Unbegrenzt sind die geistigen Hilfsmöglichkeiten, und so sich der Mensch vollvertrauend den jenseitigen Kräften überläßt, wird er die größten Erfolge verzeichnen können. Der ernstliche Wille nach Vervollkommnung und der Ruf um den Beistand der guten geistigen Kräfte gewährleistet diese Erfolge, denn es ist ja dies die Tätigkeit der reifen Wesen im Jenseits, das unreife, unwissende, jedoch willige Erdenkind zu belehren, und also setzen nun diese Wesen das Erlösungswerk fort, indem sie dem suchenden und verlangenden Menschen jede Möglichkeit erschließen, zur Vollkommenheit zu gelangen. Und es könnte der Mensch nun ganz unbesorgt seinen Erdenweg gehen, so er tief gläubig ist und das Wirken der jenseitigen Kräfte anerkennt. Leider aber ist diese tiefe Gläubigkeit an den hingebendsten Beistand selten vorhanden, und mangelnder Glaube erschwert jeden Versuch oder schwächt den Erfolg. Und also muß dort, wo den jenseitigen Kräften durch mangelnden Glauben das Wirken erschwert wird, der Mensch unglaublich ringen, so er zur Erkenntnis kommen will. Er muß gleichsam alles das nun selbst tun, was ihm die geistigen Kräfte gern und freudig abgenommen hätten, er muß ständig bitten, daß er Kraft und Gnade aus Gott empfange. Es wird ihm diese nicht verwehrt werden, denn nun weiset Gott Seine Diener im Jenseits an, daß sie den Erdenkindern helfen und ihre Gedanken recht lenken. So gibt Gott Selbst dazu die Zustimmung, daß nun diese Wesen im Jenseits dem Menschen helfend beistehen, jedoch auch gänzlich unerkannt. Es erschwert dies aber außergewöhnlich den Vorgang der gedanklichen Übertragung, denn die Menschen führen einfach die Aufgabe nicht aus, die eine Höherentwicklung der Seele zur Folge hat.... Sie vernehmen nicht das göttliche Wort direkt.... sie benötigen dazu nur den Willen zu Gott, und so dieser stark ist, zerbricht er alle Hindernisse, und dann legt Gott Selbst ihm das Evangelium ins Herz. Glücklich kann sich jedoch der Mensch preisen, so er bewußt die Fühlungnahme mit den jenseitigen Wesen erstrebt und sich ihnen rückhaltlos anvertraut. Es genügt der leiseste Anruf, und es sind nun gleichsam diese Wesen verantwortlich für die Entwicklung des Menschen. Denn nun nützen sie dessen Willen in der Weise, daß sie selbst eintreten gedanklich in den Menschen und nun dieser nicht anders denken und handeln kann als die jenseitigen Wesen es wollen und daher sein Leben nun geistigen Erfolg eintragen muß. Es hat mit dem Anruf der Mensch schon seine Zustimmung gegeben, um die geistige Kraft wirken zu lassen, und er ist nun der Verantwortung enthoben, solange sein Herz zu Gott verlangt, d.h. der Wille ernstlich tätig geworden ist, Gott wohlgefällig zu leben. Dann muß er unweigerlich zur Höhe gelangen, und er lebt sein Erdenleben wahrlich nicht vergeblich....
Amen
ÜbersetzerLas posibilidades de ayuda espiritual son ilimitadas y si un hombre se entrega confiadamente a las fuerzas del más allá, podrá lograr el mayor éxito. La seria voluntad a la perfección y el llamado por ayuda de las fuerzas espirituales buenas garantizan estos éxitos, porque en esto consiste la actividad de los seres maduros en el más allá, en enseñar al niño terrenal inmaduro, ignorante pero dispuesto, y así estos seres ahora continúan la obra de Redención, abriendo todas las posibilidades para que el ser humano que busca y anhela alcance la perfección.
Y así, el hombre ahora podría recorrer su camino terrenal sin preocupaciones si es profundamente creyente y reconoce la obra de las fuerzas del más allá. Desafortunadamente, esta fe profunda en el apoyo más devoto rara vez está presente, y la falta de fe dificulta cada intento o debilita el éxito. Y así, donde el obrar de las fuerzas del más allá se ve dificultado por la falta de fe, el hombre tiene que luchar increíblemente si quiere llegar al conocimiento. Tiene que, por así decirlo, hacer por sí mismo todo lo que sus amigos espirituales hubieran hecho por él con ganas y alegría; ahora tiene que pedir constantemente para recibir fuerza y gracia de Dios;
Estas no se le negará, porque Dios ahora instruye a Sus siervos en el más allá para que ayuden a los hijos en la Tierra y guíen sus pensamientos correctamente. Así, Dios Mismo da Su consentimiento para que estos seres en el más allá ayuden a los seres humanos, pero también completamente desconocidos. Sin embargo, esto hace que el proceso de transferencias del pensamientos sea extremadamente difícil, porque los humanos simplemente no llevan a cabo la tarea que resulta en un mayor desarrollo del alma.... No escuchan la Palabra divina directamente.... Lo único que necesitan es la voluntad dirigida hacia Dios, y si esta es fuerte, rompe todos los obstáculos, y entonces Dios Mismo pone el Evangelio en su corazón.
Sin embargo, los humanos pueden considerarse felices si se esfuerzan conscientemente por entrar en contacto con los seres del más allá y confiar en ellos sin reservas. El más mínimo llamado es suficiente y estos seres ahora son responsables del desarrollo de los humanos. Porque ahora usan su voluntad de tal manera que ellos mismos entran mentalmente en el ser humano y ahora éste ya no puede pensar ni actuar de manera diferente a como lo quieren los seres del más allá y por lo tanto su vida ahora debe alcanzar el éxito espiritual. Con el llamado, el ser humano ya ha dado su consentimiento para dejar actuar el poder espiritual, y ahora queda relevada de responsabilidad mientras su corazón anhele a Dios, es decir, la voluntad se ha vuelto seriamente activa para vivir de una manera que le agrade a Dios. Entonces debe llegar inevitablemente a la cima, y ciertamente no vive su vida terrena en vano....
amén
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