Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/7698

7698 La voz de la conciencia

13 de septiembre de 1960: Libro 81

Debéis ser llevados a la perfección - para lo que precisáis de mi Apoyo... Porque en aquel entonces desperdiciasteis todo el poder y os hicisteis criaturas débiles sin Luz que tenían que perdurar en las profundidades hasta que mi Amor los acogió y les ayudó para que pudieran abrirse camino de las profundidades.

Ahora ya tenéis cierto grado de madurez, pero este aún no es suficiente para garantizaros el ascenso al que aún tenéis que realizar durante vuestra vida en la Tierra; pues para esto precisáis de mi Fuerza y mi Conducción. Si ahora vosotros mismos sois conscientes de vuestra debilidad... si miráis alrededor por ayuda, entonces Yo ya estoy a vuestro lado, esperando que me invoquéis por mi prestación de Ayuda. Pero esta Ayuda debéis solicitármela con una voluntad absolutamente libre, porque por mi parte Yo no puedo ejercer la menor fuerza a vuestra voluntad.

En todo momento Yo estoy dispuesto a concederos la Ayuda solicitada, como también os proveeré continuamente de Fuerza - si tan sólo la deseáis. Y para que en vosotros se avive el deseo de ella, hago que de vez en cuando sintáis vuestra debilidad más que otras veces; lo que es una señal de mi Amor a vosotros, porque de esta manera quiero ganaros para Mí, pues quiero estimularos que solicitéis mi Ayuda voluntariamente. Por eso, ante todo, debéis tener fe en Mí...

También os será comunicado el saber sobre un Dios y Creador - esto sólo debéis aceptarlo y meditar sobre ello; y con buena voluntad también tendréis fe en ello... Podéis estar seguros que Yo os ayudaré a conseguir una fe firme, si tan sólo estáis dispuestos a pensar y actuar juiciosamente... si prestáis oído a la voz interior que siempre os orientará bien. Y mi Voz suena en cada hombre como voz de la conciencia, a la que se puede hacer caso, pero también se puede ignorarla, lo que es cosa de la voluntad del hombre mismo.

De modo que también la voz de la conciencia enseña al hombre qué es justo y qué es injusto, pues esta voz le instruye sobre la Ley fundamental, el Amor, porque como hombre sabe perfectamente qué le produce alegría y comodidad, y qué le acarrea sufrimiento y miseria. Por eso puede actuar ante el prójimo como a este sirve para su bien, y también puede protegerle de daño corporal.

De esta manera puede despertar en él el amor, y con el amor también la Luz de la comprensión le puede iluminar. Cada ser humano puede llegar a una forma de pensar y actuar justamente, porque de mi parte fue colocado en él el delicado sentimiento que se manifiesta mediante la voz de la conciencia. Y si el hombre hace caso a esta, su ser –que al principio de su encarnación como hombre todavía está muy dominado por el amor propio– puede cambiar al amor al prójimo. Entonces también hay garantía para una fe fuerte y viva en Mí, su Dios y Creador... y entonces pronto reconocerá en Mí su Padre que le ama y que quiere atraerle a Sí.

A esta unión el hombre aspirará en su libre voluntad. Entonces Yo podré guiarle hacia la perfección porque regalo a cada hombre mi Ayuda, pues no dejo a nadie en debilidad y desconocimiento. Porque Yo soy y sigo siendo su Guía durante toda su vida en la Tierra - mientras él no se me oponga... mientras su voluntad se deje influenciar por la voz de la conciencia... lo que siempre se dará cuando el alma está dispuesta a lograr el objetivo y la meta de la vida terrenal.

Entonces el hombre puede estar seguro que de mi parte siempre sucederá todo lo necesario para ayudarle a lograr su perfección, que nunca quedará abandonado a su suerte y que con toda seguridad alcanzará su meta.

Amén.

Traducido por Anonymous