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The Ascension of Christ.... Transfiguration....

My life on earth was a path of love which I concluded with My death on the cross.... My body was on earth, that is, it was subject to all natural laws, My soul was with God, it lived a spiritual life and thereby became powerful enough to conquer the body, to likewise make it strive towards God which subsequently spiritualised soul and body, so that the external form sheltering God, the eternal Father in all fullness, was no longer an obstacle for His working. The external form could therefore no longer succumb to physical death, because only matter sheltering immature spiritual substances is mortal, i.e. changeable within itself, but not completely spiritualised substance. Hence soul and body were able to enter the spiritual kingdom in a perfect state, they were translucent and, being permeated by light and strength, were able to leave Earth, which was a process My disciples were allowed to witness as it occurred before their eyes, so that they were able to behold God’s glory in order to receive strength for their mission on earth which subsequently commenced for the sake of humanity’s redemption. Their task was to inform people of My act of Salvation, of My way of life, My teaching, of My excruciating suffering and death on the cross and of My resurrection and ascension.... And for this mission they had to be prepared, they had to live a life of love themselves, they had to be profoundly faithful, having recognised in Me the Father of eternity, they had to accept My teaching wholeheartedly within themselves in order to be able to pass it on; they had to be guided into truth in order to comprehend My sacrificial death, and thus they had to be living followers and able to preach with innermost conviction. And for this reason they were also allowed to witness My ascension on earth, the last sign of My glory, My divinity, I was able to give to them as a human being, which completed My life on earth but which must remain alive for My Own for as long as the world exists. For My transfiguration, as the fulfilment of My teaching, was indeed comprehensible to My disciples yet only understandable to people if they followed Me, lived a life of selfless love and thereby became able to grasp the truth and accept profoundly divine wisdom. When they know that the purpose of earthly life is the spiritualisation of soul and body and the result of it is brightest permeation by light they will also find My ascension credible. For this reason My only purpose of earthly life was the preaching of love, for this reason the Word became flesh, in order to show people the right way, to exemplify a life of love and to encourage them to follow Me.... Only love achieves a spiritualisation, and only love delivers the human race from death and awakens it to eternal life....

Amen

Translator
Translated by: Heidi Hanna

La Ascensión de Jesucristo... Transfiguración...

Mi Vida en la Tierra fue un transcurso en el Amor, al que concluí con mi muerte en la cruz... Mi cuerpo se encontraba en la Tierra, lo que quiere decir que estaba sometido a todas las leyes naturales. Mi Alma estaba con Dios y vivía una Vida espiritual, y así llegó a tener el Poder para hacer que el cuerpo se sometiera a ella y que este también acudiera a Dios. Así el Alma y el cuerpo quedaron espiritualizados, de modo que la envoltura exterior –la que contenía a Dios, el Padre de eternidades, en toda plenitud– ya no presentaba obstáculo alguno para que Él pudiera surtir Efecto. De modo que la envoltura exterior tampoco ya podía caer en la muerte corporal porque únicamente la materia que contiene algo espiritual inmaduro es mortal, o sea variable... pero no la sustancia completamente espiritualizada...

De modo que el Alma y el cuerpo podían entrar en el Reino espiritual porque eran perfectos, pues eran transparentes para la Luz. Y ahora, penetrados por Luz y Fuerza, podían dejar la Tierra atrás... un proceso que mis discípulos podían experimentar porque se desarrollaba directamente delante de ellos, para que pudieran contemplar la Magnificencia de Dios y para que recibieran Fuerza para su misión en la Tierra que ahora comenzó para la Redención de la humanidad.

Mis discípulos debían traer a los seres humanos el mensaje de mi Obra de Redención... de mi modo de Vida, mi Doctrina, mi Suplicio atroz y la muerte en la cruz, y de mi Resurrección y Ascensión... Y para esta misión mis discípulos tenían que estar preparados. Ellos mismos tenían que llevar un modo de Vida en amor, ellos mismos debían tener una fe profunda de haber reconocido en Mí al Padre desde eternidades... ellos tienen que haber absorto plenamente mi Doctrina, para que ahora también pudiesen comunicarla...

Ellos tenían que estar introducidos en la Verdad para poder asimilar el Sacrificio de mi muerte, de modo que tenían que ser sucesores vivos para poder predicar con la convicción más íntima. Por eso también debían experimentar mi Ascensión - la última señal de mi Magnificencia, de mi Divinidad, que Yo como hombre podía darles en la Tierra... y aunque la Ascensión marcó el fin de mi paso por la Tierra, debía mantenerse viva para los Míos mientras existiera el mundo.

Porque mi Transfiguración fue el Cumplimiento con lo que Yo predicaba, bien comprensible para mis discípulos - pero para los seres humanos sólo cuando me siguen, cuando llevan una Vida en amor altruista y así comprenden la eterna Verdad, asimilando Sabidurías divinas muy profundas. Sólo entonces también a ellos mi Ascensión les resultará comprensible... cuando saben que la espiritualización del alma y del cuerpo es la finalidad de la vida en la Tierra... y que el resultado es la recepción de Luz más brillante.

Por eso el objetivo de mi Vida en la Tierra fue únicamente el predicar el Amor... por eso la Palabra se hizo carne para señalar a los seres humanos el camino correcto, para darles el ejemplo de una Vida en Amor, y para estimularlos que me sigan. Porque únicamente el Amor logra una espiritualización pues únicamente el Amor redime la humanidad de la muerte y la despierta a la Vida eterna.

Amén.

Translator
Translated by: Ion Chincea