Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/8885
8885 El oír la Palabra divina es prueba de un grado elevado de amor
22 de noviembre de 1964: Libro 93
De arriba irradia la luz abajo en la tierra, Mi Voz resuena en vosotros los que la admitís, y Mi Palabra os ilumina a los que antes andabáis en las tinieblas. Por eso recobraís lo que antiguamente rechazastéis, y eso quiere decir, que estáis próximos a vuestra perfección, que habéis abandonado toda reistencia, que os unís de nuevo Conmigo, que abrís vuestros corazones, para percibir de nuevo la irradiación de Mi Amor. Sí habéis alcanzado esa meta, entonces no fue en vano vuestro paso terrenal, entonces él os ha aportado la madurez, porque os habéis hecho iniciados, porque no necesitáis temer más nínguna tiniebla, porque me buscáis incesantemente y os unís a Mí; Yo no haré nada que más me guste, que el dejarme encontrar por vosotros. Pues Yo quiero dejar que afluya la luz en toda plétora en vuestros corazones abiertos, entregaos a Mí por completo y recibíd Luz y Fuerza en exceso. Y así quisiera Yo saberos constituídos a todos vosotros, para que podáis entrar en el Reino de Luz, y luego Conmigo podáis crear y obrar en Mi Volunad, la cual es ahora también la vuestra como Mis verdaderos hijos. Pero son sólo pocos los que alcanzan el grado en el que Yo pueda darles la Luz aún antes de la muerte de su cuerpo. Y precisamente en el tiempo del fin, donde el actuar de Mi adversario es especialmente muy evidente, tiene que entrar en acción un duro combate por esa Luz, la que os es ofrecida por Mí. Mas Yo dejo con fuerza acrecentada irradiar esa Luz, la que por eso también se encienda en los corazones de todos los que seriamente me buscan. Si Yo puedo volver a hablaros, como era en un principio, entonces Mi Palabra obtendrá en vosotros el mismo efecto, sacaréis de ella Luz y Fuerza y vuestro estado será otra vez el mismo: de que sois sumamente felices y me alabáis sin cesar; puesto que habéis regresado a Casa en vuestra Casa paterna y ahora también sois capaces de oír Mi Voz en vosotros. Y en eso consiste toda vuestra bienaventuranza, de que seais por Mi hablados y sepáis de Mi Voluntad, la cual no es otra más que la vuestra, y por eso sentís una felicidad ilimitada. Quien en la tierra percibe ya Mi Palabra, es igual completamente si la recibe directa o a través de Mis mensajeros, cuyo grado de madurez es ya uno más elevado, pues en él se hará Luz y las tinieblas ya no pueden agobiarlo más. Y él tiene también el vínculo interior Conmigo, de lo contrario él no podría comprender Mi Palabra. Por lo tanto él puede sentirse también hablado por Mí, y él siempre más abandonará el vínculo con el mundo, él tratará de aumentar su estado y grado de madurez, y lo conseguirá, porque Yo no lo dejo caer ya más, tan pronto como se haya entregado a Mí. Pues ahora Mi adversario ha perdido todo poder sobre él, tiene que restituirlo, pues en cuanto él tiene Mi Palabra, está en la Luz y eso significa también el triunfo sobre el poder tenebroso. Significa la redención segura de todo mal.
Amén
Traducido por Pilar Coors