3775 Palabras del Padre llenas de Amor
19 de mayo de 1946: Libro 48
Vosotros permanceréis en Mi Protección hasta el fin de vuestra vida y por eso que nada os asuste, que ninguna cosa os haga estar miedosos, y, que nada os parezca insuperable, si habéis obtenido una vez la fe en Mi Fuerza, Amor y Sabiduría.
¿Quien os podría proteger si no Aquel, Quien es en Sí el Amor? – Quien para ello tiene el Poder y quiere atraeros a Sí? Y por eso me encargo Yo también y os aparto la desgracia terrena si estáis llenos de fe.
Y por eso no temáis. Soportad todo con paciencia y sumisión por Mi Voluntad, y en Mi Voluntad, y sabed que es necesario para la salud de vuestra alma, pero que Yo no os impongo más de lo que podéis soportar y que en todo tiempo os asisto protegiendo y ayudando, si vosotros solos no sois ya más dueños de vuestra situación.
También está motivado en Mi Amor sólo que Yo no pueda apartar de vosotros por completo la desgracia, pues el tiempo hasta el fin es corto. Y Yo quiero abriros a vosotros que sois Míos, la Vida Eterna con toda su Gloria y, vuestras almas purificarlas así, para que estén maduras para el Reino espiritual.
Si sufrís, tened sólo Mi Amor ante vuestros ojos, el cual es inconmensurable y quiere ayudaros en el último lapso de vuestra vida terrenal a la liberación total. Y soportaréis todo más fácilmente y aprendéis a amarme cada vez más entrañablemente, porque Mi Amor os atrae poderosamente. Pero no os abandonaré eternamente.
Quitarle a la humanidad la desgracia significa la perdición completa por tiempos infinitos, pero Yo quiero salvar aún, lo que no se sustraiga a Mi Ayuda llena de Amor. Y vosotros tenéis que vivir ese tiempo de calamidad, aunque vosotros no la necesitéis en la misma cantidad que ellos, sin embargo ella tendrá efectos bienhechores para vosotros, y una vez la reconoceréis como una Gracia especial de Mí.
En cuanto no me eliminéis de vuestros pensamientos, será la gran desgracia para vosotros también soportable, pues Mi Yugo es suave y Mi Carga ligera. Y Mi Palabra es Verdad. Si Yo Mismo os prometo Mi Ayuda, si Yo quiero ayudaros en todo momento a llevar vuestra cruz, puesto que me lo suplicáis, no necesitáis temer que os desmayaréis bajo el peso que Yo os he cargado por Amor a vosotros mismos.
¡Llamádme en la desgracia y Yo estoy siempre dispuesto a ayudar! Creed en Mí, y el vigor de la fe la conjurará al istante. Y sabed que solamente sufriréis si vuestra fe es demasiado débil.
Por eso luchad y orad imperturbables por una fe vigorosa y venceréis toda desgracia, y vuestro fin será un fin feliz.
Amén
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