Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/6649
6649 Cristianismo por horas - El camino al Corazón de Dios
20 de septiembre de 1956: Libro 71
Pocos hombres sólo encuentran el camino a Mi Corazón, y sólo pocos están dispuestos a ir en él. Aunque ellos afirman de sí mismos, de ser fíeles cristianos, si bien hacia fuera ellos pertenecen a los que se han asociado a organizaciones eclesiásticas y por eso son llamados religiosos. Todos estos han cogido el camino, pero se han estancado antes de haber llegado hasta Mi Corazón. Comprenderéis vosotros hombres esto, si consideráis más de cerca vuestra vida en la tierra en la que en primer plano ponéis lo mundano, el bienestar corporal, y si os rendís cuentas seriamente de vuestra vida, de qué poco tiempo empleáis en pensar en Mí y en vuestro propio objetivo de vida. Y la mayoría de las veces sólo Me dáis el tiempo que está tradicionalmente determinado, la hora oficial del culto divino. Pero raramente sólo vuestros pensamientos me buscan a Mí en toda la libre voluntad, raramente sólo existe en vosotros el anhelo de establecer una íntima relación Conmigo. Vuestra mente está siempre llena de preocupaciones terrenales, proyectos terrenales y alegrías terrenales.
Yo no soy el resumen principal de vuestros pensamientos, aun cuando creáis en Mí como en vuestro Creador y Conservador, pero ni con mucho véis en Mí al Padre, a quien os sintaís con amor impulsados. Y por eso raramente tomáis tampoco el camino sólo a Mi Corazón, para que como hijos habléis al Padre de que Él esté con vosotros en cada situación de la vida, de que vosotros igualmente viváis vuestra vida en comunidad íntima Conmigo. Entonces vosotros hombres hablaríais también con mucha más frecuencia abiertamente de Mí, vuestras conversaciones serían inducidas en otro plano diferente de como ahora es en realidad el caso, porque apenas hacéis mención de Mí en la vida diaria, y a los que la hacen son sonreídos con desprecio, no se les toma en serio.
Así es en la realidad con vosotros. Yo Mismo puedo sólo raramente estaros presente, porque vosotros no pensáis en Mí y mucho menos aún os reunís en Mi Nombre. Sólo raramente se Me sacrifica una hora por necesidad verdadera desde dentro del corazón; y por eso os digo que muy pocos hombres van en el camino hacia Mi Corazón, pocos sólo Me dejan que Yo sea su acompañante constante en esta tierra. Y su "cristianismo por horas" no puede aportar al hombre ningún progreso espiritual, pues no es ningún contacto voluntario Conmigo, mientras exista la asistencia tradicional del servicio divino, de la misa y usos de costumbre. Solamente la unión y relación viva, el impulso interior desde el fondo del corazón en la libre voluntad, os ayudará a vosotros hombres a la perfección, y el anhelo de oír Mi Palabra y ofrecer al alma alimento, será valorado como el anhelo hacia Mí y será cumplido.
Y el hombre tiene que rendirse a sí mismo cuentas sobre eso, de cómo son sus emociones en él en lo más profundo del corazón hacia Mí y hasta que punto él sólo cumple las exigencias tradicionales que le enseñaron, y si sólo tradicionalmente las cumple. Yo veo en los corazones, y a Mí no puede engañar nadie, pero Yo siento anhelo hacia todos estos corazones. Y Yo no estoy contento de tener que estar en la fila en el segundo o tercer puesto. Y mientras aún esté el mundo y sus exigencias en primer lugar en vosotros, pertenecéis a los "cristianos muertos", pues el cristianismo vivo se expresa de manera diferente. El es un obrar en el amor imperturbable, así pues un obrar Conmigo. Y a quien Yo puedo estarle presente por el amor, ese también piensa en Mí en todo momento, él Me antepone a Mí a todo lo terrenal y nada comenzará, sin haberse unido antes fervorosamente Conmigo. Mas de ellos hay sólo pocos, y sí, se creen muchos que viven bien justos, porque cumplen las exigencias eclesiásticas. Y todos estos no resistirán tampoco, cuando se trate de la última decisión, pues a ellos les faltará la fuerza, la que tienen que recibir de Mí Mismo y para eso es también necesario la unión íntima Conmigo. Dejad que os informe en que vendrá el tiempo, en el que se exigirá de vosotros la decisión y entonces llegaréis a estar en duros apuros, si no poseéis la fe viva, mas ella requiere como condición de que encontréis el camino a Mi Corazón y tenéis que andarlo. Pues sólo Yo únicamente puedo abasteceros con fuerza, pero para eso tengo que poder estaros presente, por tanto tenéis que uniros cariñosamente a Mí.
Amén
Traducido por Pilar Coors