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La obra de Redención no necesita repetirse....

Cuando sacrifiqué Mi sangre por los pecados de la humanidad, cuando entregué Mi vida en la cruz, se realizó un obra de Redención que fue única y nunca necesita ser repetida porque estaba dirigida a la culpa del pecado de toda la humanidad.... a los humanos del pasado, del presente y del futuro. Tomé sobre Mí todos los pecados y borré la culpa en la cruz, para que todo aquel que esté dispuesto a aceptar este sacrificio pueda entrar redimido en el reino de la luz y de la bienaventuranza después de su muerte. Porque depende de la voluntad del ser humano mismo si queda libre de su culpa de pecado, porque no puede ser redimido en contra de su voluntad.

Pero todos los seres humanos que Me reconocen como su Redentor del pecado y de la muerte, que se conectan íntimamente Conmigo y quieren pertenecer al círculo de los redimidos.... todos los humanos que Me piden que perdone sus culpas, también Me demuestran su voluntad de aceptar las gracias de Mi obra de Redención, y ahora están incluidos en el círculo por el cual Me sacrifiqué en la cruz. Simplemente deberían adoptar conscientemente una actitud positiva hacia Mí, entonces serán embargados por Mi amor infinito y Yo escribiré su culpa del pecado en la arena. Son libres de ello y ahora pueden volver a sentirse nuevamente como Mis hijos, como lo eran antes de su caída en las profundidades, cuando surgieron de Mí en toda pureza y plenitud de luz, como Yo los había creado....

Recorrí un camino difícil y de sufrimiento en la Tierra.... Los tormentos de Mi camino hasta Mi muerte en la cruz fueron indescriptibles, y todo Mi caminar en la Tierra también fue extremadamente doloroso porque sabía acerca de todo lo que aún Me esperaba. Fue una medida de sufrimiento que realmente anuló gran parte de la culpa del pecado.... Pero la obra de la Redención la realizó un ser humano completamente sin pecado, un ser humano Que era puro y por eso sufría doblemente, a Quien el amor en Él le impulsaba constantemente a todo querer y actuar y Cuya obra, por lo tanto, debía evaluarse de manera completamente diferente que la de un humano que no habría sido libre de culpa....

Su alma vino del reino de la luz, y el valle de las tinieblas sólo aumentó su estado de sufrimiento, por lo que la obra de Redención realmente puede considerarse única y no necesita ser repetida y, sin embargo, la culpa de los seres que finalizan su curso de desarrollo en la Tierra como seres humanos será borrada hasta toda la eternidad, los que toman su camino de regreso hacia Mí si se dejan redimir por Jesucristo, Quien murió en la cruz por los pecados de toda la humanidad....

Y bienaventurado el ser humano que Lo encuentre en la Tierra, en Quien Yo Mismo tomé forma, en Quien Yo Mismo Me convertí en un Dios visible para vosotros.... Bienaventurado el que cree esto y Me invoca en Él, porque éste verdaderamente no está perdido.... (14.04.1962) Porque su culpa está escrito en la arena, o también: Es lavado de toda culpa con Mi sangre. Yo Mismo asumí su culpa y la borré, porque el hombre mismo nunca podría haberla borrado, ni en la Tierra, ni en el reino del más allá, porque era inconmensurablemente grande y por lo tanto también exigía un sacrificio expiatorio inconmensurablemente grande, que Yo, como “ser humano Jesús”, realizó en la Tierra....

Y aunque en esta obra de redención participaron todos los seres humanos del pasado, del presente y del futuro, el hombre mismo tiene que confesarse libremente ante Mí como el divino Redentor.... no puede ser redimido sistemáticamente, sino que el mismo tiene que reconocerse como haberse vuelto pecador una vez, como alejado de Mí por el pecado, y tiene que querer volver a cercarse a Mí y así quedar libre de toda culpa.... Y por eso vosotros también tenéis que saber acerca del significado y la justificación de la obra de Redención, tenéis que saber acerca de vuestra anterior caída de pecado, de vuestra lejana distancia de Mí y de vuestro estado de debilidad e infelicidad....

Y tenéis que desear seriamente de volver a lograr el estado anterior en el que eráis felices en Mi presencia. Y por eso tendréis que ser instruidos conforme a la verdad, lo cual sólo puede suceder si permitís la obra de Mí Espíritu en vosotros, pero que primero requiere la Redención por medio de Jesucristo, la liberación de vuestra culpa por su sangre.... Y por eso sólo necesitáis querer de llevar vuestra vida terrenal según Mi voluntad.... Sólo necesitáis reconocer un Poder sobre vosotros y querer realizar la voluntad de este Poder para poder cumplir vuestro propósito de la vida terrenal.... y entonces también cumpliréis Mis mandamientos de amor, porque entonces también sois impulsados desde dentro porque Mi Espíritu está constantemente activo en vosotros....

Y un corazón que está dispuesto a amar acepta, incluso sin resistencia, lo que se le dice acerca de Jesús, el Hijo de Dios y Redentor del mundo.... Y se confiesa a Él y Le pide ayuda.... Y entonces Mi Espíritu ahora puede obrar en él, lo que le da aclaración veraz y un mayor conocimiento genera un mayor amor por Mí y la petición consciente del perdón de la culpa trae consigo la Redención total, a la que ahora también puede seguir “el derramamiento del Espíritu”.... Esto ahora abre el conocimiento a los humanos, y ahora los semejantes pueden tomar el conocimiento adecuado del divino Redentor Jesucristo y también pueden entregarse voluntariamente a Él para estar libres de cualquier culpa.

El conocimiento correcto acerca de Jesucristo y de Su obra de Redención sólo podrá transmitido a la Tierra a través de Mi Espíritu, y esto siempre sucederá, y todas las nuevas generaciones tomarán nota al respecto, porque todos los seres humanos tienen que dejarse redimir por Él, que nuevamente querrán volver a Mí, porque todos los humanos deben conocerme y reconocerme a Mí Mismo en Jesucristo, porque todos los humanos deben encontrar el perdón, porque Yo morí en la cruz por todos los seres humanos que algún día caminarán sobre esta Tierra en el camino de regreso a Mí....

amén

Traductor
Traducido por: Hans-Dieter Heise

L’Opera di Redenzione non ha bisogno di essere ripetuta

Quando ho sacrificato il Mio Sangue per i peccati dell’umanità, quando ho dato la Mia Vita sulla Croce, era stata compiuta l’Opera di Redenzione che era unica e non ha mai bisogno di essere ripetuta, perché era per la colpa di peccato dell’intera umanità, degli uomini del passato, del presente e del futuro. Ho preso sui di Me tutti i peccati ed ho estinto la colpa sulla Croce in modo che, dopo la sua morte, possa entrare redento nel Regno della Luce e della Beatitudine ogni uomo che è volenteroso di accettare questo Sacrificio. Perché dipende dalla volontà dell’uomo stesso, se diventa libero dalla sua colpa di peccato, perché non può essere redento contro la sua volontà. Ma tutti gli uomini che Mi riconoscono come loro Redentore dal peccato e dalla morte, che si uniscono intimamente con Me e vogliono far parte della cerchia dei redenti, tutti gli uomini che Mi pregano per il Perdono della loro colpa, con ciò Mi dimostrano la loro volontà di accettare anche le Grazie della Mia Opera di Redenzione e quindi ora sono inclusi nella cerchia di coloro, per i quali ho sacrificato Me Stesso sulla Croce. Devono solo predisporsi coscientemente per Me, allora saranno afferrati dal Mio infinito Amore ed Io scrivo la loro colpa di peccato nella sabbia. Ne sono liberi ed ora si possono di nuovo sentire come figli Miei, come lo sono stati prima della loro caduta nell’abisso, quando sono proceduti da Me in tutta la purezza e pienezza di Luce, quando li ho creati. Sulla Terra ho percorso una difficile via di vita, i tormenti della Mia Via Crucis fino alla Mia morte sulla Croce, erano indescrivibili ed anche tutto il Mio cammino terreno era stato oltremodo tormentoso, perché Io sapevo tutto ciò che stava dinanzi a Me. Era una misura di sofferenza che davvero ha sospesa molta colpa di peccato. Ma un Uomo totalmente senza peccato ha compiuto l’Opera di Redenzione, un Uomo Che Era puro e perciò ha sofferto doppiamente, Che Era sempre spinto dall’Amore in Lui a tutto il volere ed agire e la Cui Opera era da valutare ancora del tutto diversamente che quella di un uomo, che non sarebbe stato libero lui stesso dalla colpa. La Sua Anima proveniva dal Regno di Luce e la valle dell’oscurità aumentava solo il Suo stato di sofferenza in modo, che l’Opera di Redenzione può essere chiamata davvero unica, che non ha mai bisogno di essere ripetuta e malgrado ciò, verrà estinta in tutta l’Eternità la colpa degli esseri che concludono il loro percorso di sviluppo come uomo sulla Terra, che percorrono la loro via del ritorno a Me, quando si lasciano redimere da Gesù Cristo, il Quale E’ morto sulla Croce per la colpa di peccato dell’intera umanità. E beato l’uomo, che sulla Terra Lo trova, nel Quale Io Stesso ho preso Figura, nel Quale Io Stesso Sono diventato per voi un Dio contemplabile, beato l’uomo che crede questo e Mi invoca in Lui, perché costui non è davvero perduto. (14.04.1962) Perché la sua colpa è stata scritta nella sabbia, oppure anche: attraverso il Mio Sangue è stato lavato puro da ogni colpa. Io Stesso ho preso la sua colpa su di Me e l’ho estinta, perché l’uomo stesso non l’avrebbe mai potuto estinguere, né sulla Terra, né nel Regno dell’aldilà, perché era incommensurabilmente grande e richiedeva anche un Sacrificio d’Espiazione incommensurabilmente grande, che Io ho compiuto come “l’Uomo Gesù”. E benché tutti gli uomini del passato, del presente e del futuro avevano parte in quest’Opera di Redenzione, l’uomo stesso però deve dichiararsi nella libera volontà per Me come il divino Redentore, non può essere redento sistematicamente, ma lui stesso si deve riconoscere come diventato empio una volta, stando nel peccato lontano da Me e deve volere venire di nuovo nella Mia Vicinanza e quindi divenire libero da qualsiasi colpa. E perciò voi uomini dovete anche sapere dell’importanza e della motivazione dell’Opera di Redenzione, dovete sapere della vostra caduta nel peccato di una volta, della vostra grande distanza da Me e del vostro stato debole, infelice. E dovete desiderare seriamente di raggiungere di nuovo lo stato di una volta, in cui eravate beati nella Mia Vicinanza. E perciò dovete essere istruiti secondo la Verità, che può avvenire sempre soltanto, quando permettete l’agire del Mio spirito in voi, che richiede prima la Redenzione tramite Gesù Cristo, di diventare liberi dalla vostra colpa attraverso il Suo Sangue. Perciò dovete solo volere di condurre la vostra vita terrena secondo la Mia Volontà. Dovete soltanto riconoscere una Potenza al di sopra voi e di voler eseguire la Volontà di questa Potenza, per adempiere lo scopo della vostra vita terrena. Allora adempirete anche i Miei Comandamenti dell’amore, perché verrete spinti dall’interiore, perché il Mio spirito in voi è inarrestabilmente attivo. Ed un cuore che è volenteroso di amare, accetta anche senza rifiuto ciò che gli viene portato su Gesù, il Figlio di Dio e Redentore del mondo. E quindi il Mio spirito può ora agire solamente in colui, che gli dà il chiarimento secondo la Verità e un maggior sapere testimonia di nuovo maggior amore per Me e la cosciente richiesta del Perdono della colpa procura poi anche la piena Redenzione, a cui può ora anche seguire “l’Effusione dello Spirito”. Questa dischiude ora all’uomo un sapere ed i prossimi possono ora prendere la giusta conoscenza del divino Redentore Gesù Cristo ed anche loro darsi liberamente a Lui, per diventare liberi da qualsiasi colpa. Il giusto sapere su Gesù Cristo e la Sua Opera di Redenzione può essere guidata alla Terra sempre soltanto attraverso il Mio spirito e questo avverrà anche sempre e tutte le nuove generazioni ne prenderanno conoscenza, perché si devono lasciar redimere da Lui tutti gli uomini che vogliono di nuovo ritornare a Me, perché tutti gli uomini devono conoscere e riconoscere Me Stesso in Gesù, perché tutti gli uomini devono trovare il Perdono, perché Io Sono morto sulla Croce per tutti gli uomini che passeranno su questa Terra sulla via del ritorno a Me.

Amen

Traductor
Traducido por: Ingrid Wunderlich