El momento del renacimiento espiritual es un momento inmensamente sublime para el alma, y sin embargo, apenas perceptible para el cuerpo, ya que el renacimiento espiritual es una unión del alma con el espíritu en sí mismo y significa una separación del cuerpo. El cuerpo tiene poca participación en este acto de unión, por lo que muchas veces esto es muy difícil mientras el cuerpo aún no se haya quedado tranquillo, es decir, mientras ofrezca todavía resistencia al alma si el alma quiere entrar en esta unión con el espíritu.
Y, sin embargo, la oración sincera le da al alma la fuerza para llevar a cabo su voluntad. Por lo tanto, la oración debería utilizarse como antídoto cuando el deseo del cuerpo es demasiado fuerte y el alma amenaza con debilitarse. El espíritu en el hombre también lucha por el alma y le gustaría traer los gozos de la unión, y si entonces el alma no cumple con su impulso, el cuerpo gana la superioridad y su deseo se cumple....
El espíritu del hombre no puede forzar al alma, así como el cuerpo tampoco puede forzar esta. Depende del alma lo que decida. La decisión por el espíritu, sin embargo, le otorga una recompensa espiritual, mientras que solo la recompensa terrenal llama al alma, si decide por el cuerpo.
La recompensa espiritual es una remodelación completa del pensamiento, la verdad y el conocimiento eternos, por lo tanto, la luz.... La recompensa terrenal son los bienes de este mundo, que son impermanentes y perecederos con la muerte física del hombre. El hombre que nace de nuevo en el espíritu ya no necesita temer la muerte terrenal, porque su vida dura para siempre y solo se despoja del cuerpo terrenal para entrar en la vida eterna sin ninguna cubierta exterior. Así que nace de nuevo a una nueva vida en la que no hay más muerte.
El renacimiento del espíritu, sin embargo, excluye las alegrías terrenales y el disfrute mundano, porque el espíritu y el cuerpo no pueden considerarse al mismo tiempo. El alma solo puede elegir uno de los dos. Quien entonces sólo tenga una mentalidad mundana, nunca podrá hablar del renacimiento del espíritu. Tiene que evitar todo lo mundano y separarse completamente de esto en el corazón, solo entonces el alma puede entrar en conexión con el espíritu, y la fusión completa de ambos tiene como consecuencia el renacimiento espiritual, que es inimaginablemente bienaventurado porque hace al hombre receptivo a las sabidurías de Dios porque le convierten en un portador de luz y, por consiguiente, en un vínculo entre Dios y los hombres.
Poder ser un mediador al que se le permite anunciar la voluntad divina a los semejantes es una gracia de la mayor importancia y vinculada a una tarea, cuyo cumplimiento garantiza nuevamente la máxima madurez del alma, y nuevamente solo unos pocos hombres se hacen dignos de esta gracia, y solo unos pocos se ofrecen a Dios para servirle y le piden una tarea terrenal en beneficio de los semejantes.
Pero a estos pocos Dios les da en exceso Su amor y gracia, y se les permite pedir esta gracia y amor en cualquier momento.... Dios siempre escuchará sus peticiones y les dará fuerzas para que puedan cumplir con su tarea, para que la fuerza del espíritu obre en ellos para la bendición de la humanidad....
Amén
TraductorO momento do renascimento espiritual é imensamente edificante para a alma e, no entanto, pouco perceptível para o corpo, pois o renascimento espiritual é uma união da alma com o espírito em si mesmo e significa uma separação do corpo. O corpo tem pouco a ver com esse ato de unificação e, portanto, muitas vezes isso é muito difícil, desde que o corpo ainda não tenha ficado parado, isto é, desde que ainda ofereça uma certa resistência à alma, se quiser entrar nessa união com o espírito. E no entanto, a oração sincera dá à alma a força para cumprir a sua vontade. E a oração deve, portanto, ser usada como um antídoto quando o desejo do corpo é demasiado forte e a alma ameaça tornar-se fraca. O espírito no ser humano também luta pela alma e quer ganhar-lhe as delícias da união, e se a alma não cumprir a sua exortação, o corpo ganha supremacia e o seu desejo é cumprido.... O espírito no ser humano não pode forçar a alma, assim como o corpo não pode exercer qualquer compulsão sobre ela. Cabe à alma o que ela decide. Mas a decisão a favor do espírito ganha a recompensa espiritual da alma, ao passo que só a recompensa terrena acena à alma se ela decidir a favor do corpo. A recompensa espiritual é uma transformação total do seu pensamento, da verdade eterna e do conhecimento, portanto, a luz.... A recompensa terrena são os bens deste mundo, que são impermanentes e transitórios com a morte corporal do ser humano. O ser humano que renasce no espírito não precisa mais temer a morte terrena, pois sua vida dura para sempre e ele só descarta o corpo terreno para entrar na vida eterna sem nenhuma cobertura externa. Ele renasce, portanto, para uma nova vida na qual não há mais morte. O renascimento do espírito, porém, exclui prazeres terrenos e prazeres mundanos, pois espírito e corpo, ao mesmo tempo, não podem ser considerados. A alma só pode decidir por um dos dois. Portanto, quem quer que seja apenas mundano, jamais poderá falar do renascimento do espírito. Ele deve evitar tudo o que é mundano e se separar completamente dele em seu coração, só então a alma pode entrar em união com o espírito, e a fusão completa de ambos resulta no renascimento, o que é inconcebivelmente feliz, porque torna o ser humano digno de receber sabedoria de Deus, porque o torna portador de luz e, conseqüentemente, um elo de ligação entre Deus e os homens. Poder ser um mediador que se permite anunciar a vontade divina aos semelhantes é uma graça da maior importância e ligada a uma tarefa cujo cumprimento garante novamente a maior maturidade de alma, e mais uma vez apenas poucas pessoas se fazem dignas dessa graça, e apenas poucas se oferecem a Deus para o serviço e Lhe pedem uma tarefa terrena em benefício dos semelhantes. Mas Deus dá o Seu amor e graça em abundância a estes poucos, e eles podem pedir esta graça e amor em qualquer momento.... Deus sempre escutará seus pedidos e lhes dará forças para que possam cumprir sua tarefa, para que a força do espírito trabalhe neles para a bênção da humanidade...._>Amém
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