Das Meer göttlicher Liebe ergießt sich fort und fort über alle Kreatur. Und wer da glaubet, vereinsamt zu sein, der achtet dieser Liebe nicht, die ihm tausendfach ersetzt, was er dahingibt oder entbehrt. Denn in der Liebe Gottes ist alles einbegriffen, Schutz und Fürsorge und ständige Begleitung auf allen Wegen. Die sich der göttlichen Liebe erfreuen, können sich nimmermehr vereinsamt fühlen, denn in der Verbindung mit dem Herrn, die jeder selbst herzustellen vermag, ist schon das Menschenkind der Einsamkeit enthoben, und nun einen ständigen Schutz und Hort zu finden wiegt alles irdische Glück auf, denn es überstrahlt die göttliche Liebe mit ihrem ewigen Feuer allen irdischen Glanz ums Tausendfache, geht doch von dieser Liebe ein Licht aus, unvergleichlich beglückend den, der in diesem Licht steht. Die lebendige Fühlungnahme mit dem göttlichen Herrn ist wie eine ununterbrochene Leitung zur Anode, und es bleibt der Mensch in ständiger Nutznießung der göttlichen Liebe so lange, wie er selbst den Kontakt hergestellt läßt. Es ist darum kein Mensch auf Erden so bedauernswert trotz allerlei Drangsalen, denn er hat immer die eine Vergünstigung, sich selbst Trost und Hilfe, Glück und Freude verschaffen zu können durch die Verbindung mit dem göttlichen Heiland, Der in Seiner unendlichen Liebe jedes Wesen bedenkt, verdienter- und unverdientermaßen, doch stets Liebe gebend in solcher Fülle, daß der Liebereichtum dem Erdenkind unbegrenzte Seligkeit schon auf Erden geben könnte, wenn er bewußt empfangen würde. Doch der Mensch ahnt die Kraft der göttlichen Liebe nicht.... ihm fehlt jegliches Verständnis für die umfassende Alliebe des göttlichen Schöpfers, er kennt nur den Begriff "Liebe" im zeitlichen Sinn, die jedoch überwiegend eine begehrende ist und selten nur gebende Liebe. Und so ist auch das Glücksgefühl weit mehr in der Liebe zum Besitz im Menschen entwickelt als im Verzichten und Geben. Doch wer die wahre Liebe kennenlernen will in ihrer tiefsten Beglückung, der muß sich erst aller Liebe zum Besitz entäußern, dann erst kann er die göttliche Liebe empfinden als das Köstlichste, was sein Herz empfangen kann. Sich selbst in der Liebe zu üben ist erstes und letztes Gebot.... und es erlöset sich der Mensch durch die Liebe, er wird frei und empfindet nun die Wonnen der Liebe, die ihm der Heiland Selbst schenkt.... die köstlich ist und unbegrenzt, die alle Wonnen des Himmels in sich birgt.... die lauter ist wie Gold und jegliches Geschöpf in hellstes Entzücken versetzt.... die nirgends und durch nichts ersetzt werden kann, die das Höchste ist, die ewige Glückseligkeit.... und doch wieder jedem zu Gebote steht, der nur nach der Liebe des Heilands verlangt....
Amen
ÜbersetzerEl mar del amor divino se derrama sobre todas las criaturas una y otra vez. Y el que cree estar solo, no presta atención a este amor, que le reemplaza mil veces lo que renuncia o lo que echa de menos. Porque en el amor de Dios está todo incluido, protección y cuidado y una constante compañía en todos los caminos. Los que disfrutan del amor divino nunca pueden sentirse solos porque en la conexión con el Señor, que cada uno es capaz de establecer por sí mismo, el niño humano ya está aliviado de la soledad, y ahora haber encontrado protección y refugio constante supera toda felicidad terrenal, porque el amor divino con su fuego eterno eclipsa mil veces todo esplendor terrenal, ya que de este amor emana una luz, deleitando incomparablemente a aquel que se para en esta luz.
El contacto vivo con el Señor divino es como una transmisión ininterrumpida al ánodo, y el hombre permanece en constante beneficiario del amor divino mientras el mismo mantiene el contacto. Es por eso que ningún ser humano en la tierra es tan digna de lástima, a pesar de todo tipo de dificultades, porque siempre tiene la ventaja de poder obtener consuelo y ayuda, felicidad y alegría para sí mismo a través de la conexión con el divino Salvador, Que considera a todos los seres en Su amor infinito, sea merecida e inmerecidamente, pero siempre dando amor en tal abundancia que la riqueza del amor ya podría dar al niño terrenal felicidad ilimitada en la tierra, si él recibiría conscientemente.
Pero el ser humano no tiene idea del poder del amor divino.... carece de toda comprensión del amor universal que abarca todo del Creador divino, él solo conoce el término “amor” en el sentido temporal, que, sin embargo, es predominantemente un amor que desea y rara vez sólo un amor que da. Y así, el sentimiento de felicidad está mucho más desarrollado en el amor de las personas por las posesiones que en la renuncia y el dar. Pero quien quiera conocer el amor verdadero en su más profunda felicidad, primero debe renunciar a todo amor por las posesiones, sólo entonces podrá sentir el amor divino como lo más precioso que su corazón puede recibir.
Educarse en el amor es el primer y último mandamiento.... y el ser humano se redime por el amor, se hace libre y ahora siente la dicha del amor, que el Salvador Mismo le da.... que es delicioso e ilimitado, que alberga en sí todos los deleites del cielo.... que es más puro que el oro y pone a cada criatura en el éxtasis más brillante.... que no puede ser reemplazado en ninguna parte ni por nada, que es la dicha más alta y eterna y, sin embargo, está disponible para cualquiera que desee solo el amor del Salvador amén
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