Debéis imaginaros el proceso de desarrollo de cualquier obra de creación para llegar a la convicción de que el ser humano también tuvo que pasar por un período interminable de desarrollo antes de llegar al estado en que pudiera pensar, hablar y actuar en el libre albedrío. En cierto sentido, era necesario primero formar una forma externa que fuera adecuada para cualquier actividad; además, esta forma externa tenía que ser capaz de una actividad orgánica que sirviera para el mantenimiento del cuerpo. Sin embargo, esta forma externa tuvo que desarrollarse primero de la manera más primitiva y entonces refinarse durante un largo período de tiempo, por lo que tomó mucho tiempo desarrollar esta forma externa de tal manera que pudiera recibir inteligencia y libre albedrío y ahora pudiera realizar cualquier actividad de forma racional.
De esto resulta que no hubo una creación repentina del ser humano por parte de Dios, aunque esto era ciertamente fácil para Él, pero no correspondía a Su sabiduría y amor, sino que precedió un desarrollo lentamente ascendente, cuyo producto es el ser humano capaz de pensar, de libre albedrío y de realizar acciones, que ahora también podía ser considerado responsable de sus pensamientos, deseos y acciones. Así que antes del ser humano plenamente desarrollado ya había seres vivos similares en la Tierra en diferentes etapas de desarrollo, pero en términos de tiempo no había gran diferencia, de modo que al mismo tiempo la Tierra no estaba habitada por el ser viviente que pudiera reclamar en nombre de “ser humano”, que estaba, por lo tanto, en posesión del libre albedrío y un intelecto bien desarrollado y, por lo tanto, capaz de adquirir un cierto grado de cognición.
Y este ser se reprodujo según la voluntad divina y según el orden divino, pues toda obra de creación, incluido el ser humano, está sujeta a la ley natural divina y está guiada y determinada a actuar conforme a la naturaleza, de la que también depende su existencia. También puede violar esta ley de la naturaleza, pero esto pondría en peligro su vida física como ser humano en la Tierra, así como la vida de su alma, para cuyo desarrollo ulterior se le fue dada la forma exterior.
(08.05.1948) Por el bien del alto objetivo, Dios tuvo que dar capacidades que le permitieran lograrlo si su libre albedrío se dirigía seriamente hacia ello. El ser humano debe adquirir capacidades por sí mismo, debe desarrollar sus talentos y esforzarse por lograr la más alta madurez del alma a través de esto. Por tanto, también debe seguir desarrollándose como ser humano, pero no en cuanto a su forma externa, sino que su pensar, querer y actuar deben basarse en su desarrollo interior, para que al final de su carrera terrena entre en el reino espiritual como un ser que se asemeja al ser primordial tal como emanó de Dios....
El acto de la creación es por tanto un proceso que se extendió durante un largo período de tiempo, pero que fue presentado a los humanos de una manera comprensible para ellos, porque el estado de imperfección de la criatura resulta en la ignorancia, en la incapacidad de reconocer los motivos más profundos de la creación, su sentido y finalidad, y el objetivo final de las criaturas puestas en la Tierra por Dios, por lo que el conocimiento debía ser presentado a estas últimas en una forma que diera un bosquejo aproximado del gobierno y de la obra de Dios, para hacer comprensible a los humanos en términos pictóricos la creación de la Tierra y de todos los seres vivos.
Pero tan pronto como el ser humano, a través del libre albedrío, logra la transformación al amor, tanto pronto como desarrolla la capacidad de recibir enseñanzas espirituales, tan pronto como está conectado mentalmente con el reino espiritual, también sabrá acerca de la verdad pura, acerca del lento desarrollo ascendente de toda la creación y, por tanto, también del ser humano, quien como corona de la creación es el único ser vivo que puede transformar la ignorancia en un alto grado de conocimiento, a quien, por tanto, también se le ha dado la capacidad de reconocer a Dios y Su obra, que revela el amor, la sabiduría y la omnipotencia.
Una vez que el ser humano haya adquirido este conocimiento, también será capaz de explicar comparación figurativa que una vez se les dio a los antiguos, quienes, si eran piadosos y temerosos de Dios, entendían su verdadero significado. Para los humanos sin fe, en cambio, cualquier representación de la creación parece falsa e inaceptable y la rechazan sin reconocer la verdad ni poder contrarrestarla con un conocimiento mejor. Pero incluso si se les presentara la verdad clara y comprensible, la rechazarían porque su mente no la captan, ya que sus corazones están sin amor....
amén
TraductorIhr müsset euch den Werdegang jeglichen Schöpfungswerkes vergegenwärtigen, um die Überzeugung zu gewinnen, daß auch der Mensch eine endlos lange Zeit der Entwicklung zurücklegen mußte, ehe er das Stadium erreichte, wo er im freien Willen denken, reden und handeln konnte. Es mußte gewissermaßen eine Außenform sich bilden, die für jegliche Verrichtung tauglich war, es mußte ferner dieser Außenform eine organische Tätigkeit möglich sein, die der Erhaltung des Körpers diente. Es mußte diese Außenform aber erst in primitivster Weise entstehen und sich im Laufe langer Zeit verfeinern, also es gehörte eine lange Entstehungszeit dazu, bis diese Außenform so gestaltet war, daß ihr Verstand und freier Wille beigegeben wurde und nun jegliche Tätigkeit vernunftmäßig ausführen konnte. Daraus geht hervor, daß es keine plötzliche Erschaffung des Menschen von Gott gab, obwohl dies Ihm wohl leicht möglich war, jedoch Seiner Weisheit und Liebe nicht entsprach, sondern daß eine langsam aufsteigende Entwicklung vorangegangen ist, deren Produkt der denkfähige, frei wollende und Taten ausführende Mensch ist, der nun auch zur Verantwortung gezogen werden konnte für sein Denken, Wollen und Tun. Also gab es vor dem voll entwickelten Menschen schon menschenähnliche Lebewesen auf der Erde auf verschiedener Entwicklungsstufe stehend, jedoch zeitmäßig war kein großer Unterschied, so daß (denn) zur selben (gleichen) Zeit (wurde) die ganze Erde {belebt wurde} (nicht belebt).... (durchgestrichen und in Klammern wurde in der Handschrift geändert) von dem Lebewesen, das Anspruch auf den Namen Mensch erheben konnte, das also im Besitz des freien Willens und eines wohlentwickelten Verstandes war und sonach fähig, sich einen gewissen Erkenntnisgrad anzueignen.
Und dieses Wesen vermehrte sich dem göttlichen Willen gemäß nach göttlicher Ordnung, denn jegliches Schöpfungswerk, der Mensch inbegriffen, untersteht dem göttlichen Naturgesetz, und es wird gelenkt und bestimmt zu naturbedingtem Handeln, wovon auch seine Existenz abhängt. Er kann wohl auch gegen dieses Naturgesetz verstoßen, wodurch aber auch sein körperliches Leben als Mensch auf der Erde gefährdet wird wie auch sein Seelenleben, zu deren (der Seele = d. Hg.) Fortentwicklung die Außenform ihr (der Seele = d. Hg.) gegeben wurde. (8.5.1948) Um des hohen Zieles willen mußten dem Menschen auch Fähigkeiten gegeben werden von Gott, die ihn dieses Ziel erreichen lassen können, so der freie Wille ernstlich darauf gerichtet ist. Es muß der Mensch selbst sich Fähigkeiten aneignen, er muß Anlagen in sich zur Entfaltung bringen und danach trachten, höchste Seelenreife dadurch zu erlangen. Er muß sich also auch als Mensch noch fortentwickeln, und zwar nicht mehr seiner Außenform nach, sondern seiner inneren Gestaltung muß das Denken, Wollen und Handeln gelten, auf daß am Ende seiner Erdenlaufbahn ein Wesen ins geistige Reich eingeht, das dem urgeschaffenen Wesen gleicht, so wie es von Gott seinen Ausgang nahm.... Es ist der Schöpfungsakt sonach ein Vorgang, der sich über einen großen Zeitraum erstreckte, der den Menschen aber so dargestellt wurde, wie er ihnen faßlich war, denn der Zustand der Unvollkommenheit des Geschöpfes wirkt sich aus in Unkenntnis, in der Unfähigkeit, die tiefsten Beweggründe der Schöpfung, ihren Sinn und Zweck und das Endziel der von Gott auf die Erde gesetzten Geschöpfe zu erkennen, weshalb das Wissen letzteren in einer Form geboten werden mußte, die einen groben Umriß von Gottes Walten und Wirken gab, um den Menschen bildhaft die Erschaffung der Erde und jeglicher Lebewesen verständlich zu machen. Doch sowie der Mensch im freien Willen die Gestaltung zur Liebe zuwege bringt, sowie er in sich die Fähigkeit entwickelt, geistige Belehrungen entgegenzunehmen, sowie er gedanklich mit dem geistigen Reich in Verbindung steht, wird er auch wissen um die reine Wahrheit, um die langsame Aufwärtsentwicklung jeglicher Schöpfung und also auch des Menschen, der als Krone der Schöpfung das einzige Lebewesen ist, das die Unkenntnis in einen hohen Grad von Kenntnis wandeln kann, dem also auch die Fähigkeit gegeben wurde, Gott und Sein Wirken zu erkennen, das Liebe, Weisheit und Allmacht verrät. Hat der Mensch jenes Wissen erworben, dann vermag er auch jenen bildlichen Vergleich zu erklären, der den Alten einst gegeben wurde, die auch, so sie fromm und gottesfürchtig waren, deren rechte Bedeutung verstanden. Glaubenslosen Menschen dagegen erscheint jede Darstellung der Schöpfung als unwahr oder unannehmbar, und sie weisen ab, ohne aber um die Wahrheit zu wissen oder ein besseres Wissen dagegensetzen zu können. Diesen aber könnte auch die Wahrheit klar und verständlich geboten werden, sie würden sie ablehnen, weil ihr Verstand nicht erfasset, da ihre Herzen ohne Liebe sind....
Amen
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