Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/8167

8167 Nada es demasiado pequeño para Dios...

4 de mayo de 1962: Libro 86

Yo también estoy presente en el más pequeño grano de arena... Y así también sabéis que nada es demasiado pequeño e insignificante para que pueda irradiar a través de ello con Mi fuerza de amor, porque sus existencia sólo está garantizado si Mi fuerza está en ello. Porque todo debe desarrollarse hacia arriba, a través de un constante cambio en sí mismo, la fuerza debe aumentar en todas Mis obras de creación, no importa cuán pequeñas puedan ser... deben progresar en su desarrollo a través de la fusión de lo espiritual en estas obras de creación y recibir Mi fuerza en mayor medida, porque esta irradia a través de todo lo que es visible para vosotros.

Y en esto consiste Mi plan de Salvación: Una y otra vez suministrar fuerza a lo espiritual atado en las obras de creación, para que puedan realizar actividades de servicio en su forma exterior destinada por Mí... Y aunque este espiritual... las partículas de un espíritu primordial disuelto... cumple su propósito en el estado obligatorio, aún madura lentamente, también puede desarrollarse constantemente hacia arriba a través de fusiones constantes, a través de varios cambios de su forma exterior, hasta la madurez final, donde todas las partículas de un espíritu primordial caído se han encontrado de nuevo, y que ahora se les permite encarnarse como “alma” en el ser humano con el propósito de tomar la última prueba de voluntad...

Y si miráis toda la creación, entonces también os será comprensible que incluso la criatura más pequeña, así como la materia más dura, siempre experimente Mi cuidado constante, porque nada es inanimado, todo alberga Mi fuerza en sí mismo, y esta fuerza una vez vuelve a fluir de regreso hacia Mí desde donde emanó... Hasta las más pequeñas criaturas tienen su destino, les ha sido asignada una tarea por Mí, aunque no la reconozcáis... Todo está dirigido y cuidado por Mí y así todo progresa irrevocablemente hacia arriba, porque no hay parada donde Mi voluntad es efectiva. Y esta siempre determina lo espiritual, siempre y cuando se encuentre en el estado obligatorio, que también gana una vez la madurez a lo espiritual, que sirve de condición para la encarnación como hombre.

No hay limitaciones para Mí, y es por eso que Me preocupo por el destino de cada persona individual, lo cual para vosotros... que todavía sois imperfectos... no os parece comprensible o increíble. Pero Mi reino es infinito, infinitos Mi poder y Mi amor... Todo es posible para Mí, y así también el cuidado de innumerables seres, porque para Mí no hay límites. Y cada ser... una vez que haya recuperado su conciencia del “yo” puede dirigirse a Mí y será escuchado por Mí.

Todo ser que cree en Mí tendrá una idea de Mí, pero nunca se acercara a la verdad porque esta es incomprensible para el ser, el ser humano... porque tiene que estar en la más alta perfección para poder hacerse una idea aproximadamente correcta de Mí. Pero la gente en la tierra solo necesita reconocerme como su “Padre” y entonces también se han acercado mucho más a la verdad, incluso si no pueden comprender Mi Ser intelectualmente...

Pero deben saber que nada es demasiado pequeño para Mí para que Yo no Me preocupe de ello... deben saber que el amor en Mí abarca todo lo que es, porque el amor es Mi elemento original, y que este amor no descansará hasta que incluso las criaturas más pequeñas hayan alcanzado la madurez para poder atraerlas a Mi corazón... Porque la fuerza es todo lo que veis a vuestro alrededor y esta fuerza ha emanado de Mí y por tanto es algo Divino, que tiene que regresar a la fuente de fuerza desde la eternidad, para que la fuerza pueda hacerse efectiva de acuerdo a su propósito... para que seres semejantes a Mí puedan entonces crear y obrar Conmigo y en Mi voluntad, pero la cual entonces también es su voluntad porque son perfectos, como una vez emanaron de Mí...

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise