Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/6671
6671 El libre albedrío debe ser reconocido....
16 de octubre de 1956: Libro 71
Sólo se os puede dar lo que deseáis o estáis dispuestos a aceptarlo cuando se os ofrece, porque vuestro libre albedrío siempre se tiene en cuenta y un don en contra de vuestros deseos afectaría a vuestro libre albedrío. Y así el efecto de todos los dones espirituales siempre depende de vuestra disposición a aceptarlos.... Dios en Su amor infinito está siempre dispuesto a dar, y Su don de amor sería realmente suficiente para llevar a los humanos a la perfección, de manera que todo lo caído ya estaría completamente redimido.... Pero esto contradice a la ley del orden divino, contradice al principio de libertad y también al plan de deificación, de lo que Dios ha creado.
La bienaventuranza de todo lo creado consiste en la perfección alcanzada en el libre albedrío, por mucho que se niegue el libre albedrío.... Es el principio básico y también la razón de los innumerables casos de fracaso humano en la tierra.... pero permanecerá para siempre con el ser que se ha encarnado en la tierra con el propósito d esa deificación; será puesto a prueba una y otra vez y tendrá que decidirse a favor de Dios, en que el hombre desea libremente el don de Dios o está dispuesto a aceptarlo.... pero sin este don nunca podrá alcanzar la perfección.
Pero Dios ofrece Sus dones constantemente.... No los impone a nadie, pero se asegura que se los acerquen al hombre, que su voluntad sea estimulado para aceptarlos o rechazarlos.... Y a pesar de los repetidos rechazos, Él no dejara de cambiar la voluntad, pero no ejercerá ninguna coerción.... Él seguirá respetando el libre albedrío, que es el signo de los seres divinos y que una vez también causo la apostasía de Dios, pero que también puede luchar por las alturas más altas, como una vez se esforzó por alcanzar la profundidad. Cualquiera que discuta el libre albedrío está en completa falta de libertad porque está subordinado a quien lo mantiene encadenado. Pero todavía no ha intentado de liberarse de él, de lo contrario sería consciente de su libre albedrío.
Cualquiera que argumente en contra del libre albedrío se siente atado a sí mismo, incluso si no tiene claro quién o qué lo mantiene atado. Pero la admisión de no tener un libre albedrío es la señal más segura de su atadura, mientras que el humano que conoce y reconoce el libre albedrío ya se siente libre....Y ya se ha separado del oponente de Dios y se dirige suplicando a Aquel que puede remediar todas las deficiencias, porque a pesar de su libre albedrío se reconoce deficiente y por tanto “desea”.... Y se le puede suministra en abundancia y tampoco quedará sin efecto, porque ahora entra en acción la voluntad de Dios, porque la voluntad del hombre se ha dirigido hacia Él.... Dirigirse hacia Dios es libre albedrío, porque el adversario de Dios, que mantiene atado al ser, nunca dirigiría su voluntad hacia Dios si no fuera libre. Pero en la vida terrenal se trata precisamente de esta decisión de la voluntad, la que.... porque libre.... puede tener lugar.... y también tiene que tener lugar si el ser quiere alcanzar la perfección. Y un albedrío no libre haría que toda la vida en la tierra fuera inútil y no se encontraría ninguna justificación para la existencia terrena del hombre o para el origen de la creación, que debe llevar lo espiritual atado a la maduración para que pueda recuperar el libre albedrío para alcanzar el objetivo final como ser humano.
El hombre puede recibir desmesuradamente si sólo desea los dones de Dios, precisamente porque está en posesión del libre albedrío.... Pero, por lo tanto, Dios no puede dar dones contra la voluntad del hombre, y por eso siguen siendo ineficaces mientras el hombre se resista a esto, porque nunca está obligado a deificarse a sí mismo, sino que esto debe realizarse siempre en su libre albedrío....
amén
Traducido por Hans-Dieter Heise