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Es inminente el suceso de la naturaleza

Ya en breve tiempo experimentaréis la Verdad de Mis Palabras, pues Yo me manifestaré por medio de las fuerzas naturales, como incesantemente os he anunciado. Y no podréis desoír Mi Voz, pues ella resonará potente, alarmando el mundo. El suceso será por cierto local, pero en una escala tan monstruosa, que cada uno se asustará cuando sea informado. Pues al principio será cortada toda comunicación a la extensión de tierra que ha sido afectada. Un silencio lúgubre estará sobre la zona de la catástrofe, porque todas las comunicaciones están rotas tanto tiempo, hasta que el primer horror haya pasado. Y después el mundo se enterará de lo que ha sucedido, antes que él tenga noticia de que algo espantoso ha acaecido. La humanidad tiene que ser hablada por Mí de forma tan severa, porque ella no admite y se cierra a la alocución que suena baja, porque los hombres no dan crédito a Mis Palabras que les llegan desde lo alto y por Mis mensajeros les son transmitidas. Yo me tengo que manifestar por lo tanto, de tal modo, para que Mi Voz no pueda ser desoída. Y Yo tengo que dejar que a los hombres les sobrevenga un juicio, en el que muchos hombres caerán victimas, mas los que, sin embargo, podrán vivir Mi Amor y Gracia por terminar su vida con antelación.

Y por eso reconoced la Verdad de Mis Palabras y dejad pues, que vuestra voluntad esté activa, pues ella se decidirá libremente, también después de la catástrofe, pues Yo no lo obligo a que él se dirija a Mí.

Pero el espantoso suceso natural puede contribuír a que los hombres me encuentren, porque la desgracia es demasiado grande y por ninguna parte es evidente una salvación. Pero lo que parece imposble, me es a Mí posible. Y si el hombre piensa en eso y me llama a Mí en el espíritu y en la verdad, entonces él podrá también vivir cosas milagrosas. Yo me manifestaré a él tan evidentemente, que él reconocerá el Poder y el Amor también de su Creador y Dios y ahora se dirigirá a Mí en la fe más profunda y en humilde sumisión.

Ningún medio perdono Yo que aún me pueda restituír almas, pero Yo se también qué difícil es obtenerlas y por eso se tienen que emplear medios extraordinarios de salvación, que a vosotros hombres os parecen crueles y son, sin embargo, tan sólo una Obra de Amor por parte de Mí, para salvar precisamente a aquellas almas de las que Yo conozco su estado o condición. Y a éstas no quiero Yo dejar caer en las manos de Mi enemigo, el que les causará un destino mucho peor, que pueda ser el mayor sufrimiento terrenal.

Creédlo, vosotros hombres, que a Mí sólo me induce siempre Mi Amor, en lo que pueda suceder, en lo que sea permitido por Mí. Yo me cuido del destino de cada uno, ninguno es insignificante para Mí o poco maduro, de todos me preocupo Yo, que en este tiempo pasa por la tierra como hombre, porque Yo quiero ayudaros al último acabamiento o perfección en la tierra, porque Yo quiero preservaros de la suerte de la nueva proscripción y Yo quiero conseguir tan sólo, que dirijáis a Mí siempre vuestros pensamientos, para que escapéis de la última ruina o perversión, de ser nuevamente engendrados en el interior de las nuevas creaciones de la nueva tierra. Y por muy espantosa que pueda ser para los hombres Mi Intervención, para los hombres de la zona de tierra afectada, Mi Amor a vosotros lo justifica, pues visto espiritualmente es sólo un acto de rescate, ningún acto de condenación. Lo que terrenalmente se os pierda, es insignificante comparado con la ganancia que vuestras almas pueden realizar.

Y si tuvieraís que entregar vuestra vida, entonces podéis también contar con Mi Compasión, la que en el reino del más allá os crea oportunidades de poder llegar a la Luz y de subir a lo Alto. Pues en la tierra os hubieséis caído con seguridad en Mi adversario, y de eso debéis ser preservados, los que Yo conozco como fácilmente transformables. Pues corto es el tiempo hasta el fin, y ese fin vendrá no mucho después. Sin embargo Yo os quiero dar antes aún una señal, una última exhortación y un aviso último, el que será, por cierto, muy doloroso en la vida de innumerables hombres, interviniendo en ella, pero que ha de fortalecer la fe en Mi Palabra, para que se preparen al fin del mundo, el cual seguirá no mucho después.

Amén

Traductor
Traducido por: Pilar Coors

L’avvenimento della natura in arrivo

In un tempo già previsto verrete a sapere la Verità della Mia Parola, perché Mi manifesterò attraverso le potenze della natura, come ve l’ho annunciato continuamente. Non potrete non sentire la Mia Voce, perché risuona in modo imponente e mette il mondo in subbuglio. L’avvenimento sarà ben limitato nello spazio, ma di una tale immensa portata, che ognuno si spaventerà, appena ne viene informato. Inizialmente ogni collegamento sarà tagliato verso i tratti di paese che non vengono colpiti. Giacerà un inquietante silenzio sulla regione della catastrofe, perché tutti i collegamenti sono interrotti fino al momento che sia passato il primo orrore. Poi il mondo verrà a sapere che cosa è successo, prima che abbia l’informazione che si è svolto qualcosa di terribile. L’umanità però deve essere presa da Me duramente, perché si chiude al Discorso che risuona più piano, perché gli uomini non danno credibilità alla Mia Parola che giunge loro dall’Alto e viene trasmessa attraverso i Miei messaggeri. Per questo motivo Mi devo esprimere in modo che la Mia Voce deve essere sentita. Devo far venire un Giudizio sugli uomini al quale molti cadranno vittima, i quali però sperimenteranno il Mio Amore e la Mia Grazia per via della loro vita terminata anzitempo.

E così dovete riconoscere la Verità della Mia Parola e far diventare attiva la vostra volontà, perché questa si potrà decidere liberamente anche dopo questa catastrofe, perché Io non costringo ciò che si rivolga a Me. Ma il terribile avvenimento della natura può contribuire, affinché gli uomini Mi trovino, perché la miseria è ultragrande e da nessuna parte si vede una salvezza. Quello che però sembra impossibile, è possibile per Me. E se l’uomo se lo ricorda e Mi invoca nello Spirito e nella Verità, allora potrà anche sperimentare qualcosa di meraviglioso. Mi rivelerò a lui in modo così visibile, che riconosce la Potenza ed anche l’Amore del suo Dio e Creatore ed ora si rivolge a Me nella più profonda fede ed umile rassegnazione.

Io non lascio nulla di intentato di ciò che può ancora riportare a Me le anime, ma sò anche, quanto sono difficili da conquistare e perciò devono essere impiegati dei mezzi insoliti di salvezza, che per voi uomini sembrano crudeli e sono comunque soltanto un Agire d’Amore da Parte Mia, per salvare appunto ogni anima, di cui conosco la situazione; non le voglio lasciar cadere nelle mani del Mio avversario, che prepara loro una sorte molto peggiore di come può essere la più grande sofferenza terrena.

Credetelo, voi uomini, che Mi spinge sempre soltanto il Mio Amore e qualunque cosa succede, è anche concesso da Me. Mi interessa ogni destino, nessuno è meno o più immaturo per Me, Mi preoccupo di tutti voi che camminate come uomo sulla Terra, perché vorrei aiutarvi all’ultimo perfezionamento prima del distacco e che voglio sempre soltanto ottenere, affinché rivolgiate i vostri pensieri a Me, affinché sfuggiate all’ultima rovina, di essere di nuovo generati nelle Creazioni della nuova Terra. Per quanto possa essere orribile il Mio Intervento per voi uomini dei tratti di Terra colpiti, il Mio Amore per voi lo giustifica, perché visto spiritualmente è soltanto un Atto di Salvezza, nessun Atto di condanna.

Quello che perdete sulla Terra, è insignificante di fronte alla conquista, che le vostre anime possono raggiungere. Se dovete lasciare la vostra vita, allora potete anche contare sulla Mia Compassione, che nel Regno dell’aldilà vi creerà delle occasioni di arrivare alla Luce e di salire in Alto. Sulla Terra sareste caduti con sicurezza al Mio avversario, e da questo dovete essere preservati, voi che riconosco ancora di poter cambiare. Il tempo fino alla fine è solo breve e questa fine verrà non molto tempo dopo. Ma prima vi voglio ancora dare un segno, un ultimo Ammonimento ed Avvertimento, perché interverrà molto dolorosamente nella vita di innumerevoli uomini, affinché si preparino alla fine, che seguirà non molto dopo.

Amen

Traductor
Traducido por: Ingrid Wunderlich