Todos vosotros podéis conseguir de Mí la remisión de vuestros pecados si tan sólo la anheláis seriamente y, en Jesucristo, seguís el camino a Mí - en Jesucristo que por todos vuestros pecados ha muerto en la cruz. Era una enorme carga de pecados con la que Yo me fui a la cruz porque se trataba de los pecados de toda la humanidad del pasado, del presente y del futuro con las que Yo me había cargado... se trataba del pecado original de toda la humanidad, como también de todos los pecados de los hombres individuales que estos han cometido en la Tierra. Pues Yo cargué toda culpa en mis hombros y así me fui a la cruz...
Y por mucho que un pecado pesaba, Yo mismo me cargué con él porque Yo quería redimiros de toda vuestra culpa... porque Yo quería devolveros la pureza del corazón - única en que podíais volver a acercaros a Mí y verme de cara a Cara. A todos vosotros Yo quería limpiaros de vuestra culpa... Yo quería expiar todos los pecados que os agobiaban e inevitablemente os apartaban de Mí, porque Yo no puedo unirme con el pecado... Por eso Yo expié toda culpa mediante mi Obra de Redención; pero aun así exijo de cada ser humano la propia voluntad que fuese redimido...
Por eso cada hombre debe reconocer su culpa de pecado, la que le mantiene muy alejado de Mí, y debe pedirme perdón de su culpa... porque sin el reconocimiento de su culpa y sin rogar por perdón no reconoce el sacrificio del hombre Jesús, en la cruz, por lo no hay manera de perdonarle su culpa de pecado.
De modo que vosotros mismos debéis querer que lleguéis a ser redimidos, y en esta voluntad debéis venir a Mí en Jesucristo y rogar por vuestra redención... Entonces seréis liberados de toda culpa... seréis libres de toda debilidad y sujeción en la que mi adversario os ha detenido durante tiempos eternos... estaréis liberados de tinieblas porque la Luz de Cristo os penetra. Se encenderá en vosotros el amor que llegará a brillar como una llama clara, porque aquel que carece de todo amor ya no os tiene en su poder, mientras que Aquel que es el Amor mismo, Él ha venido a vosotros. Y Él hace que su Luz penetre en vuestros corazones porque estos ahora han quedado purificados... porque Jesucristo ahora ha redimido la culpa y, si vosotros vivís el amor, vuestros corazones han llegado a ser un templo de Dios...
Y una vez que Jesucristo os haya redimido de toda culpa, también llevaréis una Vida en amor conforme a su Voluntad y Yo mismo tomaré morada en vuestros corazones que, mediante vuestro amor, me habéis preparado como templo. Pero es indispensable que antes hayáis pedido y conseguido la remisión de vuestros pecados. Las verdaderas ansias por esto os aseguran la remisión total, porque Jesucristo atiende cada llamada que llega a Él de un corazón cargado de culpa.
Yo os oigo y con mucho gusto os hago caso; Yo redimo vuestra culpa y os atraigo a mi corazón porque vosotros ahora formáis parte de los redimidos, para los que vertí mi Sangre en la Tierra. Yo os exijo únicamente la confesión de vuestra culpa, lo que ni es tan difícil porque todos vosotros sabéis que sois seres débiles y desgraciados, los que en la Tierra todavía se arrastran en tinieblas de espíritu y de una manera no libre... eso mientras aún no hayan logrado redención mediante el Amor de Jesucristo, en El que Yo mismo me he encarnado en la Tierra.
El Amor del Hombre Jesús para con sus semejantes era tan enorme que para los pecados de cada uno Él quería sacrificarse a Sí mismo... que quería redimir a los semejantes para volver a despejarles el camino a su Padre que moraba en Él... Su Amor era tan enorme que quería facilitar a cada ser humano la Bienaventuranza, la que únicamente podía ser encontrada con el Padre... Y su Amor era tan enorme que le permitió cargarse con los sufrimientos y la muerte, más amargos, para expiar de esta manera la culpa que había producido un abismo intransitable entre Yo y los seres... un abismo sobre el que antes de todo había que tender un puente, lo que Jesús realizó mediante su Obra de Redención y su Amor inconmensurable.
Él ha establecido el Puente entre los seres humanos y Yo... Él les ha facilitado a llegar al Padre, y por toda culpa Él ha derramado su Sangre en la cruz, para que todos los seres humanos puedan llegar a ser bienaventurados... Por eso desead seriamente a deshaceros de vuestra culpa de pecados, reconoced y confesad vuestra culpa para llevarla a la cruz, y para invocar al Redentor divino Jesucristo por remisión...
Y, cuando vuestra vida terrenal esté terminada, purificados podréis volver a entrar en el Reino de Luz... pues iréis el camino hacia Mí - el camino al Padre en que Jesucristo se ha adelantado a vosotros... el camino que su Amor ha preparado... el camino que cada uno tiene que seguir si quiere llegar a ser bienaventurado...
Amén.
TraductorVoi tutti potete ottenere da Me il Perdono dei vostri peccati, se soltanto lo desiderate seriamente e prendete la vostra via verso di Me in Gesù Cristo. Era un immenso peso di peccati quello con cui sono andato sulla Croce, perché erano i peccati dell’intera umanità del passato, del presente e del futuro che ho portato. Era il peccato ur dell’intera umanità come anche tutti i peccati che il singolo uomo ha commesso sulla Terra. L’ho preso sulle Mie Spalle Me lo sono caricato Io Stesso, perché vi volevo liberare da tutta la vostra colpa, perché vi volevo restituire la purezza del cuore, nella quale soltanto vi potevate di nuovo avvicinare a Me e Mi potete contemplare da Volto a volto.
Volevo lavarvi tutti puri dalla vostra colpa, volevo prestare l’Espiazione per tutti i peccati che vi opprimevano e vi tenevano irrimediabilmente separati da Me, perché non Mi posso unire con il peccato. Perciò ho estinto ogni colpa attraverso l’Opera di Redenzione, ma pretendo da ogni uomo la sua propria volontà di venir redento. Per questo motivo quindi ogni uomo deve confessare la sua colpa di peccati, che lo tiene separato da Me e deve chiedere a Me il Perdono della sua colpa, perché senza confessione della sua colpa e la richiesta del Perdono egli non riconosce il Sacrificio della Croce dell’Uomo Gesù e non gli può essere perdonata la sua colpa di peccato. Voi stessi quindi dovete volere essere liberati, ed in questa volontà dovete venire a Me in Gesù Cristo e chiedere la vostra Redenzione. Allora sarete liberi da ogni colpa, liberi da debolezze e dall’esser legati, in cui il Mio avversario vi ha tenuto per tempi eterni. Sarete liberi dall’oscurità, perché la Luce del Cristo risplende attraverso voi, perché colui che è privo di qualsiasi amore non vi ha più nel suo potere e Colui Che E’ L’Amore Stesso, E’ venuto da voi e lascia risplendere la Sua Luce nei vostri cuori, perché questo ora è diventato puro, perché Gesù Cristo ha estinto la colpa ed il vostro cuore è ora diventato il “tempio di Dio”, appena vivete nell’amore. E se siete stati redenti attraverso Gesù Cristo da ogni colpa, allora condurrete anche una vita nell’amore secondo la Sua Volontà, ed Io Stesso posso prendere dimora nei vostri cuori, che avete preparato a tempio per Me attraverso l’amore.
Ma dapprima dovete aver desiderato ed ottenuto irrevocabilmente il Perdono dei vostri peccati. Il serio desiderio per ciò vi assicura anche il pienissimo Perdono, perché Gesù Cristo sente ogni chiamata che sale a Lui da un cuore aggravato di colpa. Io vi sento ed eseguo volentieri il vostro desiderio, estinguo la vostra colpa e vi attiro al Mio Cuore, perché ora fate parte dei redenti, per i quali ho versato il Mio Sangue sulla Terra. Richiedo soltanto la vostra confessione della vostra colpa e questa non è difficile da dare, perché voi tutti sapete che siete delle creature deboli, infelici, che vivono ancora nella non-libertà ed oscurità dello spirito, finché non hanno trovato la Redenzione attraverso l’Amore di Gesù Cristo, nel Quale Io Stesso Mi Sono incorporato sulla Terra. L’Amore dell’Uomo Gesù per i Suoi prossimi era così grande, che voleva sacrificare Sé Stesso per i peccati di ogni uomo, che li voleva estinguere, per liberare loro di nuovo la via verso il Padre Che Era in Lui. Il Suo Amore era così grande, che voleva aiutare ogni uomo alla Beatitudine, che si trova unicamente dal Padre ed il suo Amore Gli faceva prendere su di Sé la sofferenza ed il morire più amari, per espiare con ciò la colpa che aveva creato un insuperabile crepaccio fra Me e gli esseri e che doveva dapprima venir pontificato, cosa che Gesù ha fatto attraverso l’Opera di Redenzione ed il Suo incommensurabile Amore. Egli ha edificato il Ponte fra gli uomini e Me, Egli ha aiutato loro di arrivare al Padre ed ha versato il Suo Sangue sulla Croce per ogni colpa, affinché tutti gli uomini possano diventare beati.
Perciò desiderate seriamente di privarvi della vostra colpa di peccato, riconoscete e confessate la vostra colpa, portatela sotto la Croce ed invocate il divino Redentore Gesù Cristo per il Perdono. Potrete entrare così uniti nel Regno di Luce, quando la vostra vita terrena sarà terminata, percorrerete la via verso di Me, verso il Padre, sulla quale Gesù Cristo vi ha preceduto, che il Suo Amore ha iniziata e che ognuno che vuole diventare beato, deve percorrere.
Amen
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