Comparar anuncio con traducción

Otras traducciones:

El objetivo correcto.... El derecho del ser a la autodeterminación....

El punto de partida de todo lo que existe es Dios.... y Dios también debe ser el objetivo de todo lo que existe.... Si el ser de Dios elige otro objetivo, es decir, el polo opuesto de Dios, entonces es su ruina, es su caída espiritual, aunque al ser le ofrece una y otra vez la oportunidad de tomar el camino correcto que conduce hacia el objetivo correcto. Pero entonces son tiempos interminables de tormento y de ataduras entre esas posibilidades que pueden provocar el estado de la redención final....

No se trata de modo alguno de un acto de violencia a través de lo cual el ser será reunificado con Dios como su Creador, sino que el ser mismo tiene derecho a determinar lo que quiere y puede perseguir el objetivo que le plazca.... No es forzado, pero constantemente es influenciado sólo mentalmente, y esto al mismo tiempo por seres espirituales buenos y malos, de modo que ahora se enfrenta a la decisión a qué influencia quiere entregarse. Y por eso su propia voluntad es decisiva.

Si ahora la propia voluntad está debilitada, el mayor problema consiste en que no se busque el objetivo correcto, sino que el ser vuelve a alejarse de Dios una y otra vez. Por lo tanto, las fuerzas malas han prevalecido, alejando al ser de Dios, pero volviéndola hacia sí mismo. El ser mismo no puede ser absuelto de la culpa porque no utiliza la fuerza que le habría facilitado la resistencia. No exigió la fuerza que tenía a su disposición y por eso sucumbió. Y fue suficientemente instruido por la Palabra de Dios para su salvación final, sino que despreció esta Palabra y, por lo tanto, no está libre de culpa.

El ser también debe contribuir a la Auto-redención entregando su propia voluntad y sometiéndose a Dios como su Creador. Porque si lo hace, entonces da su consentimiento Para que Dios lo cuide y lo ayude a cumplir su última tarea terrenal. Sin la entrega de la propia voluntad, sería una cierta coerción de Dios, si Él conduce al ser hacia su fin último. Para llegar a ser perfecto es necesario someter la propia voluntad a la voluntad divina, porque sólo entonces Dios puede expresarse y ahora dirigir visiblemente al ser, porque entonces éste quiere lo que es justo y conduce a Dios....

amén

Traductor
Traducido por: Hans-Dieter Heise

Das rechte Ziel.... Selbstbestimmungsrecht des Wesens....

Der Ausgangspunkt alles Bestehenden ist Gott.... und Gott muß auch das Ziel alles dessen sein, was ist.... So sich das Wesenhafte aus Gott ein anderes Ziel wählt, nämlich den Gegenpol Gottes, so ist dies sein Verderben, es ist sein geistiger Untergang, obzwar immer und immer wieder dem Wesen die Gelegenheit geboten wird, den rechten Weg einzuschlagen, der dem rechten Ziel entgegenführt. Doch es sind dann endlose Zeiten der Qualen und des Gebanntseins zwischen jenen Möglichkeiten, die den Zustand endgültiger Erlösung eintragen können. Es ist keineswegs ein Gewaltakt, wodurch das Wesen wieder vereinigt wird mit Gott als seinem Schöpfer, sondern das Wesen selbst hat das Bestimmungsrecht über sich und kann das Ziel verfolgen, das ihm beliebt.... Es wird nicht gezwungen, sondern immer nur gedanklich beeinflußt, und zwar dies gleichzeitig von guten und bösen geistigen Wesen, so daß es nun vor die Entscheidung gestellt ist, welchem Einfluß es sich überlassen will. Und so ist sein eigener Wille maßgebend. Ist nun der eigene Wille geschwächt, so ist größte Gefahr, daß nicht das rechte Ziel angestrebt wird, sondern daß sich das Wesen immer wieder von Gott entfernt. Es haben sonach die schlechten Kräfte die Oberhand gewonnen, das Wesen Gott entfremdet, sich selbst aber zugelenkt. Es kann das Wesen selbst nicht von Schuld freigesprochen werden, da es sich nicht der Kraft bedient, die ihm den Widerstand hätte leicht werden lassen. Es forderte nicht die Kraft an, die ihm zu Gebote stand, und also unterlag es. Und es war durch das Wort Gottes hinreichend unterwiesen, daß es die Kraft aus Gott nützen sollte zu seiner letzten Erlösung, mißachtete aber dieses Wort, und also ist es nicht frei von Schuld. Zur Selbsterlösung muß das Wesen auch selbst beitragen, indem es seinen eigenen Willen hingibt und sich Gott als seinem Schöpfer unterstellt. Denn tut es das, dann gibt es seine Einwilligung dazu, daß Gott Sich seiner annimmt und ihm nun hilfreich beisteht, daß es seine letzte Erdenaufgabe erfülle. Ohne Hingabe des eigenen Willens wäre es ein gewisser Zwang von Gott, so Er das Wesen seinem letzten Ziel entgegenführt. Um vollkommen zu werden, gehört das Unterstellen des eigenen Willens unter den göttlichen Willen, denn dann erst kann Gott Sich äußern und nun das Wesen sichtlich lenken, denn es will ja dann das, was recht ist und zu Gott hinführt....

Amen

Traductor
This is an original publication by Bertha Dudde