Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/6617
6617 Confiesa al mundo....
9 de agosto de 1956: Libro 71
Si defendéis Mi nombre ante el mundo, dais testimonio abierto de Mí y de Mi reino, Me confesáis como Mis seguidores y, por lo tanto, os ponéis conscientemente de Mi lado. Y entonces habéis cumplido completamente vuestra tarea terrenal, os habéis vuelto Míos en libre albedrío, habéis completado la separación de Mi oponente, el camino de regreso de Mi ha terminado, incluso si vuestra perfección aún no se ha logrado en la tierra, pero una regresión a las profundidades ya no es posible, porque el reino de la luz ya os ha acogido, y la luz ya no se puede oscurecer para siempre.
Quien Me haya encontrado ya no Me dejará, como Yo ya no dejaré a él porque ahora Me pertenece a Mí.... La abierta confesión de la fe en Mí ha privado a Mi oponente de todo derecho, porque la decisión ya ha sido tomada, cuyo Señor habéis elegido para vosotros, y él ya no puede hacer nada en contra de vuestra voluntad. Así que ahora sabéis hasta qué punto debe valorarse esta decisión de fe, que todavía debéis tomar todos, y reconocéis a través de esto, que es necesario que la humanidad viva un tiempo de lucha religiosa que la obligue a tomar una decisión abierta....
Porque hay muchas personas todavía que aún no tienen claro si creen y lo qué creen, quienes primero adoptan una postura sobre las enseñanzas religiosas y entonces luchan para aceptarlas o rechazarlas cuando carecen completamente de fe. Porque las cuestiones espirituales se discuten cada vez menos y rara vez son el contenido de conversaciones o debates serios.... Y es por eso que la gente tendrá que ocuparse de tales cuestiones cuando se les exija una decisión clara a favor o en contra de Mí.
Muchos tendrán miedo, muchos estarán decididos a rechazar, pero Mi nombre también será reconocido con alegría por aquellos que siempre han estado en contacto Conmigo, que me han reconocido a Mí y a Mi guía durante su vida en la tierra y que sienten Mi presencia con tanta fuerza, que den testimonio en voz alta y con alegría y Me confiesen. Cualquier temor estará lejos de ellos, y con un espíritu iluminado también reconocerán en ello una señal del fin cercano, de que se exige a las personas que confiesen su fe. Y así ellos saben también que Mi venida está cerca, y en esta certeza también permanecerán firmes ante todas las amenazas, porque creen en Mi poder y fuerza, en Mi amor y en la verdad de Mi Palabra, que les fue transmitida a ellos y que también se les permite recibir constantemente hasta el final.
Y por más temerosos que sean los de fe débil, tan valientes y firmes son aquellos que sacan la fuerza de Mi Palabra porque están seguros de Mi presencia y, por lo tanto, no conocen el miedo ni la preocupación en Mi presencia. Ni las promesas ni las amenazas terrenales pueden confundirlos o hacerlos vacilar, porque no temen por sus vidas, y ya no prestan atención a los bienes terrenales y por lo tanto ya no tienen ningún deseo por el mundo.... Pero por el bien de sus semejantes, deben ser arrastrados a esta lucha, para que los débiles todavía puedan ser levantados por ellos, para que la fuerza de la fe pueda revelarse en aquellos que son Míos.
Tan pronto como vosotros los humanos Me confesáis ante el mundo, sois Míos y ahora también estáis bajo Mi protección, y realmente tengo lo mejor reservado para vosotros, pero no necesitáis preocuparos por lo que podría ser lo mejor para vosotros.... Yo os consideraré de tal manera que seáis felices, ya sea en la tierra o en el reino espiritual.... Pero exijo de la gente una decisión abierta, no Me conformo con el reconocimiento interior de Mi mismo, si desde fuera queda la apariencia de que la persona no es Mi seguidor....
Exijo un testimonio de Mí y de Mi nombre también ante el mundo.... Porque sólo entonces creeréis vivamente en Mí, y sólo entonces experimentaréis las bendiciones de tal fe.... Mi promesa se cumplirá que Yo también os confieso ante el Padre, como vosotros Me confesasteis ante el mundo, que volvéis como hijos al Padre, Del que una vez quisisteis separaros y también lo habéis hecho de buena gana porque no Me reconocisteis.... lo cual ahora debéis testificar ante el mundo entero....
amén
Traducido por Hans-Dieter Heise