6448 Recibir la verdad requiere desapego de lo anterior....

10 de enero de 1956: Libro 69

De Mí emana un rayo de luz, que nunca puede ser oscurecido.... pero también revela e ilumina sin piedad todo lo que prefiere permanecer oculto, lo que no soporta la luz brillante.... Y esa es la característica de la “verdad de Dios” que da luz brillante a aquel que está en las tinieblas y anhela la luz.... que una persona alcanza la aclaración completa, que ahora también da la capacidad de juzgar para distinguir la verdad del error....

Todo ser humano pretende poseer la verdad si quiere defender su propio bien intelectual Pero mientras haya preguntas sin aclarar, mientras no se comprenda el significado y el propósito de lo que está sucediendo en la tierra, y mientras el hombre todavía no tenga conocimiento de Mi plan de Salvación desde la eternidad, no podrá moverse en la verdad, porque esto le da el más brillante conocimiento sobre todo. Y solo Yo, Que soy la verdad Misma, puedo impartir esta verdad a la gente.... y Yo, a su vez, solo puedo impartirla a aquellos que están tan llenos del deseo de la verdad que se abren a Mí por el bien de la verdad y se dejan dar de Mi Mismo lo que no se les puede dar de otra fuente.

Y estos deben librarse de todo lo que se les hado de cualquier bien espiritual hasta ahora.... No deben ser cargados con un conocimiento que no están dispuestos a abandonar. Deben reconocerme a Mí como la única fuente y acudir a la fuente con hambre y sed, pero no con el estómago lleno.... Porque Yo no daré comida deliciosa a los que ya están llenos, que ya han recibido su alimento en otra parte. Quiero refrescar a los hambrientos y sedientes, quiero dar pan puro y agua fresca a los que necesitan alimento para sus almas.... Y este alimento siempre les ayudará a recuperarse cuando estén enfermos, les dará fuerza a los que son débiles.... Pero no tendría un efecto vivificante en los que vienen a Mí con el estómago lleno.... ¿Comprendéis está comparación?

Solo hay muy pocas personas dispuestas a liberarse de opiniones preconcebidas, bienes espirituales que se han adquirido intelectualmente o que les han sido implantadas por instrucción humana, a través de un intercambio de ideas con personas que han deambulado en el error.... de lo cual se explica el profundo estado espiritual de los hombres y su oscuridad espiritual.... Pero si el hombre ahora quiere estar en la verdad, entonces exijo de él que se aleje por completo de lo que anteriormente aceptó como conocimiento espiritual. Exijo que venga a Mí con el corazón vacío y Me deje llenarlo y que no coma otro alimento como eso que Yo le ofrezco ahora.... Porque la pura verdad de Mí no tolera ninguna adición humana, y Mi fuente de vida estará cerrada para aquellos que no cumplan mis condiciones....

¿Y vosotros humanos probablemente podéis imaginaros que conozco las emociones más íntimas del corazón humano y que las palabras de ningún hombre pueden engañarme? Pero el rayo de Mi luz se encenderá en cada ser humano y difundirá de nuevo una luz brillante si desea estar en la verdad. Y podrá juzgar lo que no corresponde a la verdad. Pero el primero ni siquiera será capaz de reconocer la verdad, porque la luz pura es eclipsada por la luz cegadora, lo cual bien concedo, porque la voluntad misma del ser humano da la razón de ello.

La gente se perderá cada vez más en el pensamiento erróneo, pero siempre se aferrará a ello con más tenacidad, porque las tinieblas luchan contra la luz, y especialmente en el tiempo del fin, donde un rayo de amor.... la verdad de Mí.... revela claramente el ajetreo y bullicio de aquel, que está en contra de la verdad. Y vosotros mismos disputáis esta lucha; solo vosotros decidís si os movéis en la verdad o en un pensamiento erróneo porque podéis recibir la verdad de Mí en cualquier momento cuando hacéis lo que os pido: venid a Mi verdaderamente hambriento y sediento para recibir de Mí el alimento para vuestras almas.... Entonces habrá luz dentro de vosotros y reconoceréis brillante y claramente que Yo Mismo soy la Verdad Eterna....

amén

Traducido por: Hans-Dieter Heise

Este comunicación no se menciona en ninguna folleto temático.

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