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La Lucha de Jesús contra las tentaciones

Mi Vida terrenal fue expuesta a las mismas tentaciones y luchas que vosotros tenéis que vencer. Yo también tuve que luchar para poner todas las substancias del cuerpo terrenal en el orden correcto. Pues Yo también conocí los deseos y tuve que luchar contra ellos, dado que Yo tenía las mismas debilidades, que a vosotros os causan problemas, y solamente mi Fuerza de Voluntad las dominó. Y por eso Yo violenté mi cuerpo, pues Yo no le dejé ganar poder sobre mi Alma sino le vencí, lo que pude realizar por el Amor que ardía en Mí, cuando Yo andaba entre la humanidad avasallada.

Yo veía la desgracia alrededor de Mí, que agobiaba a los seres humanos tanto en lo terrenal como en lo espiritual. Y en Mí se encendió el deseo ardiente de ayudarles .... Por eso Yo no hice caso a mis deseos corporales, porque Yo sabía que esto sólo habría debilitado mi Voluntad de ayudar. Por eso fue una lucha conflictiva, porque de todos lados me asediaban tentaciones, y lo humano en Mí buscaba satisfacción .... Pero mi Alma se dirigió hacía Dios .... Ella buscaba cada vez más la conexión con el Padre, y cuanto más violentas fueron las tentaciones, tanto más Fuerza recibió el Alma, porque esta unión nunca quedó sin efecto.

Mi Vida en la Tierra no fue fácil, hasta que ocurrió la unión completa con el Espíritu paterno. Como Yo era un hombre igual que vosotros, primero tuve que hacer lo que también es vuestra tarea: desarrollar el Amor hasta la mayor perfección para poder recibir en Mí la Plenitud de Dios, el Amor eterno, para entonces encontrar la unión definitiva con Él, lo que también es vuestra meta en la Tierra. Y aunque mi Alma haya venido del Reino de la Luz, fue extremadamente asediada por su envoltura carnal, cuya materia era la misma que la de vuestro cuerpo, por lo que estaba compuesta de substancias espirituales inmaduras, sobre las cuales el adversario todavía tenía poder, y los que él incitaba continuamente a deseos y pasiones de toda clase.

Que Yo como hombre no sucumbí a esos deseos, esto únicamente lo logró el Amor en Mí, el que fortaleció mi Voluntad para resistir. Y al permanecer en entornos de tinieblas y de pecado, esto también permitió a los malos genios del exterior acosar al cuerpo y hacerle creer imágenes tentadoras con la intención de ofuscar los sentidos y de debilitar mi Resistencia. Pero no me estaba permitido rechazar esos malos espíritus .... Yo tenía que tratar a apaciguarlos, pues también ante ellos Yo debía poner de relieve el Amor hacía ellos, porque Yo reconocía que también ellos eran entes dignos de compasión que el enemigo tenía en su poder .... y que algún día también tendrían que liberarse de él. Y por eso Yo no debía proceder con violencia contra estos genios, sino Yo debía practicar Paciencia y Mansedumbre. Yo debía resistirles y suavizarlos a través de mi Voluntad de Amor, hasta que me dejaran tranquilo ....

Yo era un hombre y tuve que luchar y sufrir como un hombre, porque todo esto formaba parte de la Obra de Redención que Yo quería llevar a cabo por mis hermanos caídos, y al mismo tiempo Yo también quería demostrar a los seres humanos de qué manera ellos podían dominar sus debilidades y sus deseos .... Y Yo quería representarles una Vida ejemplar .... la que también a ellos les ayudará para lograr la liberación y la unión con el Padre eterno .... porque quería probarles que es posible resistir a todas las tentaciones mediante la Fuerza del Amor, de modo que el Amor es la primera y la última condición para recorrer la Vida terrenal con éxito .... para llegar a ser perfectos y unirse con Dios. A Mí como hombre, el Amor en Mí me permitió conocer la causa del estado desgraciado, como también vosotros los seres humanos sólo podéis llegar a su entendimiento correcto a través del amor. Y el Amor en Mí también me dio la firme Voluntad para llevar a cabo la Obra de Redención, motivo por el cual mi Alma se había encarnado en la Tierra.

Como hombre yo sabía que esta Obra sólo podría llevarla a cabo con la Fuerza de Amor de Dios, y por eso Yo reclamé el “Amor” .... lo imploré para que se me regalara, y me preparé convenientemente para recibir la Fuerza de Amor de Dios en Mí. Procuré resistir a todos los deseos, e impedí la entrada a todos los pensamientos impuros que el enemigo quería despertar en Mí. Yo siempre le enfrenté mi Amor al cual él tenía que ceder, y así en breve nada más que el Amor llenó mi Corazón. Me uní cada vez más íntimamente con el Amor eterno, el que se me regaló y me llenó de Fuerza, de modo que con una fuerte Voluntad salí al encuentro del Objetivo final de mi Existencia en la Tierra. Sin embargo, el enemigo no cedió, y una y otra vez intentó a asediar mi cuerpo con tentaciones cada vez mayores - a medida en que mi Intención le resultaba más evidente.

Y tuve que luchar contra él hasta el final. Cada vez de nuevo en Mí la naturaleza humana llamó la atención, por lo que en mi Debilidad Yo rogué al Padre: “Si es posible, aleja de Mí este cáliz“. Pero la unión con el Padre fue más fuerte, y me entregué totalmente a su Voluntad. Yo veía la miseria ilimitada de la humanidad, y veía que el Amor que se estaba haciendo cada vez más fuerte ya estaba listo para la Obra de Salvación de la humanidad.

Un hombre sufrió y murió en la Cruz, pero este hombre sólo era la envoltura de Mí mismo. Yo pude encarnarme en Él. Pues fue el Amor que llevó a cabo la Obra de Redención .... fue el Amor, que anuló la culpa de la humanidad .... y este Amor era Yo Mismo ....

Amén

A luta de Jesus contra as tentações....

Minha vida terrena também foi exposta às mesmas tentações e lutas que você tem que superar.... Eu também tive que lutar para colocar todas as substâncias do corpo terreno na ordem certa. Eu também conhecia os desejos e tinha que lutar contra eles, porque eu estava aflito pelas mesmas fraquezas que o perturbam, e só a força de vontade em Mim se tornou mestre deles. E por isso fiz violência ao Meu corpo, não o deixei ganhar poder sobre a Minha alma, mas superei-o e pude fazê-lo em virtude do amor que ardia em Mim quando vivia no meio da humanidade escravizada.... Eu via as dificuldades à minha volta que oprimia as pessoas, tanto terrenas como espirituais. E o desejo ardente de ajudá-los surgiu em Me.... Por isso não prestei atenção ao desejo físico em Mim, não o cumpri, pois sabia que só estaria enfraquecido na Minha vontade de ajudar se tivesse prestado atenção aos Meus desejos físicos e os tivesse cumprido. Mas foi uma luta difícil, pois as tentações me pressionaram de todos os lados e o humano em Mim procurou a realização.... Mas a minha alma voltou-se para Deus, sempre procurou mais contato com o Pai, quanto mais intensas se tornaram as tentações, e por isso também recebeu cada vez mais força, porque esse vínculo nunca ficou sem efeito. Eu realmente não tinha uma vida fácil na Terra até a completa unificação com o Pai-Espírito ter tido lugar.... Pois eu era um ser humano como você, e antes disso eu tinha que fazer o mesmo, que é também a sua tarefa: levar o amor ao seu mais alto desenvolvimento para assim aceitar a Deus.... o Eterno Amor.... em toda a plenitude em Mim, para encontrar assim a união final com Ele, que é também a vossa meta na Terra. E, embora a Minha alma fosse do reino da luz, ela era, contudo, extremamente oprimida pela sua cobertura carnal, que era matéria como o vosso corpo e que, portanto, consistia de substâncias espiritualmente imaturas sobre as quais o adversário ainda tinha controle, as quais ele conduzia constantemente a anseios e paixões de toda espécie. Que eu não sucumbi a estes como ser humano só foi provocado pelo amor em Mim que fortaleceu a vontade em Mim de resistir. E a permanência no ambiente escuro e pecaminoso também deu aos espíritos de fora a oportunidade de assediar o corpo e invocar imagens tentadoras para ele, que se destinavam a confundir os sentidos e a enfraquecer-Me na Minha resistência. Mas não me foi permitido afastar estes espíritos.... Eu tinha que tentar apaziguá-los, eu também tinha que deixar o amor emergir para eles porque eu reconhecia que também eles eram seres dignos de misericórdia que o adversário tinha sob o seu controle e que um dia deveriam ser redimidos por ele. E por isso não me foi permitido usar a força contra esses espíritos malignos, mas tive que praticar paciência e gentileza, tive que resistir a eles e apaziguá-los através da Minha vontade de amor até que eles desistissem de Mim.... Eu era um ser humano e tive que lutar e sofrer como um ser humano porque tudo isso era parte do ato de Salvação que eu queria realizar pelos meus irmãos caídos.... Pois ao mesmo tempo eu também queria mostrar às pessoas como elas podem se tornar mestres de suas fraquezas e desejos, eu queria exemplificar a eles a vida que também os ajudará a se tornarem livres e se unirem ao Pai da eternidade.... Eu queria provar-lhes que é possível resistir a todas as tentações com a força do amor, que o amor é, portanto, a primeira e última condição para viver com sucesso a vida terrena, para se tornar perfeito e para se unir a Deus.... O amor dentro de Mim deu-me como ser humano a realização da causa do estado miserável, assim como vocês, humanos, só podem alcançar a realização certa através do amor. E o amor dentro de Mim também me deu a forte vontade de realizar o trabalho de Salvação para o qual a Minha alma se encarnou na terra.... Como ser humano eu sabia que só poderia realizar este trabalho com a força do amor de Deus, e por isso clamei "amor", implorei-lhe que se desse a Mim, e assim também me preparei para receber a força do amor de Deus em Mim.... Tentei resistir a todos os anseios, neguei a entrada a todos os pensamentos impuros que o adversário queria despertar em Mim, uma e outra vez me opus a ele com o Meu amor, ao qual ele teve que ceder, e assim logo só o amor encheu o Meu coração, uni-me cada vez mais intimamente com o Amor Eterno que se deu a Mim e depois também me deixou tornar-se poderoso, de modo que me aproximei do objetivo final da Minha existência terrena com uma vontade forte. No entanto, o adversário não parou de pressionar o Meu corpo de forma invulgar, tentando-Me cada vez mais, quanto mais óbvia a Minha intenção tornou-se para ele.... E eu tive de lutar contra ele até ao meu fim.... uma e outra vez o humano em Mim saiu, de modo que na Minha fraqueza rezei ao Pai: "Se é possível, que este cálice passe por Mim....". Mas a ligação com o Pai era mais forte e eu me rendi completamente à Sua Vontade.... Eu vi a miséria sem limites da humanidade, e o Amor cada vez mais poderoso estava pronto para o trabalho de salvação para esta humanidade.... Um ser humano sofreu e morreu morto na cruz, mas este ser humano era apenas a concha de Mim mesmo, eu pude morar Nele, e foi o Amor que realizou o ato de Salvação, foi o Amor que redimiu a culpa de pecado da humanidade, e este Amor foi Mim mesmo...._>Amém