Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/6641
6641 La esencia del ser de Dios....
10 de septiembre de 1956: Libro 71
Vosotros los humanos nunca podréis sondear completamente Mi esencia del ser, porque en primer lugar vuestra propia imperfección os lo impide, así como Yo seré y permaneceré insondable para cada ser creado por Mí, porque Yo soy el centro original desde la eternidad, cuya irradiación sois vosotros mismos así como todo lo creado.... Creaciones de infinita minuciosidad que son incapaces de captar el Poder primordial Del que comenzaron. Y por eso sólo puedo daros aclaración pictórica mientras permanezcáis en la tierra, pero estas aclaraciones siempre corresponderán a la verdad, aunque estén mantenidas de tal manera que sólo pueden verse como una débil comparación de lo que deseáis saber acerca de Mí Ser.
Mientras Me personificáis a Mí Mismo, es decir, os imagináis algo limitado como “Dios”, es difícil daros una explicación correcta.... Tan pronto como Me imagináis solo como un “poder”, también seguiréis pensando incorrectamente.... Pero si os imagináis algo Esencial, Que llena todo el infinito, o también, si sois capaces de imaginaros todo el infinito como un Ser vivo, consciente de Sí Mismo, capaz de pensar y extremadamente poderoso.... entonces ya estáis acercándoos más a la verdad, porque soy el Espíritu que todo lo llena, Que no conoce límites, Que está en todas partes y Que está presente hasta en la obra más pequeña e imperceptible en la creación.... Que tiene poder y luz en Sí Mismo, Que tiene amor, sabiduría y poder en la más alta perfección....
Nadie puede imaginarse a este Ser espiritual porque cada ser creado es sólo una chispa de ese Poder divino que no puede captar a su Creador. Pero la felicidad de Mis criaturas consiste en tener una conexión Conmigo, su Creador.... vivir y obra en la conciencia de la unión Conmigo, saberse amado por Mí y recibir constantemente Mi fuerza de amor.... Esta felicidad aumenta por el hecho de que Yo.... el Ser que antes era incomprensible e insondable para ellos.... Me acerco a ellos visiblemente, que también tomé una forma para el ser formado, que ahora pueden asociarse Conmigo como si fuera algo parecido, porque la fuerza del amor que fluye a través del ser desencadena en ellos tal deseo de estar conectado Conmigo en una comunidad íntima.
Como Espíritu Que todo lo llena, no puedo ser visible para Mis criaturas, pero pude esconderme en una forma similar a las suyas; Yo pude albergarme en una forma con tal plenitud lo que esta fue capaz de captar, mientras todavía fue materia terrenal, para luego irradiar indefinidamente a través de la forma espiritualizada, de modo que Yo fuera y permaneciera visible para Mis criaturas que pudieran soportar su visión.... Y cada ser también puede experimentar esta irradiación con la divina fuerza del amor y aumentarla cada vez más, lo que incluye la “deificación” de lo creado, que establecí como objetivo para cada ser cuando Yo lo llamé a la vida.
El ser humano Jesús fue el primer ser que logró esta deificación en la tierra y al mismo tiempo cumplió una misión que se había hecho necesaria debido a la apostasía de los espíritus originalmente creados por Mí.... Pero quien sólo pudo cumplir esta misión al aprovecharse de la “divina fuerza del amor”.... cuando entonces el amor llenó el cuerpo humano al más alto grado. Así Yo mismo, Que soy la fuerza del amor desde la eternidad, tenía que estar en el ser humano Jesús....
El “Amor” tenía que encarnarse en una forma humana para que ahora se pudiera llevar a cabo la misión: borrar la culpa del pecado de la antigua apostasía de Mí.... Yo, la eterna Deidad, entonces tomé residencia en el hombre Jesús, pero en la forma en que Mi esencia de fuerza: Amor, Sabiduría y Omnipotencia, se derramó en aquel ser humano, que debía servirme como forma y que por lo tanto nunca perdería esta forma porque Y quería convertirme en él, en una Deidad “visible” para vosotros, Que ahora podéis imaginaros en tal forma....
Sin embargo, soy y sigo siendo insondable en Mi Esencia para todo lo que existe, porque esto también forma parte de la felicidad, luchar siempre y para siempre por algo que parece inalcanzable y, sin embargo, saberse amado por este Ser primordial, más elevado y más perfecto.... Y este amor sumamente grande os lo he demostrado a vosotros hombres, mediante Mi muerte en la cruz, que el ser humano Jesús sufrió, pero sólo pudo sufrir por Mi amor.... porque Y Mismo estaba en Él y así el amor realizó la obra de Redención, que ahora abrió al ser creado todas las posibilidades que nunca hubiera podido alcanzar sin esta obra de Misericordia....
amén
Traducido por Hans-Dieter Heise