Wenn ihr die Gnade habt, von Mir angesprochen zu werden, so öffnet Ohr und Herz Meinen Worten, lasset sie eindringen und wirken in euch, und ihr wertet dann ein Geschenk aus in der rechten Weise und werdet den größten Segen davon erfahren. Ihr müsset nur jeglichen inneren Widerstand aufgeben, ihr müsset euch frei machen von Vorurteilen, ihr müsset es willig zulassen, daß euch Meine Stimme berührt, und ihr werdet es dann auch erkennen, von wem ihr angesprochen worden seid. Aber jeder Widerstand macht euch unfähig, dies zu erkennen. Es wird nicht zuvor schon der Glaube gefordert, sondern nur Aufgabe jeglichen Widerstandes. Aber der Glaube wird dann kommen, weil ihr die Wirkung Meiner Ansprache spüret. Und nur das möchte Ich erreichen, daß ihr Mir die Möglichkeit gebet, euch ansprechen zu können. Denn Ich zwinge euch nicht, es muß euer völlig freier Wille sein, Mich anzuhören oder auch den anzuhören, der als Mein Mittler euch Mein Wort bringt. Ich rede euch durch einen Menschen an, aber es sind nicht seine Worte, die ihr höret, sondern ihr höret Mich Selbst.... aber immer nur dann, wenn ihr euch nicht dagegenstellt, wenn ihr ohne Abwehr dessen Worten lauschet. Ihr Menschen könnet es alle noch nicht fassen, welche Liebe Mich dazu veranlaßt, euch anzusprechen.... Und ihr wollet es nicht glauben, daß Meine direkte Ansprache euer Ohr berühren kann.... Ihr könnet es euch nicht vorstellen, daß euer Gott und Schöpfer Verbindung sucht mit Seinen Geschöpfen.... Ihr wähnet diesen euren Gott fern, und ihr seid Ihm auch sehr fern, was euren geistigen Zustand betrifft.... Aber Ich suche diese Entfernung zu verringern, indem Ich euch anspreche und euch sage, daß ihr selbst euch Mir nähern müsset, daß euer Wille bestimmend ist, wie groß die Entfernung zwischen uns ist. Ihr selbst müsset die weite Entfernung zu verringern suchen, aber Ich helfe euch, und Ich gebe euch auch die Mittel an, die ihr nur anzuwenden brauchet, um euch wieder Mir zu nähern. Ihr habt euch von Mir entfernt, Ich aber bin jederzeit bereit, euch wieder anzunehmen, und Ich zeige euch Meine Bereitschaft dadurch, daß Ich zu euch rede, obwohl ihr euch im freien Willen von Mir abwandtet. Und ihr könnet Mich hören.... Ein ungewöhnliches Gnadengeschenk biete Ich euch an, und zwar deshalb, weil das Ende nahe ist, weil euch allen nur noch ein kurze Zeit vergönnt ist, um den Weg der Rückkehr zu Mir zurückzulegen, und weil ihr darum eilen müsset, damit euch nicht das Ende überrascht in noch weiter Entfernung von Mir. Immer zwar konnten die Menschen Meine Stimme vernehmen, in der Endzeit aber drückt sie lauter durch, weil auch der Lärm der Welt ungewöhnlich laut geworden ist und Meine Stimme leicht übertönen kann. Und darum werdet ihr Menschen auch ungewöhnlich angesprochen, indem Ich Mich einzelnen Menschen offenbare und ihnen den Auftrag gebe, für die Verbreitung Meiner Offenbarungen Sorge zu tragen. Denn es soll alles versucht werden, um die Herzen der Menschen anzurühren, denn was das Ohr allein vernimmt, hat keine Wirkung auf den Willen des Menschen, der enge Bindung mit Mir suchen muß, um noch in der kurzen Zeit bis zum Ende seine Erdenaufgabe erfüllen zu können. Es muß den Menschen eine offensichtliche Hilfe gebracht werden, denn sie sind alle schwach im Glauben.... Sie vermögen nicht, Mich Selbst und ihren engen Zusammenhang mit Mir zu erkennen, sie sehen nur die Welt und halten ihr Erdenleben für Selbstzweck, sie wandeln dahin unbewußt ihrer eigentlichen Erdenaufgabe, und sie scheiden von dieser Erde ohne jeglichen geistigen Erfolg. Aber Ich will, daß sie zum Leben gelangen in dieser kurzen Erdenlebenszeit, daß sie den Glauben gewinnen an Mich und um ihre eigentliche Bestimmung wissen. Und darum offenbare Ich Mich immer wieder und leite ihnen diese Kenntnis zu.... Und wenn sie Mich nur einmal zu sich sprechen lassen, werden sie es auch in ihren Herzen spüren, daß Ich sie liebe und ihnen nur verhelfen will zum Leben.... Wer aber Meine Diener abweiset, der weiset auch Mich Selbst ab, denn nicht diese Diener reden, sondern Ich rede durch sie. Wer sie aber anhöret, der weiß auch, daß er zum Leben gelangen wird, denn er empfängt gleichzeitig mit Meinem Wort auch die Kraft, in seinem Leben eine Wandlung vollführen zu können.... Er wird sich Mir zuwenden, er wird Mir näherzukommen trachten, und Ich werde ihn ziehen, sowie nur sein Blick Mir zugewendet ist. Und dann wird auch der Rückweg zu Mir gesichert sein, es wird die weite Entfernung sich stets mehr verringern, er wird sich innig Mir anschließen.... Er hat heimgefunden zum Vater und wird nun bei Ihm verbleiben ewiglich....
Amen
ÜbersetzerSi tenéis la Gracia de ser hablados por Mí, abrid de ese modo vuestro oído y corazón a Mis Palabras, dejad que ellas penetren y produzcan efecto en vosotros, y entonces aprovecháis una dádiva en la forma justa y experimentaréis de ellas la mayor bendición. Vosotros sólo tenéis que abandonar toda clase de oposición interior, tenéis que liberaros de prejuicios, tenéis que consentir en admitirla solícitos, para que Mi Voz os roce y toque, y entonces reconoceréis también de Quien sois hablados.
Pero toda oposición os hace incapaces de reconocerlo. No se pide primero la fe ya antes, sino solamente el abandono de toda clase de oposición. Pero depués vendrá la fe, porque sentís el efecto de Mi Alocución. Y eso solamente quisiera Yo conseguir, que me déis la posibilitdad de que pueda hablaros.
Pues Yo no os obligo, en plena libertad de voluntad tenéis que escucharme, o escuchar también a quien como mediador de Mí os lleva Mi Palabra. Yo os hablo a través de un ser humano, pero no son sus Palabras, las que oís, sino que me oís a Mi Mismo, pero solamente entonces, si no os ponéis en contra, si ponéis oídos a estas Palabras sin defensa.
Vosotros hombres no podéis comprenderlo todo, que el Amor me motiva a ello, a hablaros. Y vosotros no lo queréis creer, que Mi Locución directa pueda tocar a vuestro oído.
Vosotros no os podéis imaginar que vuestro Dios y Creador busque contacto con Sus criaturas. Creéis erroneamente a este vuestro Dios lejano, y vosotros estáis también de Él, también muy lejos, en lo que respecta a vuestro estado espiritual. Mas Yo trato de disminuír esta distancia hablándoos y os digo que vosotros mismos tenéis que acercaros a Mi, que vuestra voluntad es decisiva de qué grande es la distancia entre nosotros. Vosotros mismos tenéis que tratar de disminuír la gran distancia, mas Yo os ayudo, y os doy también los remedios que sólo tenéis que emplear, para acercaros de nuevo más a Mi. Vosotros os alejastéis de Mí, mas Yo estoy dispuesto a acogeros en todo tiempo de nuevo otra vez, y os muestro Mi Disposición de este modo en que Yo os hablo, aunque en libre arbitrio de Mi os marchastéis. Y vosotros podéis oírme a Mi.
Os ofrezco una merced de Gracias fuera de lo común, es decir por eso, porque el fin está próximo, porque a todos vosotros os está concedido corto tiempo tan sólo, para recorrer el camino de regreso a Mí, y porque por eso tenéis que daros prisa, para que el fin no os sorprenda en la gran distancia de Mí.
Siempre en verdad pudieron los hombres percibir Mi Voz, mas en el último tiempo logra ser más alta, porque también el ruído del mundo se ha hecho excesivamente alto y Mi Voz puede ligeramente dominarla. Y por eso vosotros hombres sois hablados también con exceso, manifestándome a hombres individualmente y dándoles la orden de que se cuiden por la divulgación de Mi Revelación. Pues debe intentarse todo, para que sean tocados los corazones de los hombres, pues lo que percibe únicamente el oído, no causa ningún efecto en la voluntad del hombre, el que tiene que buscar la unión íntima Conmigo, para que en el corto tiempo hasta el fin pueda cumplir su tarca en la tierra.
A los hombrs se les tiene que llevar una ayuda evidente, porque son todos débiles en la fe. Ellos no pueden comprenderme a Mi Mismo y su estrecha relación Conmigo, sólo ven el mundo y consideran su vida terrenal por el fin absoluto, caminan por ahí, inconscientes de sus real tarea terrena, y se van de esta tierra sin ninguna clase de éxito espiritual.
Pero Yo quiero que en este corto tiempo de vida terrenal alcancen la Vida, que obtengan en Mí la fe y sepan de su verdadero destino. Y por eso me manifiesto siempre de nuevo y les dirijo este conocimiento. Y si sólo una vez me dejan que les hable a ellos, notarán en sus corazones también, que Yo los amo y sólo quiero ayudarles a la Vida.
Mas quien rechaza Mi servidor, ese me rechaza a Mi Mismo también, pues no hablan los servidores, sino Yo hablo por ellos. Quien los escucha, sabe también, que él llegará la vida, pues él recibe simultaneamente con Mi Palabra también la fuerza para poder llevar a cabo en su vida una transformación. Él se dirigirá a Mí, él aspirará a acercarse más a Mí, y Yo lo voy a atraer, tan pronto como su mirada esté dirigida a Mí.
Y entonces estará asegurado el regreso a Mí, la larga distancia disminuirá más y más, él se juntará íntimamente a Mí. Él ha vuelto a Casa del Padre y permanecerá ahora junto a Él eternamente.
Amén
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