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La libre Voluntad del Hombre Jesús

Incluso mi Sufrimiento y mi muerte en la cruz hasta el final fueron un asunto de libre Voluntad, dado que Yo habría podido evitarlos .... Yo habría podido aplicar la Fuerza divina inherente a Mí para defenderme de todos los enemigos que querían ejecutar sus pensamientos de odio en Mí ....

La Obra que Yo he realizado la realizó mi propia Voluntad totalmente libre. Pues Yo estaba dispuesto a sufrir y a morir por mis prójimos, porque Yo como Hombre Jesús sabía de la espantosa miseria en la que se encontraba toda la humanidad a causa del pecado original, y como mi Amor quería ayudar a todos mis hermanos caídos, Yo mismo me ofrecí al Padre como víctima expiatoria ....

Yo de ninguna manera fui forzado a esto. Pues el Padre en Mí no determinó mi Voluntad - Yo actué libremente por mi propio Albedrío .... Y esto a Mí me resultó horriblemente difícil porque Yo veía de antemano todo lo que iba a suceder hasta que la Obra de Redención fuese totalmente llevada a cabo. Como Ser humano Yo luchaba con profunda angustia, y rezaba al Padre que alejara de Mí este cáliz .... A eso Yo fui fortalecido y me entregué totalmente al Padre. El Amor en Mí era inmensamente poderoso .... con lo que era el Amor eterno mismo que se hallaba en Mí, y por Él me dejé determinar en mi Obra; lo que habría sido imposible si mi Voluntad humana se hubiese opuesto. Me empujaba el Amor hacia la humanidad desgraciada y Yo la quería ayudar, y este Amor hizo que Yo aceptara sufrimientos tan enormes que vosotros los seres humanos no os podréis imaginar. Pero también la culpa con la que os cargasteis por vuestra apostasía de Dios era inconcebible. Y para saldar esta culpa, Yo como Hombre tuve que sufrir inmensamente y tuve que soportar la agonía de la crucifixión.

El Amor es Fuerza, y por eso perseveré hasta el final. Pues si no fuera así, de veras los Sufrimientos habrían sido suficientes para matar mi cuerpo antes del tiempo - si la Fuerza del Amor no hubiera capacitado mi cuerpo que Yo me cargase también con la muerte en la cruz y perseverase hasta que la Obra fuese consumada .... hasta que la Redención del pecado y de la muerte estuviese asegurada para todos los seres humanos que aceptan mi Sacrificio en la cruz y quieren obtener la Redención.

Y otra vez depende del libre albedrío del hombre mismo qué actitud toma hacia Mí y hacia mi Obra de Redención. Porque cada ser se había alejado de Mí dentro de su libre albedrío, y dentro de su libre albedrío debe volver a dirigirse hacia Mí, lo que sucede cuando –como ser humano– reconoce a Jesucristo y su Obra de Redención .... cuando me reconoce a Mí mismo en Jesús y libremente se entrega a Mí .... cuando traspasa su culpa a Mí y me implora perdón .... y cuando quiere volver a Mí, a Aquel de Quien una vez se había alejado voluntariamente.

Entonces el hombre aprovecha consciente­mente de las Clemencias de mi Obra de Salvación y experimenta fortalecimiento de su voluntad debilitada, con lo que está asegurado de su regreso a su Casa paterna.

Los sufrimientos inconmensurables con los que Yo me he cargado como ser humano ni siquiera estaban proporcionados con la enorme culpa de lo Espiritual caído. Pero como el Hombre Jesús estaba lleno de Amor y quería soportar voluntariamente el mayor sacrificio entregando su Vida en la cruz, Yo me di por satisfecho con este Sacrificio y redimí toda la culpa por el gran Amor de Jesús, El que quería conseguir el regreso de sus hermanos caídos hacia Mí.

Yo me contenté con esto, con lo que también mi Justicia quedó satisfecha .... pues Yo no podía borrar ninguna culpa que se hubiese quedado sin expiación. Por eso también la Obra de la Redención tenía que ser llevada a cabo dentro de una Voluntad totalmente voluntaria. Yo no debía obligar a ningún ser a esta Obra expiatoria.

Y como el inmenso pecado de la apostasía de Mí había sido un delito en contra de mi Amor, también el acto expiatorio tenía que ser un Acto de Amor, porque únicamente el Amor podía expiar esta culpa tan inconmensurable. Este Amor moraba en el Hombre Jesús .... y Jesús le dio tanto espacio que Él estaba totalmente colmado de Amor, lo que luego le permitió realizar su Obra de Redención .... El Amor redimió la culpa .... el Amor colmó a un hombre completamente .... El Amor soy Yo mismo, con lo que Yo mismo me hallé en el Hombre Jesús; y Yo mismo sufrí y morí por la humanidad. Pero ante el hecho que Yo como Dios no podía sufrir, el Hombre Jesús se cargó con todos los sufrimientos.

Aun así Él lo hizo todo dentro del libre albedrío, dado que el Amor no obliga, sin embargo, voluntariamente está dispuesto a realizar los mayores sacrificios .... Y el Amor todo lo logra porque es una Fuerza poderosa que puede soportar las penas más grandes. Yo mismo, siendo el Amor eterno, colmaba al hombre Jesús, y así Yo surtía Efecto en Él y traje a los seres humanos la Redención del pecado y de la muerte.

Amén

Jesus' free will as a human being....

Until the end My suffering and dying on the cross also remained a matter of free will, since I truly could have prevented it by making use of God's indwelling strength and resisting all enemies who wanted to implement their thoughts of hatred of Me.... I accomplished the act entirely of My own free will; I was willing to suffer and die for My fellow human beings because, as 'Jesus, the human being', I knew that the whole of the human race was in an appalling state of wretchedness due to the past original sin, and because My love wanted to help all My fallen brothers I had offered Myself to the Father as a sacrifice of atonement.... I was by no means forced to do so, the Father in Me did not dictate My will, I acted completely freely of My own accord.... And I found it incredibly difficult because I foresaw everything that would happen until the act of Salvation had been completely accomplished.... I, as a human being, struggled and prayed in profound distress to the Father that He should remove the cup from Me.... and I was strengthened and completely gave Myself to the Father. For the love in Me was overwhelmingly powerful, thus the Eternal Love Itself was indeed within Me and I allowed Myself to be determined by It, which would have been impossible had My human will resisted. Love impelled Me toward the wretched human race and I wanted to help people, and this love made Me accept an extent of suffering which you humans are incapable of assessing. Yet the guilt you had burdened yourselves with as a result of your apostasy from God was also inconceivable. And, in order to atone for this guilt, I had to suffer enormously as a human being and endure the agony of the crucifixion. Love, however, is strength and therefore I persevered until the end, or the suffering itself would truly have been enough to kill My body prematurely had the strength of love not enabled My body to accept the death on the cross and to persevere until the work was accomplished.... until the redemption from sin and death had been guaranteed for all people who accept My sacrifice on the cross and want to find redemption. So once again it depends on the person's free will as to how he relates to Me and My act of Salvation. For every being had turned away from Me of its own free will, and of its own free will it must turn back to Me again which happens when, as a human being, it acknowledges Jesus Christ and His act of Salvation, when it recognises Me Myself in Jesus and voluntarily hands itself and its guilt over to Me.... when it appeals for forgiveness and wants to return to Me again, Whom it once voluntarily left. Then the human being will consciously avail himself of the blessings of My act of Salvation, his weakened will shall receive strength and his return into his Father's house will be assured.

The inconceivable suffering I took upon Myself as a human being was still in no proportion to the immense guilt of the fallen spirits, but since Jesus, the human being, was full of love and volunteered the hardest sacrifice by relinquishing His life on the cross, I was satisfied with this sacrifice and redeemed all guilt for the sake of Jesus' great love, Who wanted to bring His fallen brothers back to Me again.... This was sufficient for Me, and thus My justice was also satisfied.... for I was unable to redeem any guilt which would have remained without atonement. Hence the act of Salvation had to be voluntarily accomplished. I did not allow any being to be forced into rendering this atonement.... And since the immense sin of the apostasy from Me had been a violation of My love, the act of atonement had to be an act of love again, for only love could redeem this immense guilt.... This love dwelled within Jesus, the human being. He was so receptive to it that He was completely imbued with love, which subsequently enabled Him to achieve His act of Salvation.... Love redeemed the sin.... Love completely permeated a human being.... I Myself Am Love, and thus I Myself was in Jesus, the human being, I Myself suffered and died for the human race. However, since I was unable to suffer as God, the 'human being Jesus' took all suffering upon Himself. Yet He did everything of His own free will, for although love does not compel, it willingly makes the greatest sacrifices.... And love achieves everything; it is a powerful strength which can endure even the most appalling affliction. I Myself, the Eternal Love, imbued Jesus, the human being, and thus I Myself was effective in Him and brought people redemption from sin and death....

Amen