Comparar anuncio con traducción

Otras traducciones:

Fuerza y Conciencia del Yo.... Capacidad de Pensar – Voluntad

Vosotros los seres humanos no podríais existir, si Mi fuerza no os inundase.... o también, que ni tampoco viviríais más, si el alma se escapara de vosotros, que es la fuerza que una vez irradia de Mí y la cual es la vida verdadera dentro de vosotros. Así que estáis vivificados por la fuerza divina que irradia de Mí como la fuente primaria de fuerza.

Para quienes no creéis en un Dios y Creador, vuestra vida corporal solamente es un suceso de acuerdo a la naturaleza, lo cual, sin embargo, no sois capaces de explicároslo, cosa que tampoco promueve demasiado vuestros pensamientos en especial y que más bien es bastante indiferente para vosotros y solo podría haceros reflexionar solo en la medida en que una vez debéis entregar vuestra vida en la tierra, que sois transitorios, si no creéis en una vida posterior.

Pero no podéis comprender, que la fuerza de Mí, la cual está dentro de vosotros como alma, funda realmente el verdadero ser humano y que además en el fondo de la razón misma, vosotros sois de la misma sustancia original que vuestro Dios y Creador. En esto no reflexionáis y por eso no valoráis tampoco vuestra vida terrenal, porque no sois consientes de vuestro propósito verdadero.

Originalmente cada hombre es una criatura divina, puesto que lo del “ser-humano” no es el principio de su existencia, sino la causa de una aberración sin límites de las criaturas una vez creados por Mí en toda perfección....

Pero siempre es la misma fuerza que fluye tanto por los seres creados desde el principio como también por los hombres y los hace viables.... solo eso, que la fuerza tiene una eficacia de diferentes grados tanto en los seres anteriores como en los hombres.... por lo tanto, la fuerza anterior era capaz de una actividad creativa ilimitada, mientras que, en el hombre debido a su resistencia, como consecuencia de su alejamiento de Mí, solo llega a tener una actividad más que mínima.

Pero por la voluntad del hombre mismo esta fuerza puede ser aumentada en cualquier momento, hasta que pueda operar de nuevo según Mí voluntad, si el hombre se perfecciona en la tierra.

De esto no saben los hombres y ellos no se ven muy diferentes de todas las obras de creación alrededor de ellos mismos, cuales también son sacados de Mi fuerza, de lo contrario no existirían. Pues no hay nada que no esté inundado por Mi fuerza, es sólo que las obras de creación están tanto tiempo sin conciencia del yo, hasta que las chispas de fuerza se hayan coleccionado para poder formar de nuevo un alma humana, y que luego posee de nuevo la conciencia del yo como antes.

Pero al mismo tiempo que la conciencia del yo, el hombre ha recuperado la capacidad de pensar y es ahora que se le permite al hombre de buena voluntad considerar los pensamientos ascendentes dentro de él, el uno con el otro.... Pero también hay una pequeñísima chispa de amor en él, que también es capaz de poder encender de nuevo una lucecita pequeña, y gracias a esto se pueden despertar nuevamente fuerzas divinas en él, las cuales poseyó una vez, y que perdió por su caída de Mí. Pues la fuerza que fluye a través de cada hombre.... Como criatura divina lleva sus efectos de una manera o de otra.

Sin embargo, la voluntad del hombre decide, si la fuerza está siendo usada por causa divina, y si es así, hay un aumento constante de la fuerza divina o solamente apunta a la conservación del cuerpo y es abusada nuevamente, como la vez cuando se produjo la caída de los seres de Mí. Porque estos seres no actuaban en voluntad divina, sino que opusieron su voluntad equivocada....

Sólo cuando el hombre es consciente plenamente de que es una criatura de Dios, y que, su existencia solamente está asegurada por el flujo de la fuerza divina, sabrá usar esta fuerza correctamente y luego saber tener cuidado en potenciar continuamente la afluencia de la fuerza divina. Entonces el hombre que aprende a amarme a Mí Mismo, va a actuar con amor, y estará cada vez con más fuerza, cuanto más actúa con amor.

Lo que veis alrededor de vosotros, todo es la fuerza de Mí, y por eso vosotros los hombres en vuestra sustancia de origen, también sólo podéis ser fuerza irradiada de Mí y esto deberéis pensarlo seriamente, que vuestro Creador, Quien está lleno de sabiduría, os ha dado a vosotros la vida por un bien con un propósito.... Pero que este propósito no sólo existe en logros terrenales y éxitos, eso ya debería decíroslo vuestro entendimiento por sí solo, y no deberíais dejar de preguntar y buscar el propósito de vuestra vida terrenal....

Tales pensamientos son demasiado importantes como para ser rechazados cuando aparecen en vosotros. Y quien los mueve seriamente dentro de sí mismo, no quedará sin respuesta ciertamente, lo que le será aceptable, incluso si sólo se está acercando mentalmente de nuevo.

Pero quien se mira tan marginalmente, que se ve a si mimo como un producto de la casualidad de las fuerzas naturales, no podrá registrar ningún éxito mental al final de su vida terrenal, él estará en el mismo estado como al principio de su encarnación como hombre o se habrá hundido aún más profundamente, porque en él persiste la misma resistencia en contra de Mí, la cual provoco la antigua caída de Mí.... Y esta resistencia no la voy a romper de forma forzada, pero él va a tener que sufrir tiempos infinitos hasta que una vez, por sí mismo, renunciará a esta resistencia y regresará a Mí.

Amen

Traductor
Traducido por: Meinhard Füssel

Kraft und Ichbewußtsein.... Denkfähigkeit - Wille....

Ihr Menschen würdet nicht bestehen können, wenn Meine Kraft euch nicht durchflutete.... oder auch, ihr würdet nicht mehr leben, wenn die Seele aus euch entflohen wäre, die von Mir einst ausgestrahlte Kraft ist und die das eigentliche Leben in euch ist. Also seid ihr von göttlicher Kraft belebt, die Mir, als dem Urquell der Kraft, entströmt ist. Für euch, die ihr nicht glaubet an einen Gott und Schöpfer, ist euer Leibesleben nur ein naturmäßiger Vorgang den ihr selbst euch zwar nicht erklären könnet, der auch eure Gedanken nicht sonderlich bewegt, der vielmehr euch gleichgültig ist und euch nur insofern nachdenklich machen könnte, als daß ihr einmal euer Erdenleben hingeben müsset, daß ihr vergänglich seid, wenn (da) ihr nicht an ein Fortleben glaubet. Daß jedoch die Kraft aus Mir, die als Seele in euch ist, das eigentliche Ichbewußtsein des Menschen begründet, könnet ihr nicht fassen, und daß ihr im Grunde des Grundes selbst das gleiche seid in eurer Ursubstanz wie euer Gott und Schöpfer, darüber denket ihr nicht nach, und daher wertet ihr auch euer Erdenleben nicht aus, wenn ihr euch nicht des eigentlichen Zweckes bewußt seid. Jeder Mensch ist ursprünglich ein göttliches Geschöpf, denn es ist das Mensch-Sein nicht der Beginn seiner Existenz, sondern erst die Folge einer grenzenlosen Verirrung der von Mir einst in aller Vollkommenheit erschaffenen Wesen.... Immer aber ist es die gleiche Kraft, die sowohl die erst-erschaffenen Wesen als auch die Menschen durchströmt und sie lebensfähig macht.... nur daß die Kraft in verschiedenen Graden in den einstigen Wesen wie auch im Menschen wirksam ist.... daß also einstens die gleiche Kraft zu unbegrenzter schöpferischer Tätigkeit fähig war, während sie im Menschen seines Widerstandes wegen.... der (als) Folge des einstigen Abfalles von Mir war.... nur zu ganz minimaler Tätigkeit gelangt. Doch durch den Willen des Menschen selbst kann jederzeit diese Kraft vermehrt werden, bis sie sich wieder ganz nach Meinem Willen wird betätigen können, wenn sich der Mensch vollendet auf Erden. Darüber wissen die Menschen nichts und sie betrachten sich nicht viel anders als alle Schöpfungswerke um sich selbst, die zwar ebenfalls Kraft aus Mir sind, ansonsten sie nicht bestehen würden. Denn es gibt nichts, was nicht von Meiner Kraft durchflutet ist, nur sind die Schöpfungswerke so lange ohne Ichbewußtsein, bis sich die einzelnen Kraftfunken zu einer menschlichen Seele gesammelt haben und dann also auch wieder das Ichbewußtsein besitzen wie ehedem. Zugleich mit dem Ichbewußtsein aber hat der Mensch die Denkfähigkeit zurückerhalten, und diese nun ermöglicht es ihm bei gutem Willen, die in ihm aufsteigenden Gedanken gegeneinander abzuwägen.... Aber auch ein winziges Liebefünkchen ist in ihm, das auch ein kleines Licht entzünden kann, und so auch können wieder göttliche Kräfte in ihm erweckt werden, die er einstmals besaß und durch seinen Abfall von Mir verlor. Denn die Kraft, die jeden Menschen.... als göttliches Geschöpf.... durchströmt, wirkt sich irgendwie auch aus. Der Wille des Menschen jedoch entscheidet, ob die Kraft nach göttlichem Willen angewendet wird und also ständige Vermehrung göttlicher Kraft erfolgt oder nur die Erhaltung des Körpers bezweckt und dann wieder mißbraucht wird, wie einstens, als der Abfall der Wesen von Mir stattfand, weil diese Wesen nicht nach Meinem Willen tätig waren, sondern ihren eigenen verkehrten Willen dagegensetzten.... Erst wenn sich der Mensch voll bewußt ist, daß er ein Geschöpf Gottes ist und also sein Bestehen nur durch das Durchströmen göttlicher Kraft gesichert ist, wird er diese Kraft auch recht zu nutzen sich bemühen und dann auch darauf bedacht sein, den Zustrom göttlicher Kraft ständig zu vermehren. Denn dann wird er auch Mich Selbst liebenlernen, er wird in Liebe wirken, und er wird stets mehr krafterfüllt sein, je liebetätiger er ist. Alles ist Kraft aus Mir, was ihr sehet um euch, und so auch könnet ihr Menschen in eurer Ursubstanz nur von Mir ausgestrahlte Kraft sein, und ihr solltet dies ernstlich bedenken, daß euer Schöpfer, Der voller Weisheit ist, euch eines Zweckes willen das Leben gegeben hat.... Daß dieser Zweck aber nicht nur in irdischen Leistungen oder Erfolgen bestehet, sollte euch schon allein euer Verstand sagen, und ihr solltet daher nicht aufhören, zu fragen und den Zweck eures Erdendaseins zu ergründen suchen.... Es sind solche Gedanken zu wichtig, als daß sie zurückgewiesen werden dürfen, wenn sie in euch auftauchen, und wer sie ernstlich in sich bewegt, der wird wahrlich nicht ohne Antwort gelassen werden, die ihm auch annehmbar sein wird, selbst wenn sie wieder nur gedanklich ihm zugeht. Wer sich aber selbst so geringfügig ansieht, daß er sich als (für) ein Zufallsprodukt von Naturkräften ansieht (hält), der wird auch am Ende seines Erdenlebens keinen geistigen Erfolg verbuchen können, er wird im gleichen Zustand sein wie zu Beginn seiner Verkörperung als Mensch oder noch tiefer abgesunken sein, denn in ihm ist noch der gleiche Widerstand gegen Mich, der ihn zu dem einstigen Abfall von Mir veranlaßt hat.... Und diesen Widerstand breche Ich nicht gewaltsam, doch er wird noch unendliche Zeiten leiden müssen, bis er einmal von selbst diesen Widerstand aufgeben und zu Mir zurückkehren wird....

Amen

Traductor
This is an original publication by Bertha Dudde