3263 Las maravillas de la creación.... Lenguaje de Dios....

21 de septiembre de 1944: Libro 42

Las maravillas de la creación de la naturaleza generalmente no impresionan a los humanos porque siempre se repiten de manera regular y esto hace que las maravillas de la naturaleza sean algo cotidiano a lo que prestan poca atención. Estos humanos tampoco escuchan el lenguaje de Dios en la naturaleza, Que Se expresa a través de Su creación a todos los humanos y así Se da a conocer. Y, por tanto, no les resulta fácil creer que una Deidad esencial quiere darse a conocer a los humanos en las obras que de Ella han surgido. Porque como no prestan atención a las obras, tampoco se acuerdan del Creador de estas obras y, por lo tanto, carecen por completo de fe, es decir, carecen de una creencia convencida en un Dios todopoderoso, sabio y amoroso....

El desarrollo superior del alma es el primer y el último objetivo del ser humano en la Tierra y, por lo tanto, una vida terrenal que no haya aportado al alma un mayor grado de madurez ha sido vivida inútilmente, porque los éxitos terrenales no están en relación con la gracia de la encarnación como ser humano. Tampoco llegan a las maravillas de la creación, que fueron creadas por el sabio y amoroso Creador para un propósito específico.... es decir, los éxitos terrenales serían mínimos en relación con las cosas que fueron creadas con un propósito.

Sin embargo, quien ignora las maravillas de la creación no reflexiona acerca del significado y propósito de la creación porque no reconoce a un Creador, y a su vez no lo reconoce porque no toma en cuenta las obras de la creación. De lo contrario, inevitablemente tendría que llegar a la conclusión de que su vida terrenal le fue dada para lograr un objetivo. Ta pronto como se observan atentamente las creaciones naturales, se puede observar en ellas un constante desarrollo superior, lo que debería hacer pensar en los humanos que ellos mismos deben desarrollarse constantemente hacia arriba, si no quieren que su vida en la Tierra sea vivida en vano.

Observar la creación resulta inevitablemente en un juego de preguntas y respuestas en el que el ser humano es siempre él que pregunta, y Dios a través de la naturaleza es siempre Él que responde. Y tal diálogo tiene que proporcionar aclaración al humano que la desea seriamente. Porque Dios quiere darse a conocer a los humanos a través de la creación, quienes aún no Lo han reconocido de otra manera. Primero les muestra Su obra antes de revelarse como el Maestro de la obra. Y el ser humano puede reconocer muy bien en la obra la sabiduría infinita, la omnipotencia y el amor del Creador, y así también llegar a creer del cielo y de la Tierra. Y esta fe adquirida por uno mismo es incomparablemente más valiosa e inquebrantable que la fe que le transmiten sus semejantes, que primero debe convertirse en una fe convencida a través de la propia opinión.

Al contemplar las maravillas de la creación, al sumergirse profundamente en la naturaleza y sus maravillas diarios, el ser humano entra en conexión directa con el Creador Mismo y obtiene una visión de Su gobierno y obra y, por tanto de Su Ser, porque tiene amor, sabiduría y la fuerza en todo lo que le rodea, y el amor, la sabiduría y la omnipotencia son el epitome de Su Ser.... Y este Ser supremo y perfecto Se revela a los humanos a través de sus obras..... les permite echar un vistazo en éstas, por así decirlo, para que Él mismo pueda afrontarse en éstas a ellos, porque cada obra de creación debe tener un diseñador y un mantenedor como cuales Él Mismo quiere ser reconocido, porque el Creador se expresa en la obra, y su un humano mira una obra con atención, siempre tendrá que sacar conclusiones sobre el Creador y el Diseñador y también reconocerlo en Sus obras.

Pero si surgen y se crean obras que el ser humano no puede imitar con sus fuerzas, como lo atestiguan innegablemente las creaciones de la naturaleza, entonces hay que concluir que el Creador de estas obras dispone de una fuerza que es incomprensible para el humano. Entonces ahora tiene que poder afirmar la omnipotencia de Dios en lo más profundo del corazón.... Del mismo modo, el humano que mira las maravillas de la naturaleza también reconoce que todas las creaciones están basadas en la sabiduría más profunda, y de ellas también debe sacar conclusiones acerca del amor sobremanera grande de Dios a los humanos. Y así penetra lentamente en la verdad, y realmente no necesita que nadie le enseñe intelectualmente al respecto, porque un diálogo con Dios, un juego de preguntas y respuestas solo en la naturaleza le dará al humano un rico conocimiento con el cual podrá trabajar de nuevo.

Sólo entonces se da cuenta de que el creador tiene algo en mente con Su creación, por eso ahora piensa acerca del propósito y él trata, si piensa correctamente, vivir de acuerdo a este propósito, y entonces también es embargado por el gran amor de Dios y se le presenta la pura verdad. y así las maravillas de la creación contribuyen mucho a que el humano se convierta en un creyente vivo, porque la convicción interior debe ganarse de tal manera que el humano saque conclusiones, sopesa todo a favor y en contra y ahora tenga claridad mental.... Ahora le es una certeza más sólida que una roca, que pata sus semejantes sólo parece una leyenda, porque las maravillas de la naturaleza hablan por sí solas, dan testimonio de Dios, de Su Ser altamente perfecto, de Su amor, sabiduría y omnipotencia.... lo hacen creyente....

amén

Traducido por: Hans-Dieter Heise

Este comunicación no se menciona en ninguna folleto temático.

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