L’Agire del Mio Spirito è il Simbolo di $$quella$$ Chiesa, che Io Stesso ho fondato sulla Terra. Ve lo devo dire sempre di nuovo, che riconoscete la $$Mia$$ Chiesa nel fatto che siete seguaci della Chiesa di Cristo, solo quando lo Spirito può operare in voi, quando il vostro pensare è illuminato, persino quando non siete chiamati a compiere delle cose straordinarie. Perché un pensare illuminato dimostra la Forza del Mio Spirito, Che può esprimersi però soltanto quando sono adempiute le premesse, quando un’agire nell’amore disinteressato ha stabilito il legame della scintilla dello spirito in voi, per Me, lo Sirito del Padre. Allora potrete anche credere vivamente, perché l’amore in voi ha risvegliato alla vita la fede, per cui ora lo spirito in voi riconosce chiaro e limpido quali insegnamenti corrispondono alla Verità, che voi sostenete poi anche con convinzione verso i vostri prossimi. Ma finché camminate nell’errore, fino ad allora lo spirito non agisce in voi, e fino ad allora non potete ancora dire, di appartenere alla Chiesa di Cristo, Chiesa fondata da Me Stesso sulla Terra. Già per il fatto che voi uomini non sapete questo, oppure, quando vi viene dato, non volete crederlo, dimostra che non appartenete ancora alla Mia Chiesa, dimostra che il vostro spirito non è ancora risvegliato, e dimostra che il vostro cammino terreno non è colmato d’amore, altrimenti il vostro pensare si modificherebbe da sé, e potreste riconoscere la Verità di queste Mie Parole. Lasciatevi ammonire seriamente ad una cammino di vita nell’amore disinteressato, perché questa è la prima condizione, per risvegliare in voi la scintilla dello spirito; che ora agisca in voi, che vi doni la conoscenza della Verità. Ma non attenetevi a forme esteriori, non attenetevi a ciò che degli uomini non illuminati vi dicono, quello che questi a loro volta hanno ricevuto da persone non illuminate, ed ora rappresentano rigidamente come Verità. Non accontentatevi con un bene d’insegnamento, che vi viene sottoposto, ma rifletteteci prima che voi lo confessiate, e chiedete Aiuto a Me per riconoscere la Verità. E se questa è la vostra seria volontà, guiderò veramente bene il vostro pensare, perché voglio che voi arriviate alla Verità, e faccio anche tutto per portarla a voi, che per questo è necessario la vostra libera volontà, che voi desideriate seriamente la Verità. Io non posso dichiararMi d’accordo con la vostra pigrizia nel pensare, non posso lodare voi uomini per questo, che voi credete spensieratamente tutto ciò che vi viene detto, senza aver preso prima posizione per questo. Non vi condanno, se voi malgrado la migliore volontà credete di non poter accettare qualcosa, anche se è la Verità, ma vi condanno, quando voi accettate qualcosa senza riflettere, perché del bene spirituale deve diventare in voi convinzione, ma questo è possibile solo quando ve ne occupate mentalmente e, per pensare anche giustamente, ora chiedete Sostegno a Me Stesso. Quanto Mi rallegro di una tale preghiera, che adempio davvero, ma quanto raramente sale una tale preghiera su da Me. E per questo vi sarà anche impossibile che il Mio Spirito agisca in voi, perché non gli date il diritto di esprimersi, di appartenere alla Mia Chiesa fondata sulla Terra, il cui Simbolo è “l’Agire dello Spirito” nell’uomo, dello Spirito che vi guida in tutta la Verità, che vi farà anche riconoscere, che la vostra vita è vuota, finché non vivete nell’amore e attraverso l’amore vi uniate a Me.
Amen
TraduttoreEl obrar de Mi Espíritu es el distintivo de la Iglesia que Yo Mismo he fundado. Cada vez de nuevo tengo que decíroslo, que sólo en eso reconocéis Mi Iglesia, de que sólo sois partidarios de la Iglesia de Cristo, si puede obrar en vostros el espíritu, si vuestro pensamiento está iluminado, aunque no seaís llamados a hacer ninguna cosa extraordinaria. Pues un pensamiento iluminado demuestra la fuerza de Mi Espíritu, pero que puede expresarse, cuando primero sean cumplidas las condiciones previas, cuando las obras desinteresadas de amor hayan establecido la unión de la chispa espiritual en vosotros y el Espíritu de su Padre.
Entonces podréis también creer vivamente, pues el amor en vosotros ha despertado la fe a la vida, y el espíritu en vosotros ve ahora clara y luminosamente cuales son las enseñanzas que corresponden a la Verdad, la que entonces defendéis con convicción frente a vuestros semejantes. Mientras vayáis aún en el error, mientras vuestra fe sea sólo una fe de formas sin vida, tanto tiempo, no obra el Espíritu en vosotros tampoco, y tanto tiempo no podéis decir todavía tampoco que pertenecéis y estáis afiliados a la Iglesia de Cristo, la Iglesia fundada por Mí Mismo en la tierra; que vosotros hombres, no sepáis ya esto, o si os lo dicen no queréis creerlo, demuestra que todavía no pertenecéis a Mi Iglesia; demuestra eso, que vuestro espíritu no está iluminado; y demuestra que vuestra conducta terrenal no está realizada en el amor, de lo contrario se cambiaría de por si mismo vuestro pensar y podríais reconocer la Verdad de estas Mis Palabras.
Sin embargo, dejad que seriamente os recuerde a una conducta en el amor desinteresado. Pues esta es la primera condición, para que hagaís que se despierte en vosotros la chispa del espíritu, para que pueda obrar en vosotros, que os concede el conocimiento de la Verdad. Pero no os detengáis en las formas exteriores, no os atengáis a ellas, a lo que os dicen hombres que no están iluminados, que lo han recibido y asumido de otros hombres que tampoco estaban iluminados y ahora rígidos e inflexibles representáis y defendéis como Verdad. Procuraros vosotros mismos la Verdad pidiéndome a Mí por ella. No os déis por satisfechos con una enseñanza que os ponen por delante, sino premeditadlo primero, antes que vosotros mismos os profeséis a ello, y pedidme a Mí a que os ayude a reconocer la Verdad.
Y si esto es vuestra seria voluntad, en Verdad que Yo conduciré vuestro pensar, porque Yo quiero que alcancéis la Verdad, y haré todo, para que os sea llevada, sólo vuestra libre voluntad es imprescindible para eso, de que anheléis seriamente la Verdad. Yo no puedo darme por conforme con vuestra inercia en el pensar, Yo no os puedo alabar por eso, hombres, en que creáis irreflexivamente lo que os dicen sin tomar vuestro parecer en el asunto. Yo no os condeno si a pesar de vuestra mejor voluntad no podéis creer o admitir algo, aunque sea también la Verdad. Pero Yo condeno, si admitís algo sin reflexionar sobre ello, porque los bienes espirituales o ideologías religiosas, tienen que ser una convicción, mas lo que sólo es posible, si os lo podéis explicar con pensamientos, confrontandoos con ello, y para que lo podáis pensar bien, sólo es posible pidiéndome a Mí de que os apoye.
¡Cómo Me alegro Yo de una petición así ! La que en Verdad concedo, pero qué raras veces asciende tal petición a Mí. Y por eso os será también imposible poder creer vivamente; será imposible de que Mi Espíritu obre en vosotros, porque no le dáis el derecho a que se manifieste. Y por eso jamás podéis vanagloriaros de pertenecer a Mi Iglesia fundada en la tierra, cuyo distintivo es el "obrar de Mi Espíritu" en el hombre, "el que os conduce en toda Verdad", el que os dejaría reconocer, que vuestra vida es una marcha en vacío, en tanto que no viváis el amor y por medio del amor os unáis Conmigo.
Amén
Traduttore