Comparar anuncio con traducción

Otras traducciones:

Actividades de enseñanza tanto en el más allá como en la Tierra....

En el ámbito espiritual, sólo aquellos seres que disponen de un conocimiento que se extiende a todas las áreas son admitidos en un puesto de enseñanza. Ciertamente, cada ser puede transmitir el conocimiento que considera propio a las almas ignorantes en el más allá, pero se requiere un conocimiento omnicomprensivo de los seres cuya actividad es la enseñanza constante de los hijos de la Tierra o de las almas en el más allá. Estos seres se encuentran en un alto grado de madurez; siempre y constantemente reciben su conocimiento de Dios y por lo tanto aumentan constantemente en sabiduría, aunque a su vez lo distribuyen en consecuencia.

Tan pronto como un ser humano en la Tierra está destinado a introducir a sus semejantes en la sabiduría divina, primer debe haber recibido esta sabiduría, él mismo tiene que haber sido introducido previamente de una manera que excluya completamente el error.... Y este oficio de enseñanza es llevado a cabo por aquellos seres que están en la conexión más cercana con Dios y reciben la verdad de Dios como una corriente de fuerza que fluye constantemente hacia ellos.

La actividad de todos los seres en el más allá que se encuentran en la luz consiste en transmitir lo que el ser mismo recibe. Sin embargo, cada ser sólo puede distribuir lo que su grado de madurez le ha dado; Entonces el grado de luz varía y también el conocimiento. Y también deben recibir este conocimiento de los seres de luz que son responsables de la actividad docente. Es por eso que los hombres en la Tierra que están siendo enseñados por el Espíritu de Dios pueden confiar en los maestros con confianza, porque son los receptores de luz y poder que reciben luz y poder directamente de Dios.... la irradiación de Su Espíritu y conducirla a la Tierra....

Son los hombres en quienes obra el Espíritu de Dios, por así decirlo, enseñados por Dios Mismo, aunque el conocimiento les sea transmitido a través de aquellos seres de luz que están más estrechamente unidos con Dios, porque todo lo que es luz es uno con Dios, sólo que el ser individual está inundado de poder divino lo encuentra inimaginablemente estimulante y por eso Dios transfiere esta actividad de amor a los seres que ya han encontrado unión con Él porque quiere hacerlos felices.

Pero también en el reino espiritual se fija en las leyes de Dios, y los seres no pueden actuar arbitrariamente, sino que tienen que someterse a la voluntad divina, pero la cual perciben como su propia voluntad. Y por tanto ningún ser se permitirá a realizar una actividad que vaya más allá de su grado de madurez, que requiera mayores conocimientos de los que posee. Y es por eso que el hombre receptor en la Tierra no debe temer que le acerquen seres que, por su propia ignorancia, puedan darle conocimientos insuficientes o falsos, porque seres completamente ignorantes no tienen acceso al humano que se entrega a la obra del espíritu.

Los seres de luz que no han alcanzado el grado de madurez en el que pueden llevar a cabo una actividad de enseñanza sólo se reúnen para recibir conocimiento espiritual al mismo tiempo, cuando se enseña a los seres humanos en la Tierra, porque esto corresponde a la voluntad divina. Pero tan pronto como el ser humano está instruido intelectualmente, los seres que están informados acerca de las cuestiones controvertidas pueden expresarse intelectualmente, siempre que el ser humano desee la verdad pura y con su modo de vida se haga digno de ser instruido en la verdad.... es decir, que no da poder a las fuerzas opuestas sobre sí mismo a través de un estilo de vida impío....

(17.06.1943) pero lo más importante es abrirse a estas instrucciones, dejar que los seres que distribuyen luz y conocimiento obren en vosotros y no oponerse a esta obra. Porque los seres conocedores del reino espiritual están cerca de cada humano y continuamente intentan conducirlo mentalmente al reino espiritual.

Si el ser humano ahora cede a la influencia y desea penetrar en la verdad, puede ser instruido constantemente, y con más detalle cuanto más exigente sea. Y ahora entran en acción aquellas fuerzas cuyo conocimiento es ilimitado. Porque el deseo por la verdad testimonia el deseo por Dios, y por eso la Deidad Eterna Misma se acerca al ser humano exigente permitiendo que la irradiación de fuerza de Sí Misma fluya hacia él a través de portadores de luz y fuerza....

Y luz y fuerza es conocimiento, las sabidurías divinas más profundas que ahora se ofrecen al ser humano, mentalmente o a través de la Palabra interior audible. Por lo tanto, los grados de luz en el ámbito espiritual son decisivos, qué medida de conocimiento que el ser espiritual llama propio, y con este conocimiento ahora nuevamente en el ámbito que le ha sido asignado, donde su conocimiento es deseado y, por lo tanto, también puede ser repartido.

Estas esferas ahora también pueden extenderse a la Tierra, porque no están limitadas al espacio, sino que dependen de la voluntad de aceptación y del grado de ignorancia, tanto en la Tierra como en el reino espiritual. Y por lo tanto todos los seres que ya son receptores de luz siempre pueden obrar donde el grado de madurez de las almas corresponde al conocimiento de los seres que dan, es decir, donde el ser que distribuye tiene el conocimiento del que todavía carece el ser que recibe.

Pero si ahora un niño terrenal se ofrece a servir a Dios, de modo que quiere trabajar conscientemente en recuperar almas para Dios, también necesita conocimientos especiales para este trabajo, es decir, el hombre tiene que recibir lo que quiere distribuir como trabajador del Señor de la manera más clara y comprensible; tiene que ser enseñado de tal manera que todo el conocimiento le sea accesible, que este bien informado acerca de las conexiones espirituales de todas las cosas y que él mismo camine en la verdad más plena.

Pero tal instrucción lo llevan a cabo los maestros designados para este propósito, quienes, en nombre de Dios, introducen al hombre en toda sabiduría. Porque sólo podrá afrontar las exigencias que se le imponen si está bien informado sobre todo lo que se concierne al gobierno y la obra de Dios. Su tarea consiste en difundir el conocimiento que él mismo recibe, es decir, volver a ser activo en la enseñanza en la Tierra, y esta actividad docente, comprensiblemente, requiere un conocimiento completo, que sólo puede serle transmitido por los seres de luz que ellos mismos se encuentran en el conocimiento más profundo.

Pero éstos también velan sobre los bienes espirituales del ser humano, es decir, previenen cualquier transmisión falsa a través de fuerzas espirituales, protegen al humano del pensamiento incorrecto y guían sus pensamientos siempre al reconocimiento correcto. Porque con el saber más profundo tiene también a su disposición la fuerza más elevada, frente a la cual todos los seres menos perfectos son impotentes. Se niega el acceso a seres ignorantes e imperfectos, porque el deseo de la verdad del hombre receptor les impone una barrera que no pueden cruzar. y Es por eso que los humanos pueden con plena convicción, aceptar el conocimiento espiritual que se les imparte como la verdad más profunda; No debe temer de ser llevado a error, siempre y cuando se pone a disposición a Dios con humildad y amor para trabajar para Él en la Tierra....

Su voluntad dirigida hacia Dios y el deseo de la verdad pura lo protegen de cualquier error y también lo hacen capaz de una tarea que una vez más tiene como objetivo de difundir la verdad en la Tierra.... Puede entregarse con confianza a los seres de luz y él mismo deja que le enseñen....

amén

Traductor
Traducido por: Hans-Dieter Heise

Ensinar no além como na terra....

No reino espiritual, somente aqueles seres são admitidos no ministério de ensino que possuem conhecimentos que cobrem todas as áreas. Cada ser pode certamente transmitir o conhecimento que chama seu às almas ignorantes do além, mas exige-se um conhecimento completo dos seres cuja atividade é o ensinamento constante das crianças terrenas ou também das almas do além. Estes seres têm um alto grau de maturidade, recebem sempre e constantemente o seu conhecimento de Deus e, portanto, aumentam constantemente em sabedoria, embora, por sua vez, a distribuam em conformidade. Portanto, assim que um ser humano na Terra está destinado a introduzir os seus semelhantes à sabedoria divina, ele deve ter recebido essa sabedoria de antemão, ele próprio deve ter sido instruído de uma forma que exclua completamente o erro.... E este ministério de ensino é realizado por aqueles seres que estão em contato mais próximo com Deus e recebem a verdade do próprio Deus como um fluxo de força que flui constantemente para eles. A atividade de todos os seres do além que estão na luz consiste em transmitir o que o próprio ser recebe. No entanto, cada ser só pode transmitir aquilo que o seu grau de maturidade lhe deu; assim, o grau de luz é diferente e o conhecimento é correspondentemente diferente. E eles também têm que receber esse conhecimento novamente de seres de luz, aos quais a atividade de ensino é incumbente. Por esta razão, as pessoas na Terra que são instruídas pelo espírito de Deus podem confiar em si mesmas para os professores, pois eles são os destinatários da luz e da força que recebem diretamente a luz e a força de Deus e transmitem a emanação do Seu espírito para a Terra.... e guiá-lo para a Terra. São as pessoas em quem o espírito de Deus está ativo, assim são, por assim dizer, ensinadas pelo próprio Deus, embora o conhecimento lhes seja transmitido pelos seres de luz mais intimamente ligados a Deus, pois tudo o que está cheio de luz é uno com Deus, exceto que o ser humano encontra a permeação com força divina inconcebivelmente agradável e, portanto, Deus transfere essa atividade de amor para os seres que já encontraram união com Ele, porque Ele quer fazê-los felizes. No entanto, as leis de Deus também são observadas no reino espiritual, e os seres não podem agir arbitrariamente, mas têm de se subordinar à vontade divina, que eles, no entanto, sentem como a sua própria vontade. E, portanto, nenhum ser se empurrará para uma atividade que exceda seu grau de maturidade, o que requer, portanto, maior conhecimento do que o ser possui. E, portanto, o ser humano receptor na Terra não precisa temer que se aproximem dele seres que, devido à sua própria ignorância, poderiam transmitir-lhe conhecimentos insuficientes ou errados, pois seres completamente ignorantes não têm acesso ao ser humano que se entrega à obra do espírito. Seres de luz, que não atingiram o grau em que são capazes de realizar a atividade de ensino, só vêm para receber ao mesmo tempo o conhecimento espiritual, assim o ser humano é ensinado na Terra, porque isso corresponde à vontade divina. Mas assim que o ser humano é instruído mentalmente, os seres que são informados sobre as questões contestadas podem se expressar mentalmente, desde que o ser humano deseje a verdade pura e, através de seu modo de vida, se faça digno de ser instruído na verdade.... assim não concede às forças opostas poder sobre ele através de um modo de vida contrário a Deus.... (17.6.1943) O mais importante, porém, é abrir-se a esses ensinamentos, deixar que a luz - e o conhecimento - dos seres dispensadores de luz tenham um efeito sobre si mesmos e não se opor a esse trabalho. Pois os seres conhecedores do reino espiritual estão próximos de cada ser humano e tentam constantemente guiá-lo mentalmente para o reino espiritual. Se o ser humano cede a essa influência e deseja penetrar na verdade, pode ser constantemente instruído, e quanto mais exigente for, mais detalhado será. E agora essas forças entram em acção, cujo conhecimento é ilimitado. Pois o desejo de verdade também testemunha o desejo de Deus, e a Deidade eterna, portanto, aproxima-se de um ser humano desejoso de si mesmo, deixando fluir para ele a emanação da força de si mesmo através de portadores de luz e força..... E luz e força é o conhecimento, a mais profunda sabedoria divina, que agora é oferecida ao ser humano, mentalmente ou através da Palavra interior audível. Os graus de luz no reino espiritual são, portanto, decisivos quanto à medida do conhecimento que o ser espiritual denomina seu, e com esse conhecimento ele agora trabalha, e novamente na esfera a ele designada, onde seu conhecimento é desejado e, portanto, também pode ser distribuído. Estas esferas agora também podem se estender à Terra, porque não são ligadas ao espaço, mas dependem da vontade de receber e do grau de ignorância, tanto na Terra como no reino espiritual. E, portanto, todos os seres que já são receptores de luz podem sempre trabalhar onde o grau de maturidade das almas corresponde ao conhecimento dos seres doadores, onde, portanto, o ser distribuidor possui o conhecimento que ainda falta ao ser receptor. Mas se uma criança terrena se oferece a Deus para o serviço, isto é, se quer trabalhar conscientemente para reconquistar as almas para Deus, então também requer um conhecimento especial para esse trabalho, ou seja, o ser humano deve também receber o que quer distribuir como obreiro do Senhor da maneira mais clara e compreensível; ele deve ser instruído de tal maneira que todo o conhecimento lhe seja acessível, que esteja bem informado sobre as correlações espirituais de todas as coisas e caminhe ele mesmo em plena verdade. Tal instrução, porém, só é realizada pelos professores designados que, em nome de Deus, introduzem o ser humano em toda a sabedoria. Pois ele só pode satisfazer as exigências que lhe são impostas se estiver bem instruído sobre tudo que diz respeito ao reino e à atividade de Deus. Seu ofício é difundir o conhecimento que ele próprio recebe, para voltar a ser ativo na Terra como professor, e essa atividade de ensino requer, compreensivelmente, um conhecimento completo, que só pode ser-lhe transmitido pelos seres de luz que estão, eles próprios, no mais profundo conhecimento. Mas estes também zelam pelo conhecimento espiritual do ser humano, assim impedem toda transmissão errada através de forças espirituais, protegem o ser humano de pensamentos errados e guiam sempre os seus pensamentos para a realização certa. Pois com o mais profundo conhecimento eles também têm o mais alto poder à sua disposição, em face do qual todos os seres menos perfeitos são impotentes. Aos seres ignorantes e imperfeitos é negado o acesso, pois o desejo de verdade do ser humano receptor estabelece para eles uma barreira que eles não podem atravessar. E por isso o ser humano pode aceitar com confiança o conhecimento espiritual que lhe é transmitido como verdade profunda; ele não precisa temer ser mal orientado assim que se coloca humildemente e amorosamente à disposição de Deus a fim de ser ativo para Ele na Terra.... A sua vontade orientada para Deus e o desejo da verdade pura o protegem de todo erro e também o tornam capaz de uma tarefa que se aplica novamente à difusão da verdade na Terra.... Ele pode confiantemente abandonar-se aos seres de luz e deixá-los ensinar-lhe...._>Amém

Traductor
Traducido por: DeepL