Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/8823
8823 Manifestación del Eterno Espíritu de Dios...
29 de junio de 1964: Libro 93
Cuando caminé sobre la tierra, se produjo una transformación en todo el mundo espiritual, porque fue un acto que repercutió en todo el universo... la manifestación del Eterno Espíritu de Dios, Que quiso hacerse visible a todos sus seres... pero que no era visible a todas Sus criaturas hasta que Yo Mismo me había encarnado y habitaba entre los hombres como un ser humano... Esta encarnación en Jesús estaba planeada desde la eternidad porque conocía el deseo de Mis criaturas que deseaban ver a Aquel de Quien habían tomado su origen... Pero los seres debían saber también de su origen aún sin mirarme, y por eso les exigí Mi reconocimiento, lo cual Me negaron en favor de su productor... lo cual tenía como consecuencia su caída de Mí...
Y solo ahora cumplí su deseo y vine a la tierra en Jesús como Dios visible, después de que Él se entregó a Mí para que Yo pudiera llenarlo completamente con Mi fuerza de amor. Pero ahora Jesús es y sigue siendo el Eterno Ser de Dios para todas las criaturas, y no sólo las habitantes de la tierra, sino todas Mis criaturas Me ven a Mí Mismo en Él, porque aunque he tomado estancia en esta tierra en una forma humana, los habitantes de las demás estrellas y todas los habitantes del reino de la luz todavía se inclinan ante esa alma, Que absorbió el Espíritu supremo de Dios en toda su plenitud... Así que Jesucristo es el soberano del universo, Él es Dios y será para siempre para todos los seres el epítome de Aquel, Que os llamó a la vida, Que creó todo, porque es el Amor en Sí Mismo, y de Ello ha surgido todo lo que existe...
Y todos los mundos, todos los seres en estos mundos pudieron ver la obra de Redención. Y como estos seres también tenían una deuda más o menos grande... de lo contrario no habrían sido trasladados a los diversos cuerpos celestes... ellos también deben dejarse redimir por Él y reconocerlo como Hijo de Dios y Redentor del mundo, en Quien Yo Mismo me he encarnado. Y a partir de esto veréis que realmente tiene una posición excepcional, que no puede ser contado entre los “maestros ascendidos”, que siempre y para siempre también tiene que ser reconocido por los habitantes de otros mundos como Él, Que Me tomó en Sí Mismo, como Él, Que real y verdaderamente es y sigue siendo Dios.
Todos los seres del universo, por tanto, siguieron Mi paseo por la tierra, y sin embargo, sabían que eran cuidados por Mí, porque la Deidad estaba en Mí y también obraba fuera de Mí con toda Su fuerza... sólo que ella se había creado un recipiente en Mí que era receptivo para Ella, que por lo tanto se hizo visible para lo espiritual, que ya tenía un grado de madurez y podía ver espiritualmente... Los seres de luz también siguieron Mi paseo por la tierra, y sin embargo se mantenían en constante contacto Conmigo, Que constantemente les proveía con fuerza y luz... Porque Yo estaba en todas partes y ahora también estoy en todas partes en el reino espiritual y también en aquellos lugares que aún no se han convertido en receptores de luz... Porque estos también deben aceptar primero las gracias de la obra de Redención para poder liberarse de su culpa.
Y Mi nombre siempre será y seguirá siendo: Jesucristo... el Espíritu de Dios encarnado en Jesús... y que será el mismo en todos los mundos, ya sean aún de manera material o ya el reino espiritual lleno de luz. Yo Mismo me escondo bajo Su nombre, Que soy de eternidad en eternidad... vosotros humanos podéis dirigiros a Mí Mismo bajo Su nombre, siempre escucharé vuestra voz y os responderé... Y en Él soy visible para vosotros cara a cara... Me inclino hacia vosotros que deseáis llamados por Mí, y vuestro Dios y Padre os habla Él Mismo en Jesús...
(29.06.1964) Así que ya sabéis lo que tenéis que pensar de las comunicaciones del universo que no Le reconocen, que por tanto, trazan un límite entre el área de la tierra y su propio mundo... todos los seres de luz están informados de Mi encarnación en Jesús, una Divinidad visible ha surgido en Jesús para todos, y todos los seres de luz ahora podían verme cara a cara... El gran Dios-Espíritu se había cubierto con un caparazón humano y mantuvo este caparazón para siempre. Este hecho no se puede negar, y es por eso que todos los “maestros ascendidos” deben confesar lo Mismo, no importa cuán alto estén en su desarrollo, de lo contrario no tienen derecho a llamarse así...
Este problema de Mi encarnación no puede permanecer oculto para ellos, ellos deben... si quieren enseñar la verdad pura... también ser instruidos por el espíritu dentro de ellos mismos y reconocer Mi encarnación en Jesús. Esto se aplica tanto a los habitantes de otros mundos, que se anuncian medialmente, como también para las personas quienes en la tierra se cuentan entre aquellos para ser altos líderes espirituales, quienes también son enseñados nuevamente por aquellos del reino espiritual, quienes sin embargo no Me tienen a Mí como maestro, Que yo ciertamente les informaría sobre Mi encarnación en Jesús. Porque aunque la persona no tenga ningún conocimiento... si su conocimiento religioso va por otros caminos... entonces Mi Espíritu ciertamente le dará información, y no hay otra explicación que la que corresponde a la verdad.
Porque Yo solo entrego la verdad, a nadie se la niego, pero sólo puedo ofrecerla allí donde la gente Me escucha de buen grado a Mí y a Mi Palabra. Dondequiera que Mi Espíritu pueda hacer efecto en las personas, incluso fuera del conocimiento humano, allí podrá penetrar la verdad más pura, como es Mi voluntad..._>amén
Traducido por Hans-Dieter Heise