Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/8091
8091 Encarnación en Jesús....
30 de enero de 1962: Libro 85
Realmente quiero transmitiros lo que contribuye a la iluminación de vuestro espíritu, porque vosotros los humanos necesitáis luz, y vosotros que queréis servirme, debéis ir delante de vuestros semejantes como portadores de luz, iluminándoles el camino que conduce a Mí y la vida eterna. Y Yo lo sé acerca de qué los humanos necesitan aclaración; Sé dónde todavía están equivocados en su pensamiento, y por eso también sé que necesitan una luz, porque cada pensamiento equivocado es sólo causa de confusión, de la oscuridad espiritual.
Y una y otra vez dejaré que una luz brille en la oscuridad y así os mostraré el camino correcto que debéis tomar durante vuestra vida en la Tierra. Y como tenéis que tomar el camino de la cruz en la Tierra.... como tenéis que reconocer y admitir a Jesús como Hijo y Redentor de Dios si queréis entrar en el reino de la luz, también tenéis que estar verdaderamente informados acerca de Mi encarnación en Jesús, de lo contrario no podéis reconocerme a Mí Mismo en Jesús....
Y es precisamente este problema de llegar a ser humano lo que os resulta difícil de resolver, porque no podéis imaginar que Yo.... el Espíritu más grande y perfecto del infinito.... Me he manifestado en un ser humano. No podéis imaginar que Yo no pudiera ser personificado de otra manera que en Jesús, Cuyo caparazón exterior contenía dentro de sí mismo al divino Creador.... Quien probablemente era humano según su caparazón exterior, pero estaba total y completamente inundado por Mi divino Espíritu de Amor.... Todo Su Ser como “Dios” era y permaneció, para ser visible para vosotros, Mis criaturas.
Nunca debéis imaginaros la “Deidad Eterna” como un Ser personificado, Que entonces sería limitado.... Yo lleno todo el infinito, porque este infinito es irradiado con Mi poder, que actúa indefinidamente.... Yo Mismo soy el centro original de esta irradiación de fuerza y por lo tanto nunca concebible como un Ser limitado.... Pero pude llenar una forma completamente, irradiar a través de ella, de modo que no fuera otra cosa que Mi sustancia original, que era igual como Yo Mismo, sólo en una forma imaginable para vosotros, los humanos....
Y esta forma era el ser humano Jesús, Que se convirtió para Mí en un caparazón porque Mis criaturas querían ver algo espacialmente-limitado y porque la obra de la Redención también debía realizarse visiblemente para vosotros y esto también requería un proceso visible para los humanos, que debería liberarlos del pecado y de la muerte si creyeron en Él.... si creyeran en Mi encarnación en Jesús, en la obra de amor y misericordia que fue realizada por la humanidad pecadora por un ser humano que Me albergó a Mí Mismo en toda plenitud dentro de sí mismo.
Si no es en Jesús no soy imaginable para vosotros. En Jesús, Dios, el Espíritu más grande del infinito, se convirtió en humano, y Jesús Mismo era Dios, porque incluso su caparazón exterior humano se espiritualizó y fue completamente irradiada a través de Mi Espíritu de amor.... Jesús fue sólo humano durante tanto tiempo hasta que Se espiritualizó a Sí Mismo a través de Su vida de amor.... pero la forma externa tuvo que soportar todo sufrimiento y dolor y finalmente la muerte más amarga en la cruz, porque el hombre Jesús quería expiar la gran culpa del pecado por Sus semejantes, y sólo con la muerte en la cruz cumplió la obra de la Redención, que Yo Mismo.... como el Amor Eterno Mismo.... cumplí en Jesús y por tanto Yo Mismo debo ser reconocido en Jesús.
Todos vosotros, como Mis seres una vez irradiados, sois amor en vuestra sustancia original.... así como también Jesús, Que permaneció Conmigo cuando vosotros oa separasteis voluntariamente de Mí.... Él también fue una irradiación de Mí, por lo tanto hijo Mío... Y Yo lo envié a la Tierra para redimiros a vosotros, los humanos, para despejaros el camino de regreso nuevamente. Y Su gran amor como ser humano mantuvo la conexión Conmigo; él siempre sólo deseaba Mi amor, y Yo no se Lo negó....
Y así pude llenarlo por completo, pude irradiar a través de Él. Y como su forma exterior era humana, Yo llegó a ser “humano” y Jesús se convirtió en “Dios”. Ya no había ninguna separación entre vosotros, Él estaba completamente fusionado Conmigo, Él era uno Conmigo. Y Mis criaturas ahora pueden verme cara a cara en Jesús cuando entren como “redimidos” al reino de la luz, donde serán eternamente felices....
amén
Traducido por Hans-Dieter Heise