Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/6588
6588 Argumentaciones lógicas para el acontecer mundial
5 de julio de 1956: Libro 70
Para los hombres que se encuentran en el mundo les es dificil creer, lo que vosotros, Mis servidores en la tierra, les anunciáis por orden de Mí. Eso les parece tan irreal, que antes más bien os califican de espíritu qui mérico que tomar a pecho vuestras palabras y de contar con la probabilidad. Pues lo que les ancunciáis, no pasa en el programa que ellos mismos se han hecho de su vida terrena. Pues la creencia en ello exige un cambio completo en su modo de pensar de un ámbito a otro diferente, y no comprenden la necesidad de eso. Ellos viven y quieren disfrutar su vida. Y de ahí que en primer lugar satisfacen a su egoísmo, y las consecuencias de ello es un estado espiritual oscurecido. Y siempre se hará más oscuro en ellos y Mi Reino se retira cada vez más de ellos, en lugar de que ellos lo tomen en posesión.
Y sin embargo, Yo no puedo abandonarlos a su destino, Yo Me dirijo a ellos cada vez de nuevo y Yo dejo también con más frecuencia por medio de videntes y profetas que anuncian lo que está próximo a sucederles. Y de eso modo resuena en ellos gritos de exhortación y alarma en medio del mundo también, para que la atención de los hombres se dirija a un ámbito, en el que ellos no entran si no. No se puede ser emprendida otra cosa más para su salvación, que Yo Mismo los habel a través de Mis servidores, porque esta es la forma más natural de Mi Relación, la que no obliga a creer y sin embargo tiene éxito de vez en cuando los avisos sobre el fin y sobre la catástrofe de la naturaleza, la cual precede al fin, serán siempre llevados a los hombres en forma diferente, tanto en relación con el anunciar de Mi Evangelio, como también en relación con el suceso universal, los que hagan al hombre pensar, los que evitan el encuentro a los que anuncian Mi Evangelio, pero los que deben ser hablados también. Allí donde Mi Palabra se escucha aún, existe la unión Conmigo o todavía no esta rota, y a ellos se les hace lo venidero más digno de fe también, es más fácil, porque a través de Mi Palabra siempre ya se hizo mención a un fin de esta tierra y de los síntomas al respecto que conciernen al fin.
Pero más difícil es acercarse a aquellos hombres que se han soltado de organizaciones eclesiásticas y se han dejado llevar o dejar que el contenido de su vida sea el mundo sólo o sus éxitos terrenales.
También a estos quiero Yo hablarles, y donde no se me logre por medio de Mis herramíentas en la tierra, allí solamente puedo dejar hablar aún al suceso mundial: accidentes, catástrofes y destucciones, cataclismos de manera natural pueden influenciar aún sus pensamientos, y entonces es posible que tales sucesos traten de llevar en relación con las advertencias de un próximo fin, los que también penetran en sus oídos, incluso si son ellos servidores del mundo. Y en el tiempo venidero no faltarán los que prediquen, los que por encargo de Mí sacudan a los hombres de su sueño. Yo quiero ganar todavía a los que están del todo apartados, pero a los que no se puede agarrar con las enseñanzas de la fe eclesiástica, los que tienen no obstante, una clara representación del sentido y la finalidad de la Creación, como de la tarea de la vida del hombre, esos prestan más solicitos oído, y a ellos tiene que dárseles una argumentación lógica por eso también del suceso mundial, si deben ser llevados en la fe a un Poder superior, guien lleno de Sabiduría y amor gobierna en el universo.
Para Mí hay muchos medios y caminos y así necesito Yo también servidores en la tierra que estén en diferente predisposición y por eso también tomen parte en diferentes trabajos en Mi Viña. Y Yo pongo a todos esos obreros, verdaderamente, en su justo sitio, donde ellos pueden estar activos con éxito. Pero a todos ellos les incumbe un mismo destino: de poner a los hombres al corriente del fin inminente, a los creyentes como a los incrédulos, que sepan que viven en el último tiempo de Gracia, que lo aprovechen bien, para que no necesiten temer el fin. Y todos que sean bien informados de lo que tengo por objeto mediante los mas diferentes sucesos mundiales, mediante sucesos llenos de aflicción fuera de lo común, mediante enfermedad y desgracia. Pues es sólo Mi Amor el que deja que sobrevenga todo eso a los hombres, para que aún maduren o me encuentren a Mí antes del fin del mundo.
Amén
Traducido por Pilar Coors