Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/7015

7015 Plan de deificación de todo lo creado....

12 de enero de 1958: Libro 75

Todo es Mío.... Todo el mundo creado es Mío, el universo es Mío, toda la hueste creada de espíritus es Mía, Míos son todos los seres en el reino de la luz y en las profundidades.... todos los habitantes de las innumerables estrellas.... Mío es todo lo que existe, sea perfecto o imperfecto, porque todo ha surgido de Mí, todo tiene Mi fuerza de amor como elemento básico y por tanto está irresolublemente conectado Conmigo.

Es toda Mi posesión.... Que ahora en medio de Mi posesión un ser asume igualmente derechos de propiedad está ciertamente justificado hasta un cierto punto, pero ese ser ha perdido el reconocimiento, de que todas las creaciones surgieron de una sola fuente de poder y que por lo tanto el derecho a la propiedad solo existe únicamente en su imaginación, que se anula inmediatamente cuando el objeto en disputa mismo ha llegado al reconocimiento de cuyo poder y fuerza surgió.

Pero mientras este último también carezca de reconocimiento, refuerza solo ese ser en su imaginación, poseer algo que en realidad es Mío. Y esa ignorancia es una señal de la imperfección, es una señal de una interminable distancia de Mí, el grado en que cada ser creado por Mí se permitió determinar a sí mismo y que luego confundió por completo el pensamiento de los seres, por lo que perdieron todo reconocimiento.

Pero mientras Yo Mismo no sea reconocido como “Señor”, antes de que los seres mismos no reconozcan en Mí a su Dios y Creador y su Padre, todavía se encuentran en el grado de imperfección, y todavía reconocen ese ser como Señor, que está tratando de disputar Mi poder y fuerza desde eternidades porque frente a Mi se ha vuelto completamente ciego.... Pero un solo pensamiento Me bastó para dejar que todo se fuera, lo que Mi voluntad y Mi poder una vez trajeron a la vida, y entonces ese adversario también habría sido destruido por Mí, y también todas sus creaciones habrían dejado de serlo.

Pero eso no está en Mi voluntad, porque me da una gran alegría, aunque lo que todavía está infinitamente lejos de Mí se acerca de nuevo paso a paso, cuando la ceguera de eso da paso primero a un leve crepúsculo, que luego siempre comienza a brillar más y en esta luz brillante Mi ser se revela a esos seres, cuando Me reconocen y luego también aprenden a amarme, y ahora también estiran sus brazos anhelando hacia Mí y llaman por su Padre.... cuando el reconocimiento regresa a ellos que hay un solo Poder, que es el origen de todo lo que existe....

Este regreso a Mí Me prepara una dicha inimaginable, porque Mi posesión no Me puede ser arrebatada, pero sólo el reconocimiento de pertenecer a Mí, bendice tanto al ser como a Mí en un grado en el que vosotros los humanos carecéis de cualquier concepto. Además, también sé que nada se Me ha perdido para siempre, que mis posesiones nunca disminuirán y que también él, a quien Mi amor infinito hizo surgir por primera vez, volverá a pertenecerme por completo después de interminables largos tiempos de alejamiento interior de Mí.

Porque lo que cree poseer no lo mantendrá, sino que voluntariamente se volverá hacia a Mí, y siempre tendrá que reconocer más que su poder solo existe en su imaginación, aunque puede usarla con aquellos que le están subordinados. Pero no permanecerán así para siempre.... Y él no podrá evitarlo, por lo que también tendrá que reconocer su impotencia algún día....

Pero que yo lo dejo en su ceguera por tiempos interminables, que Yo tampoco necesariamente transmito el reconocimiento a los seres que le pertenecen de ver a su Señor en Mí, eso de ninguna manera debe ser visto como un señal de poder reducido por Mi parte, sino solo corresponde al plan, de convertir las “criaturas” en “niños” para triunfar sobre el acto de la creación a través de la deificación de lo creado.... porque mis seres perfectos deben obrar indefinidamente y Mi poder de amor no permite ninguna limitación....

Y para esto cada ser Me sirve de nuevo, y lo que ha caído también contribuye a la más alta felicidad, y también llega a esta más alta felicidad un día ello mismo.... porque Mi amor, sabiduría y poder nunca dejan de prepararlo tal cosa para todo lo creado....

Amén

Traducido por Hans-Dieter Heise