell’amore, perché siete stati guidati nel falso pensare, perché siete stati attenti all’adempimento di comandamenti chiesastici, che sono stati aggiunti come opera d’uomo ai Miei Comandamenti. Ora vi sforzate timorosamente ad adempiere questi comandamenti chiesastici, ma ciò che Io pretendo da voi, vi badate poco oppure per niente e vivete comunque nella fede di condurre un’esistenza giusta e cristiana. Questo errore, veniva messo nel mondo anche dal Mio avversario, perché il vostro unico scopo di vita terrena è di accendere l’amore e di farlo divampare nel più chiaro ardore, perché questo significa l’unificazione con Me, dal Quale vi siete una volta separati. Quest’unificazione può però soltanto produrre l’amore, ma non quei mezzi che vi sono stati dati come “comandamenti” per il raggiungimento della Vita eterna, come preghiere formali, indulgenze, azioni e distribuzioni di benedizioni come “sacramenti” che devono essere considerati soltanto come cerimonie ed esteriorità e non vi procurano nessun successo spirituale, né sulla Terra né nel Regno dell’aldilà. Quello che opera l’adempimento dei Miei Comandamenti d’amore, il Mio avversario cercava di sottrarlo agli uomini mentre distraeva i loro sguardi da questi Miei Comandamenti attraverso delle esteriorità e falsi insegnamenti e presentava loro le sue formazioni come più urgenti, perché sapeva di trovare molte vittime, perché l’amore pretende dagli uomini del superamento e costoro non sono volentieri pronti a sacrificarlo. Perciò l’amore deve sempre di nuovo essere rilevato come primo e più importante, devo sempre di nuovo ricordare agli uomini i Miei Comandamenti dell’amore per Dio e per il prossimo, devo sempre di nuovo istruirli che tutto il resto è inutile se manca l’amore, e che l’agire nell’amore non può essere sostituito da null’altro. Ma questo insegnamento non viene preso sul serio e si eseguono volontariamente quei comandamenti aggiunti umanamente, perché il Mio avversario ha ancora grande influenza su quegli uomini e cerca di minare con tutti i mezzi un ritorno a Me. Comunque la Mia Dottrina dell’amore è anche nota a tutti gli uomini, che ho predicato sulla Terra ed ognuno che tende seriamente, la riconoscerà anche come più urgente e non si accontenterà con inutili esteriorità, con tutto ciò che non ha l’origine in Me.
Amen
TraduttoreVosotros hombres tenéis que daros cuenta, que no hay ningún reemplazo para las obras de amor, que por medio de ninguna otra cosa podéis adquiriros la bienaventuranza eterna, mientras que descuidéis el cumplimiento de Mis Mandamientos de amor, mientras que no estéis activos en el desinteresado amor al prójimo. Todo, lo que, excepto a estas obras de amor, os recomienden como saludable o que os prometen bienavenuranza, es sin valor, y no os conduce ningún paso adelante en vuestra perfección. Y muchas cosas os colocan delante como aportadoras de bendición. Y por eso no estimáis ni acatáis aquello, lo que únicamente os ayuda a alcanzar la bienaventuranza. Yo no he pedido de vosotros ninguna otra cosa más que acatéis Mis Mandamientos de amor. Yo no os he dado ningún precepto más que ese sólo, que exige siempre vuestro amor al prójimo, Yo sólo os he predicado esas Enseñanzas que tienen por objeto una relación mejor entre vosotros y vuestros semejantes, pues Yo sólo quería encender el amor en vosotros, que a vosotros hombres os faltaba, lo cual motivó vuestro estado funesto. Y así Mi inquitud está incesantemente dirigida sólo, a aumentar vuestra diligencia en el amor, porque la aptitud del amor o de amar es inherente en todos vosotros, pero la voluntad de practicar el amor, es entre vosotros sumamente débil. Por eso también sólo un verdadero representante de Mí en la tierra puede ser, el que, igual como Yo sólo predica el amor, pues ese únicamente muestra a los hombres el verdadero camino que conduce a Mí, a la bienaventuranza.
Vosotros no podéis creer que podéis reemplazar la obra de amor por otros hechos o ritos; no podéis creer que Yo Me doy por contento con la observación de reglamentos que Yo no he promulgado y cuyo cumplimiento son por completo sin valor, sin el amor. Vosotros no adquirís ninguna "Gracia" con ello, porque Yo no considero tales actos, ritos y usos tradicionales, y tampoco se salva ninguna alma por medio de ellos, pues eso son sólo promesas humanas, las que Yo jamás puedo autorizar o sancionar. Unicamente el amor os lleva a la perfección, y el amor siempre se manifiesta con obras, porque el amor impulsa a los hombres desde el interior profundo, a accionar en el Orden divinio.
Pero una cierta indiferencia os ha cogido (agarrado) a vosotros hombres frente a Mis Mandamientos de amor, porque habéis sido dirigidos en un pensar falso, erróneo. Pues habéis sido exhortados al cumplimiento de preceptos eclesiásticos, los que como obra humana han sido añadidos a Mis Mandamientos. Estos preceptos eclesiásticos, pues bien os esforzáis miedosos en cumplir, pero lo que Yo exijo de vosotros, de eso no hacéis caso apenas o nada en absoluto y vivís no obstante en la creencía, de llevar una existencia justa y cristiana. ¡Qué error!, el cual fue puesto en el mundo también por Mi enemigo. Pues encender el amor y dejar que eche llamas en el más luminoso ardor es el único objetivo o finalidad de vuestra vida en la tierra, porque esto significa la unión Conmigo, de quien una vez os apartastéis y separastéis. Esta unión, sin embargo, sólo puede llevar a cabo el amor, pero no esos medios, que os fueron dados para la consecución de la vida eterna, como preceptos, como son ahí las oraciones formadas y de forma, indulgencias, como sacramentos calificados con actos, y otorgación de bendiciones, las que sólo tienen que ser consideradas como ceremonías y formalidades externas, y no os aportan ningún éxito espiritual, ni en la tierra ni en el Reino del otro mundo.
Lo que el cumplimento de Mis Mandamientos de amor lleva a cabo, eso trató Mi adversario de retirar y suprimir a los hombres apartando su vista, mediante superficialidades y enseñanzas falsas, de estos Mis Mandamientos y colocándoles su producto como de primera necesidad urgente. Pues él lo sabía, que encontraría muchas víctimas, porque el amor cuesta a los hombres un gran esfuerzo y vencimiento del egoísmo, y estos no están dispuestos a sacrificar gustosos. Cada vez de nuevo hay qur hacer resaltar, por lo tanto, el amor como lo primero y más importante, siempre de nuevo tengo Yo que traer a la memoria de los hombres Mis Mandamientos del amor a Dios y del amor al prójimo, siempre de muevo tengo Yo que instruírlos de que todo lo demás es estéril, inútil, si falta el amor, y que un obrar en el amor no puede ser reemplazado por ninguna otra cosa. Pero esta Doctrina no es tomada en serio, y qué solícitos y gustosos observan aquellos mandamientos humanos-añadidos, porque Mi adversario tiene aún gran influencia en aquellos hombres y con todos los medios trata de hacer fracasar él un regreso a Mí. Sin embargo, cierto es que a todos los hombres les es conocida también Mi Doctrina de amor, la cual Yo prediqué en la tierra, y cada uno que tiene una seria aspiración, ese la reconocerá también como lo más urgente y no se dará por satisfecho con formalidades superficiales, con todo eso, que no ha tomado en Mí y por Mí su origen.
Amén
Traduttore