Sólo lo bueno vencerá en la última lucha, porque estará en conexión directa con Dios y podrá resistir hasta el final. Lo malo, sin embargo, se inclinará hacia el adversario, será atrapado por él y arrastrado a las profundidades del abismo. Esto será el final de un período de redención y al mismo tiempo el principio de otro nuevo, para que continúe el desarrollo del §§espíritu todavía preso en la materia§§ en una nueva época que de nuevo empezará con el paraíso en la Tierra.
Lo bueno que saldrá vencedor de la última lucha - o sea, los hombres que viven el amor a Dios y al prójimo, recibirán la recompensa por su perseverancia y fidelidad a Dios, porque les espera una vida en la Tierra en plena paz.... una vida en la que los sufrimientos serán sustituidos por la bienaventuranza. Llevarán una vida en la armonía de sus almas y plena concordia entre ellos, el uno dando amor al otro, y recibiendo por tanto el Amor de Dios que, siendo el Amor eterno, morará entre ellos.
El enemigo de sus almas ya no tendrá poder para acosarlos, porque junto con sus secuaces estará proscrito por mucho tiempo y no tendrá más influencia sobre los hombres que vivan en la nueva Tierra en conexión con Dios.
Ellos no conocerán el temor ni la duda porque estarán en la Luz y en la comprensión, como consecuencia de su vida llena de amor; pues, estarán en un estado de perfección que también les asegurará la entrada en Reino de la Luz.
A estos hombres todavía les está dado cierto tiempo en la Tierra, porque están destinados a formar la base para la nueva generación humana que ha de poblar la nueva Tierra. Los habitantes de esta sólo pueden ser hombres buenos que han abandonado totalmente toda tendencia materialista, porque han reconocido a Dios y le aman de todo corazón, y conocen por tanto su misión en la Tierra y su última meta.
Dios podrá acercarse a ellos visible e invisiblemente, y en su Palabra podrá morar continuamente entre ellos, enseñándoles e iluminando su espíritu, porque no le opondrán la menor resistencia ni por su voluntad ni por pensar de manera materialista. Mientras este estado persista entre los hombres de la nueva Tierra, mientras ellos, en estrecha unión con Dios, se nutran de la fuerza y bienaventuranza divinas, habrá en la Tierra un verdadero paraíso donde vivirán los hombres felices sin sufrimientos ni miseria.
Sin embargo, después de un largo tiempo, también este estado sufrirá un cambio - cuando la materia vuelva a seducir a los hombres que se habrán vuelto tibios en su amor a Dios.... Entonces los hombres mismos facilitarán al adversario de Dios que los capte, porque al buscar de nuevo la materia se someterán a aquel que está preso en ella. Este se aprovechará de esta situación e intentará seducir la voluntad de los hombres en favor de la materia, apartándolos de Dios. Pues el hombre no puede anhelar a ambos a la vez; siempre tendrá que abandonar lo uno a causa de lo otro.
En esto existe el peligro de que los hombres vuelvan a apegar su corazón a la materia, abandonando a Dios.
De modo que otra vez volverá a empezar la lucha de la Luz contra las tinieblas - la lucha de las fuerzas adversarias de Dios para obtener el poder sobre los hombres. Pero también los seres de Luz lucharán por estas almas, y siempre será asunto del libre albedrío del hombre que decidirá cuál será el poder que vencerá, hasta que la furia de Satanás vuelva a dominar, con lo que de nuevo llegará el final de un período de redención....
Amén.
TraductorNur das Gute bewähret sich im letzten Kampf, denn es steht in direkter Verbindung mit Gott und wird also Widerstand leisten können bis zum Ende. Das Böse aber neigt sich dem Gegner Gottes zu, wird von ihm erfaßt und in die Tiefen des Abgrundes hinabgezogen. Dies ist das Ende einer Erlösungsperiode und gleichzeitig der Anfang einer neuen, auf daß die Aufwärtsentwicklung des unfreien Geistigen seinen Fortgang nimmt in einer neuen Zeitepoche, die wieder mit dem Paradies auf Erden beginnt. Denn das Gute, das siegreich aus dem letzten Kampf hervorgehen wird, d.h., die Menschen, die in der Liebe zu Gott und zum Nächsten stehen, werden den Lohn ihrer Beharrlichkeit, ihrer Treue zu Gott, nun davontragen, indem ihnen ein Erdenleben in tiefstem Frieden beschieden ist, wo Leid und Kummer verbannt und Seligkeit an deren Stelle getreten ist. Sie werden in Harmonie ihrer Seelen ein Leben voller Eintracht führen, gegenseitig sich Liebe geben und daher ständig Liebe empfangen dürfen von Gott, Der als ewige Liebe mitten unter ihnen weilt. Sie können nicht mehr vom Feind ihrer Seelen bedrängt werden; denn dieser ist mit seinem Anhang gebannt auf lange Zeit, und also kann er keinen Einfluß mehr ausüben auf die Menschen, die Gott-verbunden leben auf der neuen Erde. Sie kennen keine Furcht, keinen Zweifel, denn sie stehen im Licht, im Wissen, als Folge ihres Liebelebens. Und dieser Zustand ist ein Zustand der Vollkommenheit, der auch das Eingehen in das Lichtreich sichert. Doch noch ist ihnen eine Zeit auf Erden gegeben, weil sie den Stamm bilden sollen für das neue Menschengeschlecht, das diese neue Erde beleben soll. Und es können nur gute Menschen die Bewohner der neuen Erde sein, denn sie haben jeglichen Hang zur Materie abgelegt, weil sie Gott erkannt haben und Ihn lieben aus tiefstem Herzen und folglich auch wissen um ihre Erdenaufgabe und ihr letztes Ziel. Ihnen kann Gott Sich nun nahen sichtbar und unsichtbar, Er kann im Wort ständig unter ihnen weilen, Er kann sie belehren und ihren Geist erhellen, denn sie setzen Ihm keinerlei Widerstand entgegen durch ihren Willen oder der Materie zugewandtes Denken. Und solange dieser Zustand unter den Menschen auf der neuen Erde ist, solange sie in inniger Gottverbundenheit sich Kraft und Seligkeit holen von Ihm Selbst, so lange wird es auch ein Paradies bleiben, wo selige Menschen wohnen, denen Leid und Not fernbleiben. Doch auch dieser Zustand wird eine Änderung erfahren, jedoch erst nach langer Zeit.... Dann wird die Materie wieder ihren Reiz ausüben auf die Menschen, die lauer werden in ihrer Liebe zu Gott.... Und dann geben die Menschen selbst dem Gegner Gottes das Recht, sie zu bedrängen, denn durch das Anstreben der Materie wenden sie sich selbst dem zu, der in der Materie gebunden ist. Und er nützet dies, er sucht den Willen der Menschen stets mehr und mehr der Materie zuzuwenden und von Gott abzudrängen. Denn beides zugleich kann der Mensch nicht anstreben.... Immer wird er das eine um des anderen willen aufgeben müssen, und darin liegt die Gefahr, daß die Menschen wieder ihr Herz an die Materie hangen und Gott verlassen. Und es beginnt wieder der Kampf des Lichtes gegen die Finsternis.... es beginnt das Ringen der Gott abgewandten Kräfte um die Macht über die Menschen. Doch auch die Lichtwesen ringen um deren Seelen, jedoch immer wird der Wille des Menschen selbst entscheiden, welche Macht Oberhand gewinnt, bis wieder das Wüten des Satans offensichtlich wird und wieder das Ende einer Erlösungsperiode gekommen ist....
Amen
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