Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/8052
8052 El libre albedrío es crucial...
1 de diciembre de 1961: Libro 85
El ser humano debe ser capaz de tomar decisiones con total libertad de voluntad... El hecho de que no siempre pueda llevar a cabo su voluntad no debe llevar a suponer que no tendría un libre albedrío, ya que su pensar y querer más profundo es decisiva para la dirección de su voluntad. Pero en la mayoría de los casos no le impido ejercer su voluntad. Porque quiero que el mismo también experimente el efecto de su voluntad para reconocer si tenía razón o no.
Y en previsión misericordiosa también sé dirigir el efecto de tal manera que traiga la salvación al alma del afectado, pero esto no cambia el hecho de que el ser humano debe responsabilizarse por la dirección de su voluntad tan pronto como sea posible, si ha causado daño como resultado, siempre a condición de que reconozca lo anti-divino en sí mismo, que por lo tanto no está en asociación Conmigo sino que todavía está expuesto a la influencia del oponente... lo que él mismo ciertamente reconoce en la medida en que no se conecta conscientemente Conmigo.
Una persona que busca Mi presencia también está interiormente impulsada a pensar y desear lo correcto... Una persona que vive sin fe alguna será influenciada por Mi oponente... es su esclavo y rara vez actuará y pensará conforme a Mi voluntad... Así también su voluntad estará mal dirigida y tendrá responder por ella. Y sin embargo, es posible que la gente crea que Me sirve y todavía tenga su voluntad mal dirigida. Pero entonces aún no se ha establecido el vínculo del corazón, todavía existe una relación ajena en el interior, la persona cumple exteriormente formas que pretenden simular un vínculo estrecho...
Entonces él se ve a sí mismo como un trabajador de la viña y, sin embargo, aún no ha sido aceptado por Mí como un siervo... mientras no haya una conexión de corazón. Entonces sólo se puede hablar de una “profesión mundana”, aunque se trate de organizaciones eclesiásticas, y entonces el grado de amor será decisivo para su voluntad y pensamiento... Y el adversario todavía puede tener la supremacía entonces, él puede tener un efecto en el entendimiento, y este entonces puede actuar de una manera dañina: que mezcla el conocimiento espiritual, que corresponde a la verdad, con su propio pensamiento intelectual y por lo tanto contamina la pura verdad originalmente, que la cambia porque el oponente tiene influencia en él... porque su vínculo Conmigo aún no es lo suficientemente estrecho como para protegerlo de pensamientos erróneos...
Siempre es el libre albedrío del ser humano que no será restringido de Mí parte, y por eso es posible también que la pura verdad... emanando de Mí... experimente una desfiguración y que sea siempre la persona misma quien lo decida si está en la verdad y en qué medida... pero para Mí impedir una falsificación sería un desprecio del libre albedrío... Además, cada persona es capaz de pensar correctamente, porque sólo necesita volverse hacia Mí, la eterna Verdad Misma, porque sólo necesita desearla seriamente para ahora también recibirla con seguridad...
Nuevamente, este es vuestro libre albedrío, que también reside ciertamente en una persona que busca seriamente la unión Conmigo, que se encuentra en la relación correcta de niño Conmigo y que, por lo tanto, siempre dirigirá su voluntad como es justo delante de Mí. Y por eso nadie que se crea mal instruido puede desviar la responsabilidad de sí mismo... porque de él mismo depende si se contenta con tal instrucción o el deseo por la verdad prevalece en él que seguramente le llegará...
La voluntad del ser humano es libre... Ni Mi adversario podrá forzarla, ni Yo ejerceré Mi influencia sobre una persona, porque la libre decisión de la voluntad en la vida terrenal decide la suerte de la persona en la eternidad. Y esto se aplica en particular al desarrollo espiritual del hombre. Su destino terrenal también está dirigido de tal manera que la voluntad prevalezca allí, incluso si se le imponen restricciones para llevarlo a cabo... Sin embargo, espiritualmente, él mismo decide su estado de madurez por sí mismo en el libre albedrío, y siempre pensará y querrá correctamente cuando establece un vínculo íntimo Conmigo y por lo tanto se ha entregado a Mí, de modo que ahora Yo Mismo puedo dirigirlo y guiarlo y entonces él también alcanzará la perfección..._>amén
Traducido por Hans-Dieter Heise