Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/7006
7006 Predestinación.... (Filipenses)
30 de diciembre de 1958: Libro 75
Todos vosotros sois elegidos para la bienaventuranza, solo que vosotros mismos determinéis el momento en que el reino de la luz puede recibiros. Y así el ser siempre puede esforzarse por volver a la profundidad, y puede alargar interminablemente su camino de regreso a Mí, bien puede estar en un estado lamentable por siglos, a una distancia de Mí que no puede salvar con su propia fuerza y, por lo tanto, se podría hablar de un modo de condenación, pero que Mí voluntad no impuso al ser, sino en la que se sumergió por su propia voluntad....
Sin embargo, hasta el ser más oscuro sale a la luz un día, e incluso Mi oponente se encontrará una vez más en la luz de Mi sol de amor, y Mi rayo de amor lo bendecirá inconmensurablemente.... Pero pasarán eternidades todavía hasta que rinda su resistencia contra Mí. y así también habrá seres que una y otra vez se entregan a su poder, cuya resistencia contra Mí no disminuye y quienes, por lo tanto, también son eternamente infelices, aunque siempre tienen la oportunidad de tomar Mi mano, que los lleva a casa a la casa del Padre.
Yo sé sobre el destino de cada alma, pero sin embargo, experimenta Mi gracia continuamente, y en el estado de ser humano siempre retiro Mi voluntad para que su voluntad pueda decidirse libremente. Por eso es incorrecto decir que el destino de un alma está determinada por Mí para la dicha o la condenación.... Está mal por la razón porque Yo Mismo quiero atraer a todos los hombres hacia a Mí y es por eso que morí por todos los hombres en la cruz.
El hecho de que Yo sepa acerca de la voluntad de cada alma no significa que Yo juzgue la voluntad.... Porque si solo Mi voluntad fuera determinante, entonces todas las almas ya habrían regresado verdaderamente a casa del Padre, ya que también todo el poder y la fuerza están a Mis órdenes. Por lo que Yo nunca puedo haber determinado el alma de una persona a la “condenación”.... Nunca podría “complacerme” arrojar un alma a la ruina, porque Yo soy el amor Mismo....
Solo un espíritu no despierto puede entender tan mal las palabras de las Escrituras, y solo un espíritu no despierto puede interpretarlas de tal manera que Yo Mismo elijo almas para Mí o las repudio para que sean bendecidas o condenadas. Vosotros los humanos sois verdaderamente libres de cómo decidís, y de esta manera también creáis vuestra suerte después de vuestra muerte corporal.
Podéis ser felices indefinidamente, pero también podéis crearos la suerte de la condenación, porque Yo no os fuerzo de ninguna manera, pero tampoco podéis ser forzados por Mi oponente.... y sea su poder tan grande como sea.... Sin embargo, durante el tiempo de vuestra vida terrenal también disponéis de gracias ilimitadas, que he adquirido para vosotros a través de Mi muerte en la cruz. Entonces no necesitáis ser débiles....
Pero solo vuestra libertad de voluntad determina vuestro pensar, querer y actuar, y ciertamente no tendrías libre albedrío si vuestro destino después de la muerte ya estuviera predeterminado por Mí. Todos vosotros estáis llamados.... pero el hecho de que solo unos pocos son elegidos se basa únicamente en el libre albedrío del humano, y no en dones arbitrariamente concedidos. Esta visión errónea tiene que ser refutada una y otra vez porque tiene un efecto paralizante en muchas personas, a quienes por esto carecen de la dichosa certeza de poder lograr su objetivo en la tierra, y quienes, por lo tanto, también son tibios en sus esfuerzos.
Debéis recordar siempre que soy un Dios de amor, sabiduría y poder, y una doctrina que (duda) cuestiona a uno de ellos, es una herejía.... Pero ¿cómo podríais compaginar Mi amor, que Yo bendigo o condena según “Mi agrado”? Por eso esforzaos seriamente en no posponer la hora de vuestra redención, porque vosotros mismos determináis el tiempo en que regresáis a Mí, donde Yo puedo llevaros de regreso a casa de vuestro Padre....
Traducido por Hans-Dieter Heise