Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/7487

7487 La gracia del discurso directo de Dios....

26 de diciembre de 1959: Libro 79

Se os concede la inmensa gracia de que Yo Mismo Me incline hacia vosotros y Me dirija a vosotros, como un niño se dirige al padre, como un niño es hablado por su padre, pero no podéis medir el valor de esta gran gracia.... Tomáis Mi discurso como algo normal y corriente y no sois conscientes de la magnitud del don de gracia que podéis tomar diariamente de Mi mano. Y tampoco podríais soportarlo si entendierais el significado más profundo de Mi discurso, porque todavía estáis en una esfera muy terrenal y, sin embargo, entráis en contacto con el reino espiritual, porque Mi amor sumamente grande os proporciona este vínculo.

Porque para poder escuchar Mi discurso debéis estar conectados Conmigo, porque vosotros mismos creáis esta conexión en vuestro libre albedrío, por eso Yo Me inclino hacia vosotros y hablo con vosotros.... lo que presupone un entrega voluntaria a Mí. Y entonces se produce un milagro de Mi amor.... podéis escucharme, podéis escuchar Mi discurso y sentir siempre el amor de vuestro Padre en el cielo, que se expresa hacia vosotros de tal manera que os habla. Porque Mis Palabras ahora también son Palabras de amor y de misericordia. Palabras de preocupación por vosotros y resultando de ellas Palabras de urgente amonestación y advertencia, porque el Padre se preocupa por Sus hijos y quiere ayudarlos en todo momento....

Vosotros deberíais caminar sobre la tierra según Mi voluntad; y si hacéis esto, cumpliréis también Mis mandamientos de amor a Dios y al prójimo y recibiréis fuerza de las más diversas formas, y entonces también Yo Mismo podré dirigirme a vosotros y poder transmitiros la fuerza directamente de Mí.... Y para seguir animándoos a cumplir Mi voluntad, por eso os hablo y os anuncio personalmente Mi voluntad.

Mientras Yo pueda dirigirme a Mis hijos, mientras ellos Me abren sus oídos y sus corazones, también es posible el suministro inmediato de fuerza que vosotros, los humanos, necesitáis con tanta urgencia, porque no podéis avanzar hacia arriba sin ayuda, sólo os moveréis en terreno llano, y el ascenso que requiere el objetivo final os resultará demasiado difícil.... Pero debéis tomar el camino hacia arriba, no debéis permanecer en terreno llano, porque la meta está arriba, y esa es la que debéis lograr.

Y por eso Me dirijo a vosotros desde lo alto para que levantéis los ojos hacia Mí, para que Me veáis y luchéis por el objetivo que Yo Mismo quiero ser para vosotros. Y es por eso que primero quiero ganarme vuestro amor, quiero encender este amor en vosotros a través de Mi Palabra, y entonces debéis dejar todo atrás y sólo querer pertenecerme a Mí por el tiempo y la eternidad.... Quiero ganar vuestro amor, y por eso Me dirijo a vosotros porque debéis sentir Mi amor en Mis Palabras y responder a Mi amor en vuestros corazones hasta que el corazón este completamente lleno de amor y Yo Mismo pueda establecer residencia en ello para haceros felices para siempre.

Mi amor infinito se expresa a través de Mi Palabra, que siempre os transmito, a través de la cual quiero ganaros, que tiene como objetivo haceros felices temporal y eternamente y que debe guiaros hacia Mí, Que Yo soy la Palabra desde la eternidad.... Quiero dirigirme a vosotros una y otra vez, aunque no podáis captar la magnitud de este don de gracia, pero un día sabréis lo que ha significado para vosotros la transmisión de Mi Palabra. Y bienaventurado el que la ha aceptado, bienaventurado el que la escucha y la pone en acción.... bienaventurado el que acepta Mi Palabra y la mueve en su corazón.... Porque experimentará la bendición de ella mientras vive en la tierra, será atrapado por Mi amor, que nunca lo abandonará, y se conectará constantemente Conmigo hasta que nunca más será capaz de separarse de Mí, hasta que sea inexpresablemente feliz en conexión constante Conmigo:

Por tanto, tratad de imaginaros el amor profundo de vuestro Padre, Que envía repetidamente Su Palabra a la Tierra, Que se dirige a vosotros una y otra vez para ganar vuestros corazones, Que se inclina hasta el más pequeño y el más bajo para bendecirlo con Su palabra.... Escuchadla y movedla en vuestros corazones y vividla, y experimentaréis cada vez más el amor de vuestro Padre, Él tocará vuestras corazones y éstas responderán a Su amor, vendréis a Mí en libre albedrío y os unís a Mí, y seréis felices y lo permaneceréis para siempre....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise