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“El reino de los cielos sufre violencia....”

Así que dejadme daros una explicación de qué manera quiero que se entienda Mi Palabra: “El reino de los cielos sufre violencia, y sólo los que necesitan violencia la toman para sí....” Esto no significa el ejercicio de la violencia contra el prójimo, sino sólo la violencia sobre uno mismo, sobre los propios deseos, que ayuda al ser humano a poseer, a captura el reino de los cielos en toda su gloria. Esto no se le puede dar, sino que tiene que conquistarlo para sí mismo, tiene que luchar por el bien supremo, por la felicidad eterna.

Y mientras el ser humano permanezca en la Tierra, esta lucha tendrá que dirigirse a sus deseos físicos, cuyo cumplimiento es siempre un obstáculo para lograr el objetivo.... el desarrollo espiritual ascendente.... Quien quiera ganar en esta lucha tiene que hacerse violencia a sí mismo.... Y por eso tiene que luchar con su oponente, quien siempre le meterá los deseos corporales y los deseos por bienes terrenales, quien lo atraerá con el esplendor mundano y esplendor terrenal. Renunciar a todo lo que de esta manera se le ofrece requiere fuerza de voluntad, requiere violencia en uno mismo, en virtud de la cual ciertamente se apoderará del reino de los cielos, porque quien se sacrifica por Mí recibirá en la más rica medida, y lo que se le ofrece, lo que Yo le ofrezco es verdaderamente de un valor indescriptible.

El reino de los cielos nunca podrá llegar a seres humanos tibios y letárgicos, que no luchan sino que dejan que todo yaya como va.... que sólo demuestran su deseo por el reino de los cielos a través de palabras y deseos, pero que nunca convierten las palabras y deseos en acción. Y así ha llegado el momento en que es necesario utilizar más que nunca la violencia para que el reino de los cielos esté abierto a los seres humanos.... Pero Yo en Mi amor vengo hacia todos los que están luchando.... Yo les ayudo en la lucha contra ellos mismos, al reducirles las tentaciones de este mundo, mostrándoles la fragilidad y fugacidad de todo lo que desean y lo que requiere una dura lucha contra uno mismo para renunciar....

Yo conozco la debilidad del ser humano y evalúo su voluntad, por eso lo apoyo si solo quiere alcanzarme a Mí y a Mi reino, pero le falta la fuerza para usar su violencia contra sí mismo y sus deseos. Por eso no exijo más fuerza de la que él es capaz.... Le dejo pasar por dificultades terrenales para hacerle deseable a él el reino de los cielos, y si sólo quiere usar la más mínima fuerza, también logrará apoderarse del reino de los cielos. Pero su voluntad siempre debe volverse activa. Tiene que luchar contra sus deseos, tiene que aprender a todo lo mundano y, por tanto, sacrificar lo que le es querido.... y su fuerza y su voluntad no son suficientes para ello, Yo utilizaré la fuerza....

Lo atraigo hacia Mí y le quito a lo que él por sí mismo no quiere renunciar.... Y cuando se entrega a Mi voluntad, ha superado la lucha interior. También utilizo la violencia y se apoderó del reino de los cielos con Mi apoyo, el cual no niego a nadie que está dispuesto y Me lo testifique a través de su oración. El reino de los cielos está abierto para él, y una vez que haya completada su corta vida en la Tierra, será aceptado por Mí en Mi reino de gloria, como lo he prometido, y será eternamente feliz....

amén

Traductor
Traducido por: Hans-Dieter Heise

"Das Himmelreich leidet Gewalt...."

So lasset Mich euch eine Erklärung geben, in welcher Weise Ich Mein Wort verstanden haben will: "Das Himmelreich leidet Gewalt, und nur, wer Gewalt brauchet, reißet es an sich...." Es ist nicht eine Ausübung von Gewalt dem Mitmenschen gegenüber zu verstehen, sondern nur die Gewalt über sich selbst, über die eigenen Begierden, die dem Menschen zum Besitz verhilft, zur Einnahme des himmlischen Reiches in aller Herrlichkeit. Es kann ihm dies nicht gegeben werden, sondern er muß es sich erringen, er muß einen Kampf führen um das höchste Gut, um die ewige Seligkeit. Und solange der Mensch auf Erden weilt, wird dieser Kampf seinen körperlichen Begierden gelten müssen, deren Erfüllen immer hinderlich ist für die Erreichung des Zieles.... geistige Aufwärtsentwicklung.... Wer siegen will in diesem Kampf, der muß sich selbst Gewalt antun.... Und also muß er kämpfen mit seinem Gegner, der in ihn stets körperliche Begierden, das Verlangen nach irdischen Gütern, hineinlegen wird, der ihn also locket mit weltlicher Pracht und irdischem Glanz. Auf alles zu verzichten, was ihm solcherart geboten wird, erfordert eine Willensstärke, es erfordert Gewalt an sich, kraft derer er aber ganz gewiß das Himmelreich an sich reißen wird, denn wer Mir zuliebe opfert, der empfängt in reichstem Maße, und was ihm geboten wird, was Ich ihm biete, ist wahrlich von unbeschreiblichem Wert. Nimmermehr kann das Himmelreich kommen zu Menschen, die lau und träge sind, die nicht ringen, sondern alles ihren Gang gehen lassen.... die durch Worte nur und Wünsche ihr Verlangen nach dem Himmelreich bezeugen, die aber nimmermehr Worte und Wünsche zur Tat werden lassen. Und also ist die Zeit gekommen, wo mehr denn je Gewalt angewendet werden muß, soll das Himmelreich den Menschen offenstehen.... Doch Ich komme in Meiner Liebe allen Kämpfenden entgegen.... Ich helfe ihnen im Kampf gegen sich selbst, indem Ich ihnen die Verlockungen dieser Welt verringere, indem Ich ihnen die Hinfälligkeit und Vergänglichkeit alles dessen vor Augen stelle, was sie begehrten und was aufzugeben einen harten Kampf wider sich selbst erfordert.... Ich weiß um die Schwäche des Menschen und bewerte seinen Willen, ihm also beistehend, so er nur Mich und Mein Reich erringen will, es ihm jedoch an Kraft mangelt, Gewalt anzuwenden wider sich selbst und seine Begierde. Und so fordere Ich nicht mehr Anwendung von Gewalt, als er fähig ist.... Ich lasse ihn durch irdische Not gehen, um ihm das Himmelreich begehrenswert zu machen, und so er nur die geringste Gewalt anwenden will, wird es ihm auch gelingen, das Himmelreich an sich zu reißen. Doch immer muß sein Wille selbst tätig werden. Er muß gegen seine Begierden ankämpfen, er muß alles Weltliche verachten lernen und also opfern, was ihm lieb ist.... und so seine Kraft und sein Wille dazu nicht ausreicht, wende Ich Gewalt an.... Ich ziehe ihn zu Mir und nehme ihm, was er von selbst nicht aufgeben will.... Und so er sich ergeben in Meinen Willen schickt, hat er den innerlichen Kampf bestanden. Er hat gleichfalls Gewalt angewendet und das Himmelreich an sich gerissen mit Meiner Unterstützung, die Ich keinem versage, der willig ist und Mir durch sein Gebet dieses bezeuget. Ihm steht das Himmelreich offen, und so er die kurze Erdenlebenszeit zurückgelegt hat, wird er aufgenommen von Mir in Mein Reich der Herrlichkeit, wie Ich es verheißen habe, und er wird ewig selig sein....

Amen

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This is an original publication by Bertha Dudde