6673 Preguntas sobre la concepción inmaculada y sobre las buenas características de las almas procedentes del Reino de Dios
20 de octubre de 1956: Libro 72
En toda desgracia mundana y aflicción espiritual voy a socorreros para que tengáis fe en mi Amor, mi Sabiduría y mi Poder. Porque Yo os amo infinitamente –a vosotros que sois criaturas Mías– y quiero también ganarme vuestro amor... Estoy al tanto de vuestros problemas, sé cómo remediarlos y también tengo el Poder para ello.
A los hijos que, confiados, se dirigen a su Padre para que Él se acuerde de ellos y les ayude, con mucho agrado Yo les demuestro mi Amor, mi Sabiduría y mi Poder. Voy a liberaros de desgracia mundana y de aflicción espiritual, sólo que en cuanto a de la desgracia mundana a veces os exijo tener paciencia; pues únicamente Yo sé por qué esta tenía que tocaros - y ya os liberaré de ella...
Pero aquel que se encuentra en aflicción espiritual, no tendrá que esperar mucho, porque con tan sólo invocarme para que me acuerde de él, ya estoy en disposición para ayudarle. Aflicción espiritual es debilidad anímica: voluntad debilitada, oscuridad del espíritu y dudas que siempre se repiten... aflicción espiritual es influencia y actuación por parte de mi adversario que frecuentemente se atreve a acosar precisamente a aquellos hombres que ya son Míos - a los que quiere recuperar y volver a subordinar a su poder...
Mientras el hombre viva en esta Tierra, mi adversario siempre procurará ejercer su influencia sobre él, pues siempre procurará debilitarle. Pero tan pronto que el hombre se dirija a Mí, él mismo rechaza al enemigo. Yo derramaré mi Fuerza sobre el hombre y le traigo Luz y reconocimiento... y correspondo a su petición de apartar la aflicción espiritual de él.
Conviene que sepáis que mi adversario está interesado en extinguir la Luz de la Verdad, la que por su claridad se manifiesta por todas partes y rechaza las tinieblas - el único territorio en el que mi adversario puede surtir efecto... De modo que este procurará extinguir la Luz pues procurará cubrirla con sombra, induciendo a los hombres preguntas llenas de dudas, y así procura turbar la Luz del reconocimiento.
Pero esto Yo no lo consiento, sino que mi Luz de la Verdad irradiará con tanta más Claridad, con lo que aquella Luz a la que el enemigo quería oscurecer iluminará la noche tanto más claramente. Y donde todavía haya una sombra, esta quedará absorbida por la Luz que surge de Mí, la que penetra todo, y en la que no puede perdurar nada oscuro.
De modo que la Eterna Luz misma os comunicará:
Vosotros que vivís en la Tierra –como también todo lo espiritual que ya pasó una vez como hombre por la vida terrenal– sois algo espiritual caído en otros tiempos - con pocas excepciones porque también hay seres de Luz que se encarnan en esta Tierra. De modo que también del Reino de Luz descienden seres a vosotros para ayudaros a salir de una gran desgracia espiritual.
Pero ahí debéis distinguir: Espíritus primarios que habían renegado de Dios, y espíritus primarios que se habían quedado con Dios - los primeros como séquito de mi adversario que se encuentran en las profundidades, y los otros que se han quedado conmigo en toda Perfección.
Además tenéis que distinguir: seres aún no perfeccionados que todavía portan en sí la voluntad del adversario pero que ya se han entregado a mi Voluntad, y que por eso todavía están expuestos a la influencia de mi adversario. Por eso también comprenderéis que a estos hay que ayudarles porque son demasiado débiles frente al enemigo. Así también os resultará explicable la misión de aquellos seres de Luz que, voluntarios, también se encarnan en la Tierra para ayudar a estos seres todavía demasiado débiles...
Y entonces también comprenderéis la misión del Hombre Jesús - El que, como tal Ser de Luz, quería llevar a cabo una Obra de Salvación que quebró el poder de mi adversario...
19 de octubre de 1956
Todos ellos eran hijos de mi Amor, tanto los seres que habían permanecido conmigo como también los seres caídos; pero todos estos no siguieron siendo iguales, dado que se habían vuelto diferentes: hubo seres que irradiaban Luz, y seres que no la tenían. Por lo tanto no podían permanecer en esferas iguales. De modo que para los unos de estos seres desiguales fue su estancia el “Reino de la Luz”, y para los otros el “reino de las tinieblas”.
Antes de la Venida de Jesús no había puente alguno entre estos dos reinos. Pero Jesús, un Espíritu angélico27 que se había quedado conmigo, estaba dispuesto a establecer este puente –y lo estableció– mediante una Obra de Misericordia extraordinaria...
Los seres que en tiempos remotos por su sublevación contra Mí habían perdido su perfección precisaban de ayuda, porque solos eran demasiado débiles –incluso con un puente establecido– porque también mi adversario disponía de mucho poder que podía aplicar a sus antiguos seguidores.
Pero también los seres que habían permanecido conmigo eran poderosos, porque se dejaban penetrar incesantemente por los rayos de mi Fuerza de Amor... de modo que la fuerza de un Espíritu angélico no caído habría sido absolutamente suficiente para lograr una victoria sobre mi adversario y arrancarle su séquito. Sin embargo una victoria lograda de esta manera habría imposibilitado el perfeccionamiento de los seres, porque esto habría contradicho a mi Ley del Orden eterno, dado que en este caso habría quedado desatendida la libre voluntad de todos los seres que en tiempos remotos, voluntarios, habían seguido a mi adversario...
Por eso hacía falta buscar un otro camino:
El Amor debía ofrecer un Sacrificio... y cada ser caído debía ser libre de servirse de este Sacrificio, deseando que sea dedicado también a él... Pero un sacrificio puede ser ofrecido sólo por un ser humano. Consta que un ser de Luz también puede tener la voluntad de sacrificarse a sí mismo, pero entonces tiene que realizar el sacrificio encontrándose en el estado de hombre, dado que como ser de Luz no puede sufrir. Además, un ser de Luz dispone de tanta Fuerza que de por sí todo le resulta posible, mientras que un hombre es un ser débil e imperfecto, sensible a sufrimientos y tormentos. Como tal tiene que producir una enorme fuerza de voluntad si se carga voluntariamente con tormentos y sufrimientos - y eso ni siquiera para conseguir algo para sí mismo sino para sus semejantes... algo que su amor quiere regalar a seres humanos que son desgraciados...
De modo que ese ser de Luz, debía ofrecer necesariamente en estado de hombre, un sacrificio para sus semejantes humanos - pues debía ser capaz de sufrir y morir... Y así, ahora comprenderéis que el Hombre Jesús no debía presentar ninguna clase de ventajas que le habría caracterizado como hombre extraordinario, a pesar de que su Alma era un Espíritu de Luz - un Alma que no había migrado por la Creación como las almas de los hombres28 - las de los hermanos caídos... Pero aun así, cuando este Alma se vistió con el cuerpo de carne –que, como el cuerpo de otros hombres, era una aglomeración de lo espiritual inmaduro–, estaba sujeta a las mismas sensaciones, ansias y pasiones que el Hombre Jesús debía aprender a superar en su vida terrenal. Porque además de la Salvación –el Perdón de la extrema carga de pecados–, su Misión también era la de dar a los hombres un ejemplo de la única forma de vida que les garantizaba el regreso a Mí.
De modo que si se pedía algo de hombres completamente deficientes, débiles y sujetos a pasiones, entonces estas exigencias también tenían que ser realizables. Y si el Hombre Jesús estaba dispuesto a servir de ejemplo, entonces debía reunir exactamente las mismas propiedades que sus semejantes humanos.
Ahí su Procedencia extraordinaria –como también la de los seres de Luz encarnados en la Tierra que quieren ayudar a los hombres– de ninguna manera ha de dar lugar a la suposición de que Él haya poseído aptitudes extraordinarias o ventajas con las que la lucha consigo mismo le habría resultado menos pesada - una lucha necesaria para lograr en la Tierra la conexión conmigo. Pues esta es la meta de cada hombre en la Tierra... y el Hombre Jesús fue el ejemplo de que este objetivo es realizable.
Todas las ventajas que Jesús llevaba como Espíritu de Luz, las sacrificó antes de su Encarnación como Hombre, porque de lo contrario su Obra no habría podido ser lo que es: un Sacrificio ofrendado por el Amor, cuya Bendición debía llegar a todos los hombres...
Nunca puede ser negado que Dios mismo ofrendó aquel Sacrificio, porque el Amor era determinante - el Amor que colmaba al Hombre Jesús de tal manera que Yo, Dios mismo, podía estar en Él... eso después de que Él como Hombre en su libre Voluntad se había formado de manera que Yo podía hospedarme en Él... Así Él me servía de Receptáculo, con lo que Él poseía Fuerza y Luz en toda Plenitud. Esto es de nuevo un proceso que no sólo podía realizarse en el Hombre Jesús sino que todos los seres humanos pueden y deben realizar en sí mismos, porque ahora estos tienen una Ayuda en el divino Salvador Jesucristo... Pues con su Obra de Redención Él como Hombre logró una dimensión de Gracia que ahora está al alcance de cada ser humano. El que se sirve de esta Gracia también llegará a la meta, porque en la Tierra también logrará la conexión conmigo pues podrá recibir Luz y Fuerza ilimitadamente.
20 de octubre de 1956
Pero aún vais a recibir más instrucción, porque mientras todavía surjan preguntas en vosotros es preciso que os lleguen las respuestas correspondientes. Y cuanto más profundamente anheláis una respuesta, tanto más rápidamente os llegará:
Las almas que están desarrollándose desde las profundidades, como última fase de su desarrollo en la Tierra tienen que enfrentarse a la encarnación como hombre. Con esta, el proceso de desarrollo en la Tierra ha terminado y el alma entra en el Reino espiritual - no importa en qué condición esta se encuentre al dejar atrás su envoltura corporal. Estas almas migran por el camino del Orden divino y, sirviendo, se liberan de la materia dura. Así, poco a poco, consiguen ascender a las Alturas.
Cuando almas de Luz descienden a la Tierra para su encarnación, es únicamente para cumplir con una misión... Estas almas obtienen el cuerpo humano inmediatamente, para a continuación poder cumplir con su camino por la Tierra como cualquier otro ser humano y para que también estén sometidas a todas las leyes naturales... con lo que también les toca luchar. De modo que su envoltura material les pondrá las mismas exigencias - una envoltura que está compuesta de sustancia espiritual todavía totalmente subdesarrollada, es decir, de partículas anímicas de un espíritu primario que en otros tiempos había caído y que todavía persiste completamente en su oposición contra Dios, y al que el alma aún tiene que suavizar y convertir, lo que siempre causará lucha.
El alma humana no es consciente de su estado de Luz original porque el cuerpo terrenal le produce el mismo oscurecimiento, sólo que en tal hombre el amor se encenderá más rápida e intensamente, de modo que también podrá despachar la oscuridad más rápidamente...
Tal alma de Arriba siempre dirigirá sus ojos hacia Arriba, a Dios, a Quien reconoce rápidamente. En general no necesita mucho tiempo para unirse con la Chispa divina que lleva en sí - la que ahora puede fácilmente influir sobre su alma... de modo que espíritu y alma pueden procurar influir en su envoltura... y eso con éxito...
Con el hecho que el alma toma su camino por la Tierra siempre se sobreentiende que tiene que luchar, porque en este mundo terreno-material continuamente tiene que vencer obstáculos para llegar a la meta espiritual. De modo que no hay alma que pudiera llegar a las Alturas sin tener que pasar sufrimientos - tampoco un alma de Luz, porque al comienzo de su encarnación se había dirigido a las profundidades, había entrado en un estado de dependencia, de debilidad y de falta total del entendimiento. De modo que esto siempre hay que tomarlo en consideración cuando el camino de un ser de Luz por la Tierra está considerado como si fuese más fácil...
El cuerpo terrenal es y sigue siendo una atadura para el alma hasta que esta le abandone. Pero también el cuerpo puede ser diferente: la carne puede estar todavía profundamente agarrada al pecado, es decir, que todavía puede incubar muchas de las características de Lucifer... si nace a partir del pecado... si sólo son propiedades satánicas las que dominan a los engendradores de una nueva vida.
Por otro lado, un ser recién despertado a la vida humana puede deber esta vida al amor profundo de una pareja de seres humanos, por lo que a aquel ser también pueden haberse transmitido sobre todo buenas inclinaciones, lo que se reflejará también en la envoltura... Pues esta contendrá un patrimonio importante, conforme al cual en su vida terrenal tendrá que luchar más o menos, y por eso alcanzará su meta también más dura o más fácilmente...
Pero ningún hombre pasará la existencia en la Tierra sin lucha... E incluso para un ser de Luz frecuentemente la vida terrenal resulta extraordinariamente difícil porque el alma, sin ser consciente del porqué, experimenta la existencia en el mundo terrenal como un tormento... pues por causa de su misión carga frecuentemente también con una suerte terrenal muy dura.
Por la caída de Adán el proceso de la procreación resulta desgraciado porque era contrario a la Voluntad de Dios - El que a la hora precisa quería dar su Bendición a la primera pareja de seres humanos... Fue Lucifer el que participó en la procreación del género humano, y nunca renunciará a este derecho que la voluntad de Adán le había facilitado... Pues cuando se trata de la creación de nueva vida, Lucifer siempre participará, a pesar de que el nivel de amor del hombre hasta cierto punto puede oponerse a él - si está solicitada la Protección de Dios contra él.
Ahora también os quedará claro que incluso Dios se opone a su adversario, cuando Él mismo se crea una envoltura corporal de la que cierto día quiere servirse, y la que ya a la hora del Nacimiento debía servirle de morada. Pues Dios mismo, en su procedimiento de surtir efecto, nunca tratará con su adversario; y tampoco permitirá que su adversario ocupe al portador natural29 de esta envoltura Suya... Porque consta que Él, el Dios y Creador desde eternidades que hizo que surgiera todo, El que a todo dio su destino, realmente tiene el Poder de proyectar afuera de Sí todo lo que quiera... De modo que también le resultará posible el hacer surgir un hombre sin el acto de procreación natural... con lo que también le resultará posible apartar a su adversario hasta que se haya realizado Su Voluntad.
Consta que Dios se aloja únicamente en una envoltura pura, dado que no se combina con algo impuro - lo que no excluye que el hombre en este reino de la imperfección –reino que pertenece al adversario de Él– esté expuesto a toda clase de tormentos... con lo que su camino por la Tierra no resulta menos penoso y conflictivo que él de sus semejantes. Pues sin lucha tampoco podría haber victoria...
Pero hacía falta vencer al enemigo de Dios, y consta que Jesús ha sostenido la lucha más pesada que jamás fue sostenida en la Tierra... y Él la ha aprobado como Hombre - no como Dios...
Amén.
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