Hay una retribución para todas las acciones, buenas o malas, en esta tierra, y no podéis pecar con impunidad, al igual que no hacéis buenas obras sin recompensa, pero el miedo al castigo o la perspectiva de la recompensa no deberían determinaros a abstenerse del mal o hacer el bien. Por puro amor al prójimo no debéis hacerle daño, sino ayudarlo, es decir, estar dispuesto a servir, debéis hacer el bien por el bien y aborrecer el mal porque es malo. Así es Mi voluntad y corresponde a Mi orden desde la eternidad; es la ley del reino espiritual y por consiguiente del terrenal de vivir en Mi orden eterno, para por lo tanto ser feliz. Y quien trastorna esta ley del orden, se encuentra en un estado infeliz y será juzgado en consecuencia, es decir, será unido con lo espiritual, que está en contra de Mi voluntad, que se opone a ella, por lo que tampoco respeta Mi orden.
Y podrá reconocer la injusticia allí si quiere, y también tendrá la oportunidad de hacer las cosas bien. Pero esto requiere una voluntad muy fuerte tan pronto como el ser se separa de la tierra, mientras que en la tierra puede llegar más fácilmente a reconocer y expiar su injusticia.... Pero según la justicia divina todo injusticia debe ser expiada, y eso es todo lo que vosotros, los humanos, debéis considerar mientras os quedéis en la tierra. Por eso se os predica constantemente el amor, por eso se os trae el Evangelio, la enseñanza del amor de Cristo, para que reflexionéis, reconozcáis vuestro mal y os esforcéis en expiarlo con buenas obras, para que hagáis un esfuerzo por vivir en el amor, que es y sigue siendo la ley de Mi orden eterna hasta toda la eternidad.
Habrá retribución, y se os llamará felices si ya se os permite expiar en la tierra, porque en el más allá es extremadamente difícil deshacerse de vuestra culpa, tan difícil que necesitáis un tiempo tan increíblemente largo, mientras que en la tierra se os permite refugiaros a Aquel, Que murió por vuestra culpa del pecado.... Pero esto incluye siempre reconocer vuestra culpa y la voluntad de libraros de ella mediante la justa expiación o la ayuda de Jesucristo, a Quien debéis llamar para el perdón de vuestra culpa, que sin embargo, requiere que vosotros mismos la detestéis y tengáis una fuerte voluntad de mejoraros y de entrar en la ley de Mi orden eterno..... de vivir en amor como es Mi voluntad....
amor
TraductorHá retribuição por todos os actos, bons e maus, nesta terra, e não se pode pecar impune, tal como não se pode fazer o bem sem recompensa, mas o medo da punição ou a perspectiva de recompensa não devem determinar que se abstenha do mal ou que faça o bem. Por puro amor ao próximo, não o deves prejudicar, mas sim ajudá-lo, estando assim disposto a servir, deves fazer o bem em nome do bem e detestar o mal porque ele é mau. Assim é a Minha vontade e corresponde à Minha ordem desde a eternidade; é a lei do reino espiritual e, portanto, também do reino terreno, viver na Minha ordem eterna para ser feliz, e quem transgride esta lei de ordem está num estado infeliz e será julgado em conformidade, ou seja, será designado para o reino espiritual, que está em oposição à Minha vontade e, portanto, também não respeita a Minha ordem. E aí poderá ver o errado se o desejar e também ter a possibilidade de o corrigir. Mas isto requer uma vontade extremamente forte assim que o ser é separado da terra, enquanto que na terra pode mais facilmente realizar-se, bem como expiar o seu erro.... No entanto, segundo a justiça divina, todo o mal tem de ser expiado, e isto é o que vocês, humanos, devem considerar enquanto viverem na terra. É por isso que o amor vos é constantemente pregado, é por isso que o Evangelho, o ensinamento do amor de Cristo, vos é trazido, para que reflictam, reconheçam o vosso erro e façam um esforço para o expiar através de boas acções, para que vos esforceis por viver no amor, que é e continua a ser a lei da Minha ordem eterna para toda a eternidade. Há retribuição, e pode ser chamado de feliz se já lhe for permitido expiar na terra, pois no além é extremamente difícil ser libertado da sua culpa, tão difícil que precisa de um tempo inconcebivelmente longo, enquanto na terra pode refugiar-se naquele que morreu pela sua culpa de pecado.... Mas isto exige sempre o reconhecimento da vossa culpa e a vontade de ser libertado dela através de uma expiação justa ou com a ajuda de Jesus Cristo, a quem deveis apelar para o perdão da vossa culpa, o que, no entanto, exige que vós próprios a detestais e que sois de forte vontade para vos emendardes e entrardes na lei da Minha ordem eterna.... viver apaixonado como é a Minha vontade...._>Ámen
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