La voluntad del hombre es extremadamente fuerte cuando es necesario resistir mientras reconoce que algo no le agrada, pero muy débil cuando le parece dudoso lo que es bueno o malo para él Para superar todos los peligros, también es necesario reconocerlos, porque entonces la voluntad se vuelve más fuerte. El ser humanos tiene ciertas inhibiciones que emergen precisamente cuando se le exige una resistencia o un compromiso total. Y esta es siempre la influencia del poder maligno que quiere impedir que la gente resista. Y luchar contra tales inhibiciones es la tarea constante del hombre, entonces el suministro de fuerza de Dios no se ve obstaculizado ni interrumpido, y la voluntad será constantemente fortalecida para llevar a cabo lo que es la voluntad de Dios.
El problema del desapego del apego a la Tierra al recibir la Palabra sigue siendo un problema para ti. Todavía hay demasiada impresiones de la vida terrena que te obstaculizan y éstas no permiten que el espíritu se levante. El mundo de lo puramente espiritual reconoce tu voluntad y tus esfuerzos y viene en tu ayuda pero no pueden influir en esta voluntad por lo que tiene que esperar pacientemente hasta que separes tus pensamientos de todo lo terrenal y te entregues voluntariamente a éste. La voluntad hacia arriba es ciertamente fuerte, pero aún no se separa completamente de lo terrenal y, por tanto, es un obstáculo para una recepción sin esfuerzo.
El Señor te ha encomendado una gran tarea que requiere una voluntad extremadamente fuerte para cumplirla. Y por ello se debe librar una lucha constante contra todo aquello que pueda debilitar tu voluntad. Sólo lo que sirva para esta tarea debería ser importante para ti. Tu espíritu debe continuar esforzándose hacia arriba y tratar de llegar de unirse con el Espíritu de Dios, porque sólo así demostrarás tu amor por Aquel Que te ha encomendado esta tarea. A los niños terrenales que quieren servir a Dios ya no se les permite aferrarse a la Tierra, tienen que desprenderse voluntariamente y renunciar a todo lo que les parece deseable, no se les permite dividirse en el servicio por Dios y al hombre, siempre que este último corresponda a su amor propio.... más bien, deberían renunciar a todo para ganar el pleno amor de Dios.... darlo todo.... para poder poseer algo mucho más glorioso, de lo que el mundo puede ofrecer jamás.
Todo pensamiento dirigido a Dios da a hombre la fuerza para luchar contra los deseos terrenales; la voluntad dirigida hacia Dios le trae gracia sobre gracia. Y ahora podrá desprenderse fácilmente de la Tierra y encontrar fácilmente y sin esfuerzo la conexión con el mundo de más allá si deja el mundo completamente desapercibido y sólo desea a Dios y a Su amor. Porque ese es el mayor peligro del hombre, que comparte su amor con el mundo y sus alegrías. Una cosa debe ser superada para poder poseer la otra. Porque con el amor al mundo, el hombre se deja llevar por las tentaciones de Satanás, que utiliza todos los medios para alejarlo de nuevo de Dios.
Por lo tanto, se requiere una fuerte voluntad para resistir, y cuanto más fuerte es la tentación, más fuerte es. Entonces el hombre no debe tardar tanto, debe ser consciente del gran peligro que significa para él la derrota en esta lucha, debe tratar de tener presente lo precioso de lo que puede perder por esta tentación, y esto debe motivarle a la más extrema resistencia.... y no debe olvidarse de orar, porque cuando ora expresa su voluntad de hacer lo que es la voluntad de Dios....
amén
TraductorDes Menschen Wille ist überaus stark, wenn es gilt, sich zu widersetzen, solange er etwas als ihm nicht zusagend erkennt, jedoch sehr schwach, wenn es ihm zweifelhaft erscheint, was gut oder schlecht für ihn ist. Es ist darum zum Überwinden aller Gefahren auch das Erkennen derselben nötig, weil dann auch der Wille entsprechend stärker wird. Es hat der Mensch gewisse Hemmungen, die gerade dann in Erscheinung treten, wenn von ihm ganzer Widerstand oder ganze Einsatzbereitschaft gefordert wird. Und dies ist immer die Einwirkung böser Macht, welche den Menschen hindern will am Widerstand. Und solche Hemmungen zu bekämpfen ist des Menschen ständige Aufgabe, dann ist auch die Kraftzufuhr aus Gott nicht gehindert oder unterbrochen, und es wird der Wille immer wieder gestärkt werden, das auszuführen, was Gottes Wille ist.
Das Problem des Lösens aus der Erdgebundenheit bei dem Aufnehmen des Wortes macht dir noch zu schaffen. Es hindern dich noch zu viele Eindrücke des irdischen Lebens, und diese lassen den Geist nicht zur Höhe. Die Welt des Reingeistigen erkennt deinen Willen und dein Bemühen und kommt dir hilfsbereit entgegen, doch sie können diesen Willen nicht beeinflussen, und sie müssen also nun geduldig harren, bis du die Gedanken selbst lösest von allem Irdischen und dich ihnen willig überlässest. Der Wille nach oben ist wohl stark, aber er trennt sich noch nicht völlig vom Irdischen und ist daher Hindernis für müheloses Empfangen. Es hat der Herr dir eine große Aufgabe gestellt, zu deren Bewältigung ein überaus starker Wille nötig ist. Und es muß daher ein ständiger Kampf geführt werden gegen alles, was deinen Willen schwächen könnte. Nur das soll dir wichtig sein, was dieser Aufgabe dienlich ist. Es soll weiterhin dein Geist zur Höhe streben und sich zu einigen suchen mit dem Geist aus Gott, denn so allein beweisest du deine Liebe zu Ihm, Der dir diese Aufgabe gestellt hat. Gott-dienen-wollende Erdenkinder dürfen der Erde nicht mehr anhangen, sie müssen sich bereitwillig lösen und alles hingeben, was ihnen begehrenswert erscheint, sie dürfen sich nicht teilen in Gottes- und Menschendienst, sofern letzterer ihrer Eigenliebe entspricht.... sondern alles sollen sie hingeben, um sich die vollste Liebe Gottes zu erringen.... Alles geben.... um zu besitzen weit Herrlicheres, als was die Welt je bieten kann. Jeder Gott zugewandte Gedanke vermittelt dem Menschen die Kraft, gegen irdische Begehren anzukämpfen; der Gott zugewandte Wille trägt ihm Gnaden über Gnaden ein. Und er wird sich nun auch leicht lösen können von der Erde und leicht und mühelos die Verbindung mit der jenseitigen Welt finden können, so er die Welt gänzlich unbeachtet läßt und nur Gott und Seine Liebe begehrt. Denn das ist des Menschen größte Gefahr, daß er seine Liebe teilet mit der Welt und ihren Freuden. Es muß das eine überwunden sein, um das andere besitzen zu können. Denn mit der Liebe zur Welt kommt der Mensch den Lockungen des Satans nach, der alle Mittel anwendet, um ihn Gott wieder abtrünnig zu machen. Es gehört daher auch ein starker Wille dazu, Widerstand zu leisten, und desto stärker, je lockender die Versuchung ist. Dann darf der Mensch nicht lange zögern, er muß sich der großen Gefahr bewußt sein, die ein Unterliegen in diesem Kampf für ihn bedeutet, er muß sich vorzuhalten versuchen die Kostbarkeit dessen, was er um jener Lockung willen verlieren kann, und dies muß ihn zu äußerster Gegenwehr veranlassen.... und er darf des Gebetes nicht vergessen, denn so er betet bekundet er seinen Willen, das zu tun, was Gottes Wille ist....
Amen
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