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"Tomad y comed ..."

Tomad y comed. Así dije Yo a Mis discípulos, entregándoles con estas Palabras el pan como símbolo del Pan Celestial, de Mis Palabras, que se hizo carne en la tierra en medio de ellos habitó. Tomad y bebed dije Yo dándoles el vino que para su fortalecimiento, al igual como Mi Sangre les iba dirigida con la fuerza de Mi Palabra. Pan y vino eran el símbolo de carne y sangre. Y puesto que Yo soy Mismo la Palabra hecha carne, pude decirles: Este es Mi Cuerpo, que será por vosotros entregado.Esta es Mi Sangre, que será derramada por vosotros. Pues por Mi muerte, primero, hice posible de que percibáis en sí Mi Palabra. Con Mi muerte hice explotar la cadena que os retenía en la tieniebla.

Sin embargo, comprended bien, Mi Palabra tiene que resonar en vosotros, si queréis ser bienavenurados. Y Mi Palabra tiene que ser con hambre recibida, tenéis que comerla para llevarle al alma el alimento y pueda vivir. Pues Mi Palabra encierra en sí la fuerza que os da la vida, carne y sangre pertenecen a la vida, y Yo he muerto por vosotros, para que vosotros tangáis la Vida. El Pan de la vida es Mi Palabra. Yo Mismo soy la Palabra. Y el logos se hizo carne. ¿No es, pues, bien comprensible la explicación para la Santa Cena que Yo tomé junto con Mis discípulos? Y siempre que recibáis Mi Palabra y hambrientos la acojáis en vosotros, os acordaréis también de Mí. No podéis más que en memoria Mía recibirla, porque Quien os habla, no puede caer en el olvido en tanto que Le escuchéis.

Cuando Yo les ofrecí el pan a Mis discípulos y se lo partí, y cuando les ofrecí el vino, sabía Yo muy bien que sólo Mi Palabra podía restablecer el contacto entre Mí y los hombres y lo demostré. Yo sabía que ellos sólo podían alcanzar la meta si incesantemente me dejaban hablarles en sí. Yo sabía además, de que tenían que creer en Mi Obra de Redención, Yo sabía lo que estaba ante Mí, de que Yo tenía que dar Mi vida por los hombres para salvarlos, y en vista de ello pronuncié las Palabras: "El que será entregado por vosotros, que será derramada por vosotros..." La eterna Palabra Misma dijo a los hombres: Tomad y comed, tomad y bebed. Y vosotros hombres, tenéis que establecer la íntima y entrañable comunicación Conmigo, para que podáis percibir el sonido de Mi Voz cuando os hable, para que podáis estar alimentados de Mí con el Pan del Cielo. Para que podáis tomar Conmigo la Santa Cena.

Y sólo podéis establecer ese contacto íntimo Conmigo nuevamente, por medio del obrar en el amor, es entonces cuando primeramente me acogéis a Mí Mismo en vosotros, entonces seréis atravesados con la fuerza de Mi Amor. Mi Sangre os asegura la vida. Entonces con manos llenas os repartiré, entonces vuestra alma no voverá a pasar hambre nunca más ni sed, porque Yo Mismo les quitaré el hambre y la sed. Yo Mismo les ofreceré en Mi la Cena. Yo partiré el Pan y ofreceré el vino a todos, a los que quieran recibir, y estos disfrutarán de Mi Carne y Sangre, y sus almas vivirán eternamente.

Amén

Traductor
Traducido por: Ion Chincea

“Prendete e mangiate.... ”

Prendete e mangiate, così ho detto ai Miei discepoli, offrendo loro con queste Parole il pane, come simbolo del Pane del Cielo, la Mia Parola che, diventata Carne, dimorava sulla Terra in mezzo a loro. Prendete e bevete, ho detto, quando ho offerto loro il vino, che doveva essere guidato a loro per la fortificazione, come il Mio Sangue, la Forza della Mia Parola. Il pane ed il vino erano il simbolo per carne e sangue e dato che Io Stesso Sono la Carne diventata Parola, potevo anche dire: Questo è il Mio Corpo, che viene dato per voi, questo è il Mio Sangue, che viene versato per voi, perché attraverso la Mia morte soltanto ho reso possibile, che potevate sentire la Mia Parola in voi, attraverso la Mia Morte soltanto ho spezzato le catene che vi tenevano nell’oscurità. Comprendetelo, la Mia Parola deve essere colta da voi affamati, la dovete mangiare e dare il Nutrimento alla vostra anima affinché possa vivere, perché la Mia Parola cela in sé la Forza che le dà la Vita. La Carne ed il Sangue fanno parte della Vita, ed Io Sono morto per voi affinché voi abbiate la Vita. Il Pane della Vita è la Mia Parola. Io Stesso Sono la Parola e la Parola è diventata Carne. Esiste forse una spiegazione più comprensibile per la Cena che ho tenuto con i Miei discepoli? Vi ricorderete sempre di Me quando ricevete la Mia Parola e l’assumete in voi affamati, quando pensate anche a Me. Non potete ricevere la Mia Parola diversamente se non in pensieri a Me, perché Colui Che parla a voi, non può essere dimenticato finché Lo sentite. Quando ho spezzato il pane per i Miei discepoli, quando ho offerto loro il vino, sapevo bene che soltanto la Mia Parola stabiliva e dimostrava il collegamento fra Me e gli uomini. Io sapevo che potevano arrivare alla meta soltanto, se Mi lasciavano costantemente parlare a sé. Inoltre sapevo che dovevano credere nella Mia Opera di Redenzione, sapevo ciò che Mi aspettava, che dovevo dare la Mia vita per gli uomini per redimerli ed in vista di questo ho detto le Parole: Colui che viene dato per voi, ciò che viene versato per voi. L’eterna Parola Stessa parlava agli uomini: Prendete e mangiate, prendete e bevete. Voi uomini dovete stabilire l’intimo collegamento con me, per sentire il Mio Discorso, per essere nutriti da Me con il Pane del cielo, per poter tenere la Cena con Me. E voi potete ristabilire questo intimo collegamento con Me di nuovo soltanto attraverso l’agire nell’amore. Solo allora accogliete Me Stesso in voi, allora la Mia Forza d’Amore fluisce attraverso voi. Il Mio Sangue vi assicura la Vita. Allora vi distribuisco a piene Mani, allora la vostra anima non soffrirà mai più fame e sete, perché Io Stesso la sazierò e l’abbeveverò. Io Stesso le offrirò la Cena. Spezzerò il Pane e darò il Vino a tutti coloro che vogliono ricevere e costoro gusteranno la Mia Carne ed il Mio Sangue e le loro anime vivranno in eterno.

Amen

Traductor
Traducido por: Ingrid Wunderlich