7992 La libre Voluntad del Hombre Jesús
15 de septiembre de 1961: Libro 84
Incluso mi Sufrimiento y mi muerte en la cruz hasta el final fueron un asunto de libre Voluntad, dado que Yo habría podido evitarlos .... Yo habría podido aplicar la Fuerza divina inherente a Mí para defenderme de todos los enemigos que querían ejecutar sus pensamientos de odio en Mí ....
La Obra que Yo he realizado la realizó mi propia Voluntad totalmente libre. Pues Yo estaba dispuesto a sufrir y a morir por mis prójimos, porque Yo como Hombre Jesús sabía de la espantosa miseria en la que se encontraba toda la humanidad a causa del pecado original, y como mi Amor quería ayudar a todos mis hermanos caídos, Yo mismo me ofrecí al Padre como víctima expiatoria ....
Yo de ninguna manera fui forzado a esto. Pues el Padre en Mí no determinó mi Voluntad - Yo actué libremente por mi propio Albedrío .... Y esto a Mí me resultó horriblemente difícil porque Yo veía de antemano todo lo que iba a suceder hasta que la Obra de Redención fuese totalmente llevada a cabo. Como Ser humano Yo luchaba con profunda angustia, y rezaba al Padre que alejara de Mí este cáliz .... A eso Yo fui fortalecido y me entregué totalmente al Padre. El Amor en Mí era inmensamente poderoso .... con lo que era el Amor eterno mismo que se hallaba en Mí, y por Él me dejé determinar en mi Obra; lo que habría sido imposible si mi Voluntad humana se hubiese opuesto. Me empujaba el Amor hacia la humanidad desgraciada y Yo la quería ayudar, y este Amor hizo que Yo aceptara sufrimientos tan enormes que vosotros los seres humanos no os podréis imaginar. Pero también la culpa con la que os cargasteis por vuestra apostasía de Dios era inconcebible. Y para saldar esta culpa, Yo como Hombre tuve que sufrir inmensamente y tuve que soportar la agonía de la crucifixión.
El Amor es Fuerza, y por eso perseveré hasta el final. Pues si no fuera así, de veras los Sufrimientos habrían sido suficientes para matar mi cuerpo antes del tiempo - si la Fuerza del Amor no hubiera capacitado mi cuerpo que Yo me cargase también con la muerte en la cruz y perseverase hasta que la Obra fuese consumada .... hasta que la Redención del pecado y de la muerte estuviese asegurada para todos los seres humanos que aceptan mi Sacrificio en la cruz y quieren obtener la Redención.
Y otra vez depende del libre albedrío del hombre mismo qué actitud toma hacia Mí y hacia mi Obra de Redención. Porque cada ser se había alejado de Mí dentro de su libre albedrío, y dentro de su libre albedrío debe volver a dirigirse hacia Mí, lo que sucede cuando –como ser humano– reconoce a Jesucristo y su Obra de Redención .... cuando me reconoce a Mí mismo en Jesús y libremente se entrega a Mí .... cuando traspasa su culpa a Mí y me implora perdón .... y cuando quiere volver a Mí, a Aquel de Quien una vez se había alejado voluntariamente.
Entonces el hombre aprovecha conscientemente de las Clemencias de mi Obra de Salvación y experimenta fortalecimiento de su voluntad debilitada, con lo que está asegurado de su regreso a su Casa paterna.
Los sufrimientos inconmensurables con los que Yo me he cargado como ser humano ni siquiera estaban proporcionados con la enorme culpa de lo Espiritual caído. Pero como el Hombre Jesús estaba lleno de Amor y quería soportar voluntariamente el mayor sacrificio entregando su Vida en la cruz, Yo me di por satisfecho con este Sacrificio y redimí toda la culpa por el gran Amor de Jesús, El que quería conseguir el regreso de sus hermanos caídos hacia Mí.
Yo me contenté con esto, con lo que también mi Justicia quedó satisfecha .... pues Yo no podía borrar ninguna culpa que se hubiese quedado sin expiación. Por eso también la Obra de la Redención tenía que ser llevada a cabo dentro de una Voluntad totalmente voluntaria. Yo no debía obligar a ningún ser a esta Obra expiatoria.
Y como el inmenso pecado de la apostasía de Mí había sido un delito en contra de mi Amor, también el acto expiatorio tenía que ser un Acto de Amor, porque únicamente el Amor podía expiar esta culpa tan inconmensurable. Este Amor moraba en el Hombre Jesús .... y Jesús le dio tanto espacio que Él estaba totalmente colmado de Amor, lo que luego le permitió realizar su Obra de Redención .... El Amor redimió la culpa .... el Amor colmó a un hombre completamente .... El Amor soy Yo mismo, con lo que Yo mismo me hallé en el Hombre Jesús; y Yo mismo sufrí y morí por la humanidad. Pero ante el hecho que Yo como Dios no podía sufrir, el Hombre Jesús se cargó con todos los sufrimientos.
Aun así Él lo hizo todo dentro del libre albedrío, dado que el Amor no obliga, sin embargo, voluntariamente está dispuesto a realizar los mayores sacrificios .... Y el Amor todo lo logra porque es una Fuerza poderosa que puede soportar las penas más grandes. Yo mismo, siendo el Amor eterno, colmaba al hombre Jesús, y así Yo surtía Efecto en Él y traje a los seres humanos la Redención del pecado y de la muerte.
Amén
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