Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/8158
8158 Resurrección de Jesús... Pascua...
23 de abril de 1962: Libro 86
Mi cuerpo resucitó al tercer día... Y aunque este proceso les parece increíble la las personas porque no pueden proporcionar ninguna prueba de ello, por lo que debe ser anunciado a la humanidad una y otra vez a través de Mi Espíritu que verdaderamente he resucitado de entre los muertos. Porque a través de Mi obra de Redención he vencido a la muerte, que Mi adversario había traído primero al mundo por su caída al abismo. Y al mismo tiempo os he manifestado a vosotros humanos con Mi resurrección que no existe la muerte para el ser espiritualizado, es decir, la re-transformación de nuevo al ser original... que se logra a través de una vida de amor, como Yo lo he mostrado a la gente, y como será alcanzado... así como excluye cualquier estado de muerte, cualquier impotencia y falta de fuerza, y ahora el alma puede ir a la vida eterna tan pronto como haya completado esta transformación en la vida terrenal...
La muerte ha sido vencida a través de Mi sacrificio en la cruz, porque así se pagó el pecado original y se le dio nuevamente al ser la oportunidad de completar de completar su re-transformación a su ser original, que ahora también garantiza su vida eterna. Quería darles la prueba de que el cuerpo de carne también puede espiritualizarse a sí mismo y, por lo tanto, no necesita temer la muerte, si el hombre todavía lograría la espiritualización de su cuerpo en la tierra...
Yo Mismo, como el hombre Jesús he espiritualizado todas las sustancias aún inmaduras de Mi cuerpo a través de una vida amorosa, las he llevado a la maduración; el amor suavizó todo lo que no era espiritual en Mí e hizo que se uniera a Mi alma, de modo que cuerpo y alma pudieran unirse al eterno Espíritu de Dios en Mí y, en consecuencia, se logró la fusión completa con Éste. Y un ser completamente espiritualizado ya no puede estar sujeto a la muerte, porque la muerte es un estado de falta de fuerza, mientras que un ser espiritualizado es luz y fuerza en abundancia y está libre de toda atadura.
El proceso de Mi resurrección también fue evidente para las personas, pues encontraron Mi tumba vacía... Era comprensible que los incrédulos ahora quisieran hacer creíble el secuestro de Mi cuerpo para sus semejantes, pero tampoco pudieran probarlo... Y sólo los creyentes aceptarán como verdad Mi resurrección, las personas que ya están íntimamente unidas a Mí por el amor o por su buena voluntad de andar rectamente ante Mis ojos.
Pero es cierto que sí se llevó a cabo, porque cono eso solo se cumplieron las promesas que se transmitieron a la gente a través de videntes y profetas. Y Mi resurrección fue una gran derrota para Mi adversario, a quien le demostré que el amor es más fuerte que el odio... y que no mantendría a sus seguidores en estado de muerte para siempre, porque Yo Mismo había vencido a la muerte y así podía dar vida a todo aquel que reconoce Mi obra de Redención y hace uso de las gracias adquiridas en la cruz.
Así que para Mi adversario Mi resurrección fue una derrota y por eso trató de engañar a la gente y presentarles Mi resurrección como dudosa... Sin embargo, no podrá impedir la resurrección de los que Me siguen, que creen en Mí, y a quienes ahora también puede dar la vida eterna, como Yo lo he prometido. Y sus seguidores se disminuirán constantemente, porque una y otra vez la gente resucitará a la vida eterna, porque he vencido a la muerte, porque no puede para siempre a un ser, cuya voluntad es regresar a Mí otra vez, y por eso huye bajo Mi cruz, para escapar de la violencia de Mi adversario... Para éste, la muerte ha sido vencida y la resurrección a la vida es segura para él...
(23.04.1962) Mis discípulos tampoco querían creerlo que Yo había resucitado de entre los muertos, aunque Yo se lo había anunciado de antemano... Pero fortalecí su fe y Me reconocieron cuando llegué a ellos... Así que éstos tenían la prueba de que Yo había vencido a la muerte, porque debían anunciarme con plena convicción, debían mencionar Mi muerte en la cruz y también Mi resurrección, porque las personas que creen en Mí tenían que experimentar este conocimiento y debían emprender el camino hacia la cruz... porque ellos sólo podrían ser redimidos si ellos también llevaran su culpa a Mi bajo la cruz.
Pero esta, Mi mayor obra de misericordia, pronto se habría olvidado si Mi Espíritu no hubiera podido obrar una y otra vez en las personas que se entregan completamente a Mí, y por eso... como redimido... pude llenarlos con Mi Espíritu, que de nuevo les enseñaba desde adentro que les abría el conocimiento de la obra de redención de Jesucristo... Porque todo lo que fue transmitido a la gente no se mantuvo en la verdad durante mucho tiempo...
Donde quiero que actuaba el entendimiento humano por sí solo también surgieron opiniones erróneas, que también fueron transmitidas como “tradiciones” y, por lo tanto, ya no había ninguna garantía de la pura verdad... Dondequiera que Mi Espíritu podía tener un efecto en una persona, la pura verdad siempre fue puesto a fuera de nuevo y se impartió a los hombres tanto el conocimiento de Mi sufrimiento y muerte en la cruz como Mi resurrección, porque este conocimiento es absolutamente necesario, si también la creencia al respecto debe llenar a la gente.
Y una y otra vez Mi Espíritu será activo en la persona que se Me entrega a Mí para recibir la pura verdad... Una y otra vez se informará a la gente y se dará la aclaración correcta, para que vosotros también podáis creer con convicción en Mi resurrección y que he vencido a la muerte, para que tampoco haya más muerte para vosotros si os ponéis a Mi lado, si vosotros queréis que Yo haya muerto por vosotros... si creéis en Mí y Mi obra de Redención que Yo Mismo he realizado en el hombre Jesús.
He resucitado de entre los muertos, y así resucitaréis vosotros también a la vida después de la muerte de vuestro cuerpo... Y ya no necesitaréis temer ninguna muerte una vez que os hayáis librado del enemigo de vuestra alma, de Mi adversario... tan pronto como os dejéis redimir por Mí... Porque entonces ya no habrá más muerte para vosotros, entonces viviréis en y Conmigo y ya no perderéis esta vida por toda la eternidad...
amén
Traducido por Hans-Dieter Heise