Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/6702
6702 Dios ahora valora la voluntad.... Sentimientos más internos....
30 de noviembre de 1956: Libro 72
La dirección de la voluntad los hombres están determinando por sí mismos, porque vuestros pensamientos internos y vuestro querer no se puede influir forzosamente por ninguna parte, aunque si os fuerzan a mantener en secreto a vuestra voluntad y pensamientos. Igualmente podéis ser advertidos por doctrinas buenas a lo que deberías escuchar para vivir bien ante Dios.... se os pueden acercar los mandamientos del amor, los cuales os deben empujar a vivir de una manera buena ante Dios.... Pero vuestros pensamientos y deseos más internos son relevantes, aunque hacia fuera estáis cumpliendo con estas doctrinas del amor.... Porque solo se valora aquella voluntad a la cual el hombre debe dirigir de manera correcta. Y aparentemente están realizando obras buenas, a las cuales les falta el empuje interno del amor, y entonces no tienen valor ante Dios.... También circunstancias exteriores os pueden frenar hacer el bien, pero también vuestros pensamientos y la voluntad valen a aquellas obras del amor.... Y entonces Dios solo considerará aquella voluntad buena y la valorará, la cual habéis dirigido correctamente con toda libertad. El empuje interior de querer ayudar comprueba esta voluntad auténtica, la cual falta en aquellos a los que el adversario mantiene atados. Pero como se trata de cambiar vuestra voluntad durante la vida terrestre, que hace tiempo se había juntado con el adversario, el motivo de cada acción del hombre tiene la major importancia, qué intención contiene esta voluntad dirigida. Porque un deseo y el pensamiento desde el interior ya contiene la aprobación de la voluntad, la voluntad se ha alejado del adversario y se ha dirigido hacia Dios.... Si se reconoce a Dios, todavía ya no es ninguna prueba que el corazón piensa como la boca habla. Pero la voluntad dirigida hacia Dios no puede de otra manera que buscar también el orden divino, y entonces también el hombre siente el empuje interior del amor, y lo que hace ahora se basa en este empuje del amor. Y si se frena al hombre a llevar a cabo a su voluntad, a pesar esta voluntad va a estar dirigida hacia Dios y a través de esta voluntad se justifica ante Dios. Con doctrinas buenas, con la proclamación del evangelio se intenta influir en la voluntad del hombre de manera favorable, para que el hombre sepa de la voluntad de Dios, a la cual su voluntad se debe adaptar.... Pero solo la actitud del hombre determina todo, la exploración de la doctrina y el comienzo de actos después de esta doctrina, la cual incluye únicamente el amor hacia Dios y los semejantes. Y aquellas acciones deben salir desde el interior.... Entonces la voluntad está dirigida bien y sin fuerza.... Así actos del amor que se han pedido con presión o promesas, no tienen valor ninguno, si la voluntad interna al amor falta, así no es el acto, sino la voluntad es determinante para aprobar la prueba de la voluntad del hombre en la tierra. Lo que pasa en el interior de un hombre determina todo, y Dios Mismo puede juzgarlo, Él que conoce todos los pensamientos, todos los movimientos del corazón humano.... Y por esto, esta voluntad dirigida hacia Dios es el mejor seguro que el hombre va a ser movido por Dios, Él que nunca le va a devolver a Su adversario.... Y aunque muchas veces estará en peligro, porque su adversario no se quiere dar por vencido.... Dios le aguanta, y Él se manifiesta ante él, así el hombre puede reconocer a Dios para buscarle como la última meta....
amén
Traducido por Bea Gato