Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/6644
6644 El amor de Dios por los renegados (rechazados)....
13 de septiembre de 1956: Libro 71
Los renegados también son hijos de Mi amor, y por ellos también estoy preocupado de que encuentren el camino de regreso a Mi. Por lo tanto, no creáis que Yo he cancelado a un solo hombre antes del final.... No creéis que Yo renuncio a uno antes de que haya llegado el último día. Porque el regreso a Mi puede venir de repente, y lo que Mis palabras no lograron todavía pueden provocar sucesos imprevistos, que afectan tan profundamente a un hombre que un gran cambio puede producirse dentro del humano, pero entonces él también está salvado para la eternidad....
El alma de cada ser humano está en su fondo de origen conectado conmigo, ella es espíritu/mente de Mi espíritu/mente, y aunque está hundido en la oscuridad más profunda, pero le puede llegar el reconocimiento como un relámpago y luego puede exigirme de vuelta. Pero también hay sucesos conmovedores, que a menudo son dolorosos para el hombre mismo, que se siente cerca del final y, por lo tanto, se dedica a una “limpieza general”.... Que de repente se da cuenta de su forma de vida equivocada y desea ser o convertirse en otra persona si todavía le queda esta oportunidad.
Y sé cómo está hecha cada alma, sé cómo es su actitud hacia Mí y lo que necesita .... Así que también sé cómo atacarla para ganarla. Y si el hombre también es tan rechazado, visto con el ojo humano.... El alma es y sigue siendo Mi parte, que no dejaré caer nunca.... Y siempre tengo en cuenta el hecho de que ella está atrapada por Mi adversario y que ella no puede librarse de él por sí sola, que él tiene poder sobre ella, es decir, todo el mal que hace el hombre es su influencia y actuar, que se sirve de esta alma para poder producir sus abusos en esta tierra. Y, por lo tanto, siempre veo en esta alma al ser esclavizado, que no puede defenderse, si es impulsado por Mi oponente a unas acciones despreciables.
El hombre por cierto tiene un libre albedrio, pero este es tan débil que no puede resistir sin ayuda. Y le falta esta ayuda porque no se dirige a Jesucristo, porque no Me llama a Mi Mismo en Jesucristo. Y, sin embargo, amo esta alma y no dejo ninguna piedra sin mover para que ella también encuentra el camino hacia su salvador y redentor. Y así también vosotros los hombres debéis mirara a estos hombres renegados de Mi con ojos de amor, debéis pensar en ellos con profunda misericordia, y ayudarles por buenos pensamientos, que siempre tienen un efecto favorable en esos infelices, que bien pueden tener éxito sobre éxito en la vida terrenal, pero que también deben o pueden pasar por una gran miseria en la vida terrenal, así como Mi amor y sabiduría lo vieron como bueno para sus almas....
Llevad misericordia a todas esas almas y no las condenéis, porque son criaturas atormentadas e infelices, para quienes el camino hacia a Mi aún puede ser interminable, a menos que un éxito se registre en el corto, pero extremadamente duro tiempo del final. Precisamente este ser, completamente dominado por el adversario necesita vuestra ayuda, vuestra intercesión amorosa y vuestros buenos pensamientos porque es extremadamente débil. Pero por parte de los hombres, tales personas son aborrecidas y mayor poder tiene su “Señor” sobre ellos. Y ante eso debéis tener mucho cuidado, si no queréis fortalecer el poder de aquel.
Removed de él cada alma que se encuentra en tanta angustia, ayudadlas a encontrarme, de lo que sois capaces, si les dirigís pensamientos amorosos, lo que siempre tendrá un buen efecto porque el amor obliga al adversario a apartarse, dando así fuerza al alma para defenderse. En el corto tiempo restante del final podéis contribuir todavía infinitamente, vosotros que ya Me habéis encontrado cuando también veis a mis hijos en esos hombres, por los que peleo hasta el final.... Simplemente no los condenéis y no los traéis odio.... Porque con eso solo los arrojáis a una mayor oscuridad....
Amén
Traducido por Hans-Dieter Heise