Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/7754
7754 La obra de la transformación de la Tierra
24 de noviembre de 1960: Libro 81
En mi eterno Plan ya está determinado el día en que sucederá el final de esta Tierra.... el día que traerá un cambio total tanto material como espiritualmente. Mi Plan de Salvación se realizará irrevocablemente, porque Yo vi desde la eternidad el nivel espiritual bajísimo en que iba a encontrarse la humanidad.... y conforme a ello está concebido el Plan de Salvación que comprende cada vez nuevas épocas evolutivas tal como mi Amor y Sabiduría lo consideraron conveniente para lo espiritual que debe evolucionar hacia arriba.
De modo que una época evolutiva termina y otra nueva empieza.... ¡Pero de ninguna manera se debe considerar el fin de la Tierra como una mera obra de destrucción! Porque hay que ser consciente de que con esta destrucción se facilita a lo espiritual preso en la materia que pueda seguir desarrollándose.
Por eso se ha hecho necesaria la creación de una nueva Tierra - lo que requiere la disolución de las anteriores obras creadas en la Tierra. Pero Yo no permito que les suceda nada a los hombres sin habérselo anunciado antes, a fin de que puedan prepararse y hacer todo lo preciso para salvarse del terrible destino de una nueva cautividad del espíritu en la materia - un destino que tocará a todos aquellos que hayan fracasado.... los que siguen viviendo sin fe en Mí y no han aprovechado su vida terrenal para salvarse de una nueva cautividad de su espíritu.
Cada vez de nuevo anuncio a la humanidad el fin cercano y le doy señales para que pueda reconocerlo.... Y a los hombres que viven los días despreocupadamente, a través de videntes y profetas los aviso del juicio cercano, porque el día del fin está determinado desde la eternidad; pues, Yo vi que en esta Tierra un cambio espiritual hacia lo bueno ya no se efectuará y que el bajo nivel espiritual de los hombres requerirá un final.
Por eso, todos los avisos y todas las profecías que se refieren a un final cercano, hay que considerarlos como señales amorosas de aviso con las que vuestro Dios y Creador os quiere salvar antes de que sea tarde.
Que os conste que no deseo vuestra perdición, sino que quiero que viváis eternamente y que podáis disfrutar de la Vida aún en la Tierra. Sin embargo, vosotros no hacéis caso de lo que os he hecho saber y os he profetizado desde el principio de esta época.
Vosotros trasladáis todos estos avisos al futuro y no consideráis que un día también el futuro será el presente, con lo que habrá llegado el tiempo en el cual se cumplirá mi Palabra, y mi Plan de Salvación se realizará.
Por mucho que dudéis del fin anunciado, de pronto os sorprenderá, porque el plazo de tiempo ya ha expirado. Aunque para Mí mil años sean como un solo día, también tal día se acabará igual que los mil años, ¡y os encontraréis en el borde de los acontecimientos!
Vosotros vais a vivenciar el final, a no ser que Yo llame a uno u otro antes del tiempo - por su propio bien.
Siempre debéis tener presente que el fin está cerca.... y debéis vivir cada día como si fuese el último y como si al día siguiente tuvieseis que rendir cuentas.
Realmente, os conviene dirigir vuestros pensamientos hacia el Cielo, dando prioridad a la Vida espiritual antes que a la terrenal, porque entonces no tendréis que temer el final y, con tranquilidad, podréis hacer frente a todo lo que venga.... entonces también tendréis la certeza que el fin de esta Tierra ha llegado. Pues, reconoceréis las señales del tiempo, me pediréis la fuerza para aguantar y seréis salvados de la destrucción.
Amén.
Traducido por Meinhard Füssel