Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/8806

8806 El conocimiento del pecado original es necesario para entender la obra de redención.... para reconocer a Jesucristo como "Redentor"....

26 de mayo de 1964: Libro 92

Ustedes, los humanos, carecen del conocimiento de la caída original, y por eso también sólo consideran el acto de Salvación de Jesucristo como una obra de expiación de la culpa humana, es más, le niegan la "obra de Salvación" porque, como creen, cada uno tiene que pagar su deuda hasta el mas mínimo detalle.... Si sólo se tratara de tu culpa, en la que tú como ser humano has incurrido, entonces este punto de vista sería comprensible.... pero se trata de la gran culpa original, de la apostasía de los espíritus de Mí.... una culpa.... que ustedes nunca podrían pagar, que tampoco se puede negar, y que es la causa de toda la creación y la razón de Mi encarnación en Jesús.

Porque la razón de la apostasía de Mí fue que los seres creados eran incapaces de verme, y por eso Me hice visible en Jesús. Quien sólo acepte la pasada caída en pecado del primer ser humano, encontrará increíble que fuera necesario un "Redentor" para estos pecados, siempre se guiará en que la humanidad no podía ser castigada por un pecado que no había cometido. Y también los pecados cometidos por el ser humano como tal serían ciertamente una violación de Mi amor.... amor que, sin embargo, los humanos no reconocen en su estado de oscuridad, estado que fue sólo la consecuencia de este gran pecado original.

Pero este pecado lo explica todo, y mientras las personas no sepan nada de este proceso de caída de los espíritus, también les resultará difícil creer en "el divino Redentor", Quien murió en la cruz por esta gran culpa bajo el mayor dolor y agonía, que Él mismo asumió para ofrecerme el sacrificio de expiación.

Por lo tanto, toda enseñanza que niega al Redentor divino.... que, por lo tanto, niega el principio de la Salvación.... tendrá que ser rechazada como falsa doctrina, aún cuando su actividad como propagador de la enseñanza divina del amor también sea enfatizada. Se trata de la redención del pecado original, que sólo Yo mismo pude realizar en el hombre Jesús y así se te puede explicar Mi manifestación humana en Él, pues Yo mismo Soy un Ser que ninguna de Mis creaciones vivientes podría contemplar sin perecer.

Por lo tanto, si quería que pudieran contemplarme visiblemente, esto tenía que ocurrir en la forma de un ser similar a ustedes, que para ustedes fue el ser humano Jesús. También, primero es necesario tener el conocimiento del proceso de caída de los seres respecto a Mí para poder comprender luego el proceso de creación del mundo visible. Es entonces que se vuelve comprensible la batalla eterna entre la luz y las tinieblas y luego la aparición de un Salvador de la humanidad en Jesucristo.... un espíritu original no caído.... en quien Me encarné, porque ustedes no tenían idea alguna del "poder creador de todo".

Y por lo tanto pueden y tienen que reconocer a un Redentor Quien murió en la cruz por toda culpa y que también pidió el perdón de la culpa para ustedes humanos, lo cual, sin embargo, no puede llegarles de forma abrupta sino que deben haberse acercado a Él ustedes mismos porque la caída ocurrió por la propia voluntad de ustedes y ahora el retorno a Él debe tener lugar igualmente por la propia voluntad de ustedes. No hay que dudar del hecho de que una persona que se esfuerza seriamente por alcanzar la perfección será perdonada, además por el pecado original, también por sus pecados como ser humano, de modo que toda la culpa sea redimida y el perdón, por tanto, está asegurado.

Pero como solo rara vez se reconoce a Jesús como Salvador, quienes reciben la enseñanza errónea que lo presenta como hombre y maestro ascendido mas no quieren reconocer Mi encarnación en Él, no le piden el perdón de todos sus pecados. Porque sólo hay Uno que puede liberarlos de su culpa, sólo hay Uno que tiene el poder de escribir toda la culpa en la arena.... y ese es Jesús, en quien Yo mismo Me hice hombre....

Amén

Traducido por J. Gründinger